Historias del Libro - Allison vuelve a Casa [Tom Hiddleston Jim Sturgess Fanfic]

Only Possible Outcome

Pobre Jano, sin la más mínima posibilidad de escaparse.

No es que no pudiera elegir. Podría negarse tranquilamente, y todo seguiría su camino, sin problemas. Era simplemente que no le iba a dar esa posibilidad. 

Tú eres mía, ¿entiendes? solamente mía. Y tú eres mío, chiquitín. Solamente mío.

Allie intentó olvidarse por un rato de que esa noche iba a tener que mentirle descaradamente, mirándolo a los ojos, para que la dejara irse en paz. Por suerte el pretexto de la gira con Steve era excelente para la ocasión, ya que el solo hecho de nombrar a su amigo lo fastidiaba. No quería responder preguntas, así que tramó un plan maligno para entretenerlo. Y mirándose al espejo, supo que iba a salirse con la suya.

Su reflejo la observaba encantada, inclusive parecía que esa noche no iban a discutir. Vamos por él, apresúrate, ya está bien... niña, deja ese labial... ¡vámonos!. Había elegido todo lo que sabía que le gustaría: unos zapatitos de taco azules con detalles en color marfil preciosos, una falda ajustada negra con el largo justo para no ser indecente y mostrar sus piernas, y como toque final una blusa azul muy suelta. Estaba en duda sobre ese botón: era la diferencia entre mostrar su carta ganadora o esperar un poco más. Tampoco es que voy a esperar mucho. Un maquillaje sencillo (y eso demostraba lo comprometida que estaba con el plan, tanto como para usar sombra en los ojos, iugh) y sus labios carnosos apenas brillando. Se acomodó el cabello en una trenza suelta a uno de los lados, y salió a la noche dispuesta a comérselo.

El plan marchaba sobre ruedas, y Jano se había enloquecido al verla. Estaba esperándola para llevarla a cenar "tenemos que ir a este lugar, lo vi el otro día, te va a encantar" tan ilusionado que aceptó sin dudarlo. Era un bistró pequeñísimo, escondido en la ciudad, sencillo e íntimo. Era un paraíso extraño fuera del tiempo, no hubiera podido decir si era antiguo o moderno, era simplemente perfecto. Servían comida típica de varios países, y se decidieron por Francia y Brasil, respectivamente. Magret de Canard para Jano, y Moqueca de Camarão para Allie. Lo vio cortar una porción de esa carne, probarla y cerrar los ojos. Los abrió con lentitud y sonrió de una forma tan lujuriosa que decidió aprenderse la receta y cocinarle pato lo antes posible. Fue una velada hermosa, y ella no quería que terminara. Antes de irse a casa Jano la tomó de la mano y se la llevó a una terraza iluminada. Había una banda tocando canciones románticas, y otras parejas bailando, pero en su mente estaban solos. La abrazó por la cintura con un brazo, y sostuvo una de sus manos entrelazada con las suyas.

- ¿Estás pasándola bien, hermosa? - Le susurraba al oído, y su aliento tibio se deslizaba por su cuello erizándole la piel.

- Sí, esto es fantástico... eres maravilloso - Allie usó su mano libre para acariciarle la nuca.

- Esta es la mejor cena de cumpleaños de mi vida...

- ¿Qué quieres que te obsequie? Te lo daré en cuanto regrese...

- Puedes darme lo que quiero hoy mismo, futura esposa.

Equivoqué mi profesión en la vida, debí dedicarme a tramar planes malignos. - ¿Qué quieres, precioso?

- Olvídate de esa estupidez del espacio. Ven a casa conmigo, Allie. Los dos sabemos bien que no hay espacio entre nosotros... y me gusta que sea así. Te extraño mucho.

Mi cielo, también te extraño. - Solo por esta noche... sé paciente Jan, te lo ruego... espera un poco más, precioso, por favor... 

- Mi amor, no voy a poder esperar mucho más... hago lo que puedo, pero te extraño y quiero estar contigo - Allie sintió que el abrazo se intensificaba. Jano estaba con los ojos cerrados. Liberó su mano, y lo tomó del rostro. Lo besó tiernamente, luego la ternura dio paso a un creciente deseo hasta que Jano la detuvo y se la llevó de ahí cuando notó que lo que se venía iba a ser la definición misma de pasión desenfrenada.