- Sole...- la aludida miraba su desayuno sin muchos ánimos, Marissa la pellizco bajo la mesa alertando de su padre.

- Que ocurre papá...?-

- Rafael me pidió permiso para asistir contigo a la apertura de la nueva galería.-

- Algo oí de eso...-

- Bien, iremos todos juntos está noche.-

- Está noche?-

- Así es, tu hermana necesita arreglar unos asuntos con Gabriel y además hace tanto que no salimos como una familia...-

- Suena emocionante!- musitó Marissa ganándose una mirada molesta de Sole.

En la escuela, compartió con el la última clase, cuando todos los demás se fueron le ayudó a organizar algunos exámenes.

- Que tal la noche...?- preguntó el tratando de romper el hielo.

- Maravillosa.- Gabe sonrió recordando como se sentía tenerla junto a él.

- Tendremos tutorías hoy...?-

- No lo creo, debo llegar a casa y arreglarme. Rafael nos invitó a la nueva galería.-

- Entonces te veré ahí...?- Sole asintió.

Aún había gente en la escuela por lo que se despidió de él con un beso en la mejilla.

- Gabe, te quiero...- y se fue de ahí dejando su dulce aroma con el, el cosquilleo en su mejilla recordándole que era real, que ella estaba sucediendo.

Por la noche, la galería estaba más llena que la anterior, habían oído rumores de los nuevos cuadros que expondrían, esa exposición llevaba un nuevo nombre "ella", tan simple y a la vez tan intrigante.

Sole llegó antes que su familia, junto a Rafael, este parloteaba hablando orgulloso de su hermano, de como esos cuadros eran maravillosos, Sole lo escuchaba divertida pero ansiosa por ver a Gabriel.

Una vez dentro, su boca se abrió por sorpresa, la galería estaba llena de ella...

Algo confuso, no era obvio su identidad ya que en algunos cuadros solo aparecía su espalda, con su cabello cayendo sobre esta, en otro aparecía su ojo, en otro más sus manos, sus labios, era como un rompecabezas que solo ellos podían armar.

Con urgencia lo buscó pero no lo encontró, mordió sus labios ansiosa, quería besarlo, decirle tantas cosas, Rafael la vió divertido , ese par estaba junto lo sabía, el reconocería a Sole en donde fuera y era obvio que la mujer de los cuadros era ella.

- El está en su oficina...- Sole lo miró aún aturdida y este solo le guiñó el ojo.

- Gracias...- agradeció sonrojándose.

- De nada cuñada.- compartieron una sonrisa cómplice y ella se alejó con prisa.

La galería era exactamente igual a la anterior por lo que encontrar la oficina no fue difícil, abrió la puerta sin hacer ruido, Gabriel hablaba por teléfono sentado en el escritorio dándole la espalda, Sole lo escuchó negar las ventas de esos cuadros, con ganas de asustarlo se acercó a él sigilosa y cuando estuvo a punto de asustarlo el giró arruinando sus planes.

- Sabía que estabas ahí desde hace un buen tiempo...- admitió el con orgullo.

- Pero cómo...?- el la tomo de la cintura pegandola a él.

- Reconocería ese perfume donde fuera, además te puedo sentir, es raro lo sé...-

- Yo también te siento cuando estás cerca...- ambos sonrieron rozando sus narices, apoyando su frente en la del otro.

- Luces preciosa...- Marissa había escogido un vestido azul marino para ella y a su cabello lo habían trenzado hacia un lado.

- Gabe, porque me pintaste...?- el apoyo su cabeza en el hombro de la chica y aspiró de nuevo su aroma, era embriagadora.

- Sentí la necesidad de plasmar tu cuerpo en lienzo, después de todo lo conozco a la perfección...- eso la hizo reír.

Una canción comenzó a sonar de fondo, era tan romántica y describía perfecto lo que ella sentía por el.

- Me muero por robarte un beso y porque pierda la razón... tal vez así me atrevería y pierda miedo el corazón... me muero por amar despacio...- Gabe sonrió alucinado al oírla cantar.

El amor que sentía por ella se sentía tan bien, ese tipo de acciones de ella lo atontaban, lo hacían volar, la quería y mucho.

Con una mirada le pidió permiso para bailar ,ella aceptó enredando sus brazos por su cuello, se movieron lento al ritmo de esa canción, olvidando por completo guardar su amor bajo llave.

Gala había llegado con su familia apenas unos minutos atrás, al igual que todos estaba intrigada y extremadamente furiosa por esa exposición, la sangre le hirvio al ver esos cuadros en blanco y negro, eran asombrosos, cada detalle ,cada trazo estaba hecho con la máxima dedicación.

Los observó de cerca, daban la sensación de intimidad, de estar junto a esos amantes, estaban hechos con pasión, con amor.

Trato de decifrar quién era la modelo pero le era imposible, Gabriel creo los cuadros como si fueran un rompecabezas y las partes fueran difíciles de armar, escuchó a las personas, algunos críticos alabar esas obras, busco a Gabe con la mirada pero no lo encontró, caminó por la galería sintiéndose asfixiada por las imágenes de aquella misteriosa mujer, de pronto una chica que recordaba apareció ante ella.

- Graciela...?- la secretaria de Gabriel giró amable.

- Señorita Gala, que gusto verla de nuevo!-

- Es un placer para mí también, de casualidad habrás visto a Gabriel...?-

- La verdad es que lo perdí de vista hace rato señorita, pero suele estar en su oficina arreglando las ventas de los cuadros.-

- Me puedes indicar dónde está esa oficina?- la muchacha prácticamente la llevo hasta ahí y la dejo sola para seguir dando información sobre la exposición.

Gala respiró hondo antes de abrir, preparándose para la conversación más difícil de su vida, tratar de recuperarlo no se comparaba a nada que hubiera hecho, se detuvo en seco al escuchar una risa que ella conocía bien.

Abrió la puerta con sumo cuidado y dejó de respirar ante lo que veía.

Gabriel mantenía a Sole pegada a su cuerpo, los labios de su hermanita lo besaban con calma, con experiencia.

Gala cerró la puerta incapaz de seguir viendo eso, el aire le faltaba se apoyó en una pared tratando de recuperar el aliento.

Pensamientos se arremolinaron en su cabeza, todas esas veces que había visto a Sole junto a su Gabe, todos insistían en que era una amistad sana, como de hermanos, las últimas palabras que su hermana le había dedicado antes de volver a México...

"Gabriel no te va a esperar por siempre..."

Claro que no lo haría si ella se había encargado de que así fuera, un dolor agudo en el pecho terminó por romperla, lloró con furia, se sentía asqueada, traicionada, estuvo a punto de regresar y enfrentarlos pero su mente era más inteligente, poco a poco volvió a respirar con normalidad , su mente más serena comenzó a trabajar en un plan, uno que alejaría a Sole de sus vidas para siempre...

Amor bajo llave.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora