Love... ~

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No había dormido bien aquella noche, sabía que el cumpleaños del albino estaba a solo 2 días y sus nervios por darle lo mejor no la dejaban pensar con claridad. Caminaba por el centro de la ciudad intentando encontrar el regalo perfecto, pero nada le terminaba de convencer. Las tiendas departamentales tenían tantas cosas, pero nada que fuera perfecto para él.

Caminó con desilusión hacia la parada de su transporte, el viento la ayudaba a mantenerse despierta, pero aún así permanecía cabizbaja. Hizo un recuento de todo lo que se le había ocurrido en estos últimos días, hacer un regalo manual, decorar todo, algunos chocolates, una cena, comprarle algo que necesitara. Mientras más pensaba más le dolía la cabeza, era su novio, tenía que conocerlo lo suficiente para saber que podría querer, aunque ese pensamiento le partió un poco el corazón, tal vez no lo conocía lo suficiente y por eso era tan difícil encontrar un regalo perfecto para él.

Bajó la mirada con tristeza cuando vio las ruedas del autobús quedar frente a ella haciéndola reaccionar. Se limpió los ojos intentando mantener la compostura, se sentía tan mal. Se fue hasta el fondo del vehículo, sentándose junto a la ventanilla mientras avanzaba a su hogar.

Fueron 20 largos minutos donde simplemente se perdía en sus pensamientos, imaginando los miles de regalo que él tendría a su alrededor, las fans del albino siempre se encargaban de darle lo mejor, siempre buscaban darle desde lo más caro hasta algo hecho con sus propias manos.

¿Cómo podía competir con algo así? Ella no tenía una habilidad extraordinaria para llamar su atención de esa manera, no era lo suficientemente detallista para hacer algo por él que pudiera superarlas.

Suspiró una vez que se dio cuenta que se encontraba cerca de su casa. Se levantó del asiento y caminó hacia la puerta trasera, no se sentía ni medianamente bien para sonreír. Al bajarse se dirigió a su departamento como zombie. El viento la animaba un poco, pero aun así se sentía derrotada y bastante mal.

[...]

Luego de haberse tomado un baño de agua caliente, donde sus pensamientos intentaron tomar forma de nuevo, sus ánimos comenzaban a templarse y sus ilusiones recobraban fuerza, decidió preparar algo de cenar. Se colocó un vestido color blanco que había dejado sobre la cama antes de ir a la cocina. Hacía un par de días se había encargado de llenar la alacena con despensa para ella y para Zen, así que tenía que ingeniárselas para prepararle algo delicioso. Sabía cuánto se cuidaba y sabía la comida que le gustaba.

- Por lo menos eso es lo único íntimo que tengo de él –suspiró antes de sonreír intentando darse un poco de ánimos

La situación con los fans empezaba a taladrarle la cabeza, sabía cuan perfecto y dulce era, sabía que jamás trataría mal a nadie. Zen era el tipo de chico que siempre estaba con una sonrisa, cordial, atento, caballeroso y amable, además de que cuando recibía algún halago, él contestaba de la misma forma.

Sacó un poco de carne del refrigerador, al igual que un poco de verduras para comenzar a preparar un filete especial. Colocó todo en una sartén para preparar algo de arroz al vapor cuando escuchó las llaves colocarse en la puerta. Toda ella se paralizó y su respiración se cortó.

Miró el reloj que se encontraba frente a ella, tuvo que parpadear un par de veces para darse cuenta bien de la hora. Al parecer lo habían dejado salir antes de la grabación.

Escuchó murmullos mientras se abría la puerta, unos segundos y se volvió a cerrar. Los pasos se acercaban en su dirección, pero al parecer se detuvieron en el comedor, un suspiró siguió unos segundos después antes de que escuchara como se acercaba a la cocina. Intentó controlar su respiración, sus latidos y que su concentración regresara a preparar la cena.

Feliz cumpleaños Zen <3Where stories live. Discover now