Crédulo «NagiKaru»

3°

—Si que te gustan celebrar estas estúpidas fechas comerciales, ¿acaso no te das cuenta que lo hicieron para vender nada más? —no era de extrañarse que Nagisa estuviera de mal humor, parecía que cada vez que se juntaban era solo para que el contrario se quejará— Día blanco dicen, já.

¿Ahora qué hacia? Le había preparado unos chocolates para entregarle exactamente por ese día.

Se sentía tonto, triste y hasta cierto punto enojado.

—¿Me hiciste chocolates, verdad? —volteó a mirarlo extrañado, viendo la sonrisa victoriosa del contrario— Eres tan fácil de leer, Karma jaja

Se lanzó a abrazarlo, pero su verdadero propósito era quitarle la bolsa de regalo detrás suyo, consiguiendolo exitosamente.

Karma se sintió emocionado, nervioso y pequeño, irónicamente.

—Tienes suerte de que ame los chocolates y todo lo que cocinas —agradeció con sus características sonrisas, llenas de cariño—.

Rebuscó con poco cuidado dentro de la bolsa, sacando un estuche en forma de corazón celeste, se rio y lo abrió, dejando la vista varios pequeños chocolates de varias formas, cogió el primero que vió y se lo llevó a la boca, Akabane esperaba esperanzado porque le dijera cómo sabía.

—Umh... Estan ricos, seguiré comiendo más —se sentó el piso, disfrutando con tranquilidad de los dulces de color marrón, jugando con el relleno que de algunos salían—.

Karma no podía tener más ganas de lamer aquel liquido que manchaba los labios ajenos.

"¿No me vas a agredecer?"