Capítulo 11

34.6K 2.4K 314
                                    

Cassandra

Pensar todas las formas en que puedo decirle a mi hermano sobre mi relación pasada se está volviendo un problema, David aun piensa que sigo con John y no lo culpo, después de todo nunca me atreví a decirle que hui de él porque me propuso matrimonio, pero es que no quiero romper su corazón o que se sienta mal por su supuesto mal ejemplo ¿Cómo dejar de mentirle?

— ¿No crees que deberías ir con John una vez por mes? Porque parece que te va bien justo ahora en este hospital y después de todo está el negocio que tienes con... con Maia—sonríe para que no pueda ver su triste sonrisa, de nada le sirve porque lo conozco, aun le duele que mi amiga no quiera escucharlo. Lo veo acomodarse en el sofá mientras vemos una película, por fin pudo despejar un poco su agenda para verme y saca este tema, odio mentirle.

— Quizás, lo hablaré después con él—me levanto y voy a la cocina por una de las bolsas de palomitas que ya estuvo en el microondas.

— ¿Hablan a diario? —no sé qué le dio por tocar el tema, pero no encuentro salidas para dejar de mentirle.

— En realidad él está muy ocupado con su trabajo y lo entiendo, ahora que tengo esto de Vainilla & Chocolate casi no puedo hacer nada—no me atrevo a regresar a mi lugar hasta que se decida cambiar de tema.

— Sabes, cuando Adam estaba enamorado de Irene trabajaba y tenía tiempo para atenderla a ella y su embarazo—sus palabras me golpearon fuerte ¿Irene era la mamá de los trillizos? ¿Entonces aún la ven? Justo en este momento mi cabeza es un nudo de confusiones.

— ¿Quieres algo del refrigerador? —pregunté buscando cualquier cosa sin saber que era.

— Cassandra, mi punto es que cuando se ama siempre hay tiempo para esa persona. Tienen problemas ¿Verdad?

— ¡David! Amo cuando te interesas por mí, pero creo que estás cruzando una línea muy importante.

— ¿Qué línea Cassandra? ¿La de como descubro que me has mentido todo este tiempo? —su voz me hace dar un pequeño salto ¿En que momento se puso atrás de mí? Lo veo a la cara, me es difícil porque me saca casi dos cabezas de diferencia, pero no por ello me dejo intimidar.

— Explícate David—me siento asustada pero no es suficiente para retroceder.

— John me habló ayer, me preguntó por ti ¿Por qué no me dijiste que estaban comprometidos? —eso me sorprendió el maldito de John se metió con la cabeza de mi hermano, no le puedo negar esto, pero me asusta aceptar eso como verdad.

— David, no... no es lo que tu crees ¿Puedes dejarme explicar? —lo empujé lejos de mí porque necesitaba respirar, comprometida ¡Pero por su puesto que no! ¡Jamás! No quiero estar atada con una persona como John solo se preocupa por él y está confundido al creer que me ama.

— Hermanita ¿No entiendes lo feliz que esto me hace? —me giré a verlo casi llorando— ¡Por fin sabré que estás a salvo con un buen hombre! Después de todo no fui tan malo para ti, estás forjando el camino que quieres seguir.

No, no es cierto. Estoy forjando el camino en el que él no se sienta culpable por mi falta de compromiso. Iba a contestarle cuando el timbre de mi departamento suena como loco.

— ¡Cassy! ¡Cassy! ¡abre tenemos la nieve! — la voz de los trillizos me hizo sentir atrapada.

— ¿Son los terribles tres? —David parece confundido ahora. Sonrío para intentar aligerar el ambiente, llevamos tres semanas viéndonos los viernes para que Adam pueda ir a trabajar hasta tarde, pasa a recogerlos, pero antes cenamos juntos en la mesa de mi departamento y hablamos de como estuvo la semana, nuestro día, casi puedo decir que es el momento más esperado de cada semana, pasar la tarde con los niños y hablar con Adam por la noche, es un pequeño trozo de felicidad.

Todo lo que nunca quiseWhere stories live. Discover now