Capítulo 5

23.2K 2.2K 1.5K
                                    

Es extraño.

E incluso me he quedado días de más haciendo guardias.

Pero no hay nada.

Ningún ángel ha rondado la zona.

Sé que aún están aquí, me lo han dicho los equipos que salen por provisiones, pues los han visto varias veces.

Pero justo aquí no hay ninguno.

Desde el enfrentamiento todo cambió. Los días continuos a eso, la cantidad de ángeles vigilantes aumentó en la zona.

Rondaban por aquí cinco o seis y de forma más continua.

Sin embargo pasados cinco días, desaparecieron. No volví a ver ninguno a ninguna hora.

Era extraño, pareciera que este lugar en particular estuviera vetado de su vigilia ahora.

Pero no lo entiendo.

¿Qué pudo haber hecho a los ángeles olvidarse de este lugar? Sobre todo luego de que nos descubrieran, porque lo saben, saben que estamos aquí...

¿O será que se están preparando para atacar?

Comienzo a sugestionarme entonces, no puede ser... no estarán planeando algo para exterminarnos, ¿o si?

¿Tengo que sacar a las personas de aquí? Si mis ideas son ciertas, estamos en en peligro, no puedo dejar morir a nadie. Pero somos demasiado como para poder sacarlos tan fácilmente.

¿A dónde iríamos? ¿Qué lugar es lo suficientemente seguro como para mudarnos?

Alguien toca la puerta, el corazón me da un vuelco y siento la cabeza comenzar a palpitarme.

—¿Qué pasa? — pregunto en cuanto abren la puerta.

—Lía, tienes que venir — es Joel —. Encontraron algo...

Me paro de golpe entonces. Corro hacia la salida y apenas alcanzo a cerrar la puerta antes de salir volando por el pasillo.

—¿Todo bien? — pregunto mientras vamos hacia la salida.

—No lo sé — admite —. Es extraño, no sabemos qué es.

La preocupación comienza a carcomerme, no es posible, estábamos demasiado bien.

Empujo la puerta de la entrada e instantáneamente me volteo a mirar al cielo, sé que en estos momentos es poco probable encontrarme con un ángel, pero ya se hizo una costumbre cerciorarse.

Bajo los peldaños deprisa, fuera de las rejas veo a varios parados, logro distinguir el cabello rubio de Kate y los rizos de Jason.

Me apresuro más para llegar ya. No sé qué vaya a encontrarme y casi tengo miedo de mirar.

—Lía — me llama Henry cuando estoy a pocos metros de ellos.

—¿Qué pasa? — pregunto asustada.

—Eso — contesta Aaron señalando algo en el piso.

Intercambio mirada con varios, y comienzo a acercarme. 

A un par de metros de la acera hay una marca pintada. Parece ser aerosol dorado, sin embargo no sé en qué momento pudo una cuadrilla hacer esto.

Lo observo tanto como puedo. Es una marca extraña, un símbolo o algo parecido, sus trazos se me hacen ligeramente conocidos, pero no recuerdo haberlo visto como tal.

—¿Qué es? — pregunto.

—No lo sabemos — contesta Kate junto con Jason.

—Pero no es el único — admite Aaron —. Hay más de esos en diferentes puntos.

Apocalipsis Donde viven las historias. Descúbrelo ahora