Imaginas de John Wick (Keanu Reeves)

Imagina #8 Parte I

ACLARACIÓN: *Imagina narrado desde la perspectiva de John* (Escenas +18)

Estaba tranquilo tomando mi clásico café de la mañana mientras leía las últimas noticias de la ciudad, desvió la vista y me centro en el gran ventanal de mi casa, la tormenta iba en aumento, y la lluvia parecía no tener ganas de cesar. Tomo otro sorbo de café y muerdo mi tostada con queso untable y mermelada casera, la especialidad de mi chica, mi mujer... mi esposa.

La extrañaba infinitamente, ella se había ido de vacaciones con sus dos mejores amigas, para festejar la despedida de soltera de una de ellas, ahora mismo y por el mensaje de ayer, se encontraba en Nevada. Disfrutaba el hecho de que la pasara bien, pero a la vez, la noche antes de que ella se fuera, sentí el ultimo beso, extraño, necesitaba más, por una extraña razón, necesitaba hacerla mía, y así lo hice.

Flashback *Viernes 29 de Marzo, 2019 - 21:43 pm *

-Te amo, cariño - digo sobre el beso, tras una mordida, ella gime

- Te amo más, John - jadea, y la alzo, ella enreda sus piernas en mi cintura y vuelve a besarme. Poco a poco subo las escaleras, hasta llegar a la puerta de nuestra habitación, entro con ella todavía en mis brazos y la recuesto encima de nuestra cama, ella ríe traviesa

Empiezo a desprenderle sus sandalias altas, subo mis manos por sus muslos descubiertos, sintiendo la suavidad de su piel, ella suspira, haciendo que mi excitación vaya a un limite inimaginable. La miro fijo, y siento en sus ojos la misma pasión, el mismo amor.

Llego al final de su vestido, y lo empiezo a subir, viendo como se empezaba a asomar la diminuta lencería de encaje que llevaba puesta, dirijo mi boca su abdomen, besando con suma delicadeza su piercing, sigo subiendo y beso justo de bajo de sus pechos y así sin más le quito el vestido y ella misma lo tira lejos, río por lo bajo, se estaba desesperando, y en el fondo yo lo estaba aún más la quería sentir entera. Me pongo completamente sobre ella, recargando mi peso sobre mis brazos, ella sube sus manos hacía mi cabello y lo acaricia, me atrae hacía ella y me vuelve a besar, tenía ese inexplicable sabor dulce, que me volvía loco. De un segundo a otro ella toma el control y se sienta sobre mi, sintiendo nuestros sexos chocar, gemimos, sus manos empiezan a desprender mi camisa, luego de unos segundos, siguió por mis pantalones, me encontraba ya en bóxer. Revierto la posición, siendo ella ahora la que se encontraba de bajo, sentía mi posesión sobre ella.

Guío mis manos hacia sus bragas y sin más se las saco ella gime fuerte al sentir unos de mis dedos rozarle los labios, abriendo paso al placer. Su excitación era tanta, que pese a las poca luz que nos alumbraba llegaba a ver lo tan mojada que se encontraba, deslice un dedo por su vagina y entro sin ninguna presión; sume uno más. Gritó y sentí como comprimió su abdomen, me encantaba verla llegar al clímax. Seguí con mis movimientos, lentos, suaves, profundos, haciéndola desear, arrugaba las sabanas con sus manos.. eso me hacía sonreír, complacer a mi esposa es una de las cosas que más amo. Seguí con los movimientos, pero esta vez acerqué mi boca, y visualice el mini botoncito rosado, su clítoris, pase me lengua, y suspiro, volví a serlo y simultáneamente le otorgaba placer, así estuve por un par de minutos, sentía como pronto se correría en mis dedos. Pero paré. 

Alza su cabeza y me mira seria - ¿Por qué mierda paras John? - dice aún con la respiración agitada, solo me limito a posicionarme en su entrada, y de una estocada sola entro, sin piedad, haciendo que ahogara un grito. Mis movimientos eran fuertes y concisos, llevaba una velocidad, agonizante para ambos, no creía aguantar mucho más... 

Las gotas de sudor ya se empezaban a notar en nuestros cuerpos, y eso hacía que el calor se mantuviera intacto, acelero la velocidad, cuando veo que no puede parar de gemir 

- Me corro John - dice al borde del éxtasis, gimió y empezó a retorcerse de placer... logrando alcanzar su tan preciado orgasmo, fue mucho más prolongado que habitualmente... yo la embisto una vez más y me corro completamente en ella. Ambos agotados, nos posicionamos en la cama de forma que yo la abrazo. Siento su olor a frutillas que emana su pelo, y así sin más nos acurrucamos y decidimos que es hora de descansar

- Te amo mi amor - dice, con su voz apagada, propia del cansancio 

- Te amo princesa - digo cerrando mis ojos, sintiéndome completo

Continuará...