ʜɪʟᴏs ʀᴏᴊᴏs

2.3K 380 179
                                    

«El amor no puede flotar para siempre, las flores de cerezos no pueden ser eternos»

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.

«El amor no puede flotar para siempre, las flores de cerezos no pueden ser eternos».

Con frecuencia tengo la manía de pensar en los últimos días cuando una persona está ahí y luego no, supongo que es aquel sentimiento de volver tras los propios pasos y borrar las huellas de tus acciones en los demás. El deseo de regresar el tiempo y hacer lo correcto. Y tratar de apagar sin dolor las cenizas de una relación.

Mi novio era Todoroki Shoto. Para mí siempre fue como un árbol de cerezos: su figura esbelta y su belleza me hechizaban a primera vista parecido al rosa de las flores. Me hacía suspirar, querer enamorarme, soñar con la tranquilidad de estar bajo sus elegantes ramas. Todoroki era la calma fresca que buscaba para combatir el caluroso deseo que tenía por Kacchan. No obstante cuando era atrapado por sus tibios brazos y sus finos labios recordaba que era demasiado suave para ser el hombre de mis sueños. Y desgraciado el hechizo se rompía rápido como las flores arrancadas por el viento.

Pero hubo una ocasión donde mi corazón se enamoró de él. Fue durante la primavera en aquel hermoso hanami. Planeé esa cita para hacerlo sonreír, siempre intente ser un buen compañero. Quería que fuera el hombre más feliz del mundo. Y mientras le servía té, bajo el rosa de los árboles de pronto contemple su mirada heterocromatica y su rostro suave. Las pecas de mis mejillas se colorearon al notar que era la persona más bella que había visto. Fui atrapado por su mundo de princesas y samuráis, de ikebanas y ceremonias de té, del shamisen y de haikus. Por un instante fui capaz de arrancar al hombre que vivía desde la infancia en mi corazón y en su espacio vacío logre colocar a Todoroki Shoto. Lo ame. En ese momento era el héroe dulce y paciente que día a día me detenía de perseguir los pasos de Kacchan y alcanzarlo en el más allá, como no apreciarlo por mantener mi corazón latiendo, como no llegar a amarlo si me obligaba a vivir.

¡Y sé que nunca fui el novio que esperaba, que merecía más! No debía aguantar un corazón vapuleado, herido y moribundo como el mío. Sé que no era suficiente. Mi amabilidad y mi sonrisa dolorosa no era lo que quería ver. Casi todas las noches entregue mi cuerpo como moneda de cambio. Así agradecía sus brazos tibios, su boca dulce, su piel suave... Y por momentos cuando su cuerpo se fundía como metal hirviendo y tocaba mis entrañas, lloraba hasta tal punto de gritar su nombre. Nunca fue mi intención lastimarlo: fui fiel, trate de complacer sus caprichos, de borrar a Kacchan, de interesarme en sus gustos, ser atento y dulce pero ahora sé que nunca fue suficiente.

Si lo quería, realmente lo quería y aunque a veces mentía diciendo que lo amaba no quitaba el hecho de que lo quería pero quizás eso fue como ofrecer a unas manos desnudas rosas rojas llenas de espinas. Hermosas pero hirientes como púas, querer no es lo mismo que amar. Ahora que lo pienso debe ser devastador ser amado por un día y al siguiente ser arrancado del corazón y morir como las flores de los cerezos...

A la mañana siguiente, gracias a Kirishima me entere que Todoroki estaba en casa de su padre, me encontré frente a la entrada de su casa familiar. Parado en la puerta de madera me encorve y sentí un puño en la boca del estomago. Mis manos sudaban y las piernas me temblaban. Después de un mes de olvidarlo y desaparecer sin una explicación estaba seguro que Todoroki querría matarme. Pase saliva y mis dedos trémulos tocaron el timbre. Cuando la puerta rechinó apreté los ojos esperando algún puñetazo pero él no se enojaba como lo hacía Kacchan.

ʀᴇɢᴀʟᴏs ᴅᴇ ɢʀᴀᴅᴜᴀᴄɪᴏ́ɴ |ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum