Sonrío y miro a Seth, que mira a su plato como si recordara algo. Mi padre parece notarlo y lo mira de reojo, pero cuando creo que dirá algo sarcástico u ofensivo, se queda callado.

Me mira con una sonrisa y retoma la conversación:— Olvidé decirte que... he enviado las solicitudes para las universidades que me pediste.

Me emociono al instante. Siempre he querido ser doctora, especializarme en oncología e intentar ayudar a los enfermos con cancer. Siento que es una forma, aunque algo extraña, de conectar con mi madre. Le he pedido a mi padre que llenara algunas formas que imprimí y los enviara.

— ¿Alguna respondió?— pregunto con curiosidad.

Niega con la cabeza:— No, las he enviado hace una semana, la Universidad de Washington responderá pronto pero, bueno, la carta de respuesta para la NYU viene desde lejos, tardara un tiempo.

Veo como Seth alza su vista y me perfora con la mirada. Me quedo helada en mi lugar, y mi padre nos mira incómodos. No lo ha hecho a propósito, puedo verlo, pero ahora no se que decir.

— Bueno, es mejor que sirva el postre...— dice tomando su plato y levantándose de la mesa.— Traeré el budín.

Desaparece en la cocina y yo me dedico a beber agua lentamente, sin mirar a Seth, quién no aparta su vista de mi.

— ¿NYU?— pregunta de pronto.— ¿Te vas a Nueva York?

Niego con la cabeza:— Bueno, siempre fue mi plan, mudarme a Nueva York es mi sueño desde hace tiempo. Podría vivir en una residencia y venir los fines de semana...

— ¿Y planeabas decírmelo?— pregunta enfadado.— ¿O esperarías a que te aceptaran y me lo anunciarías cuando hicieras las maletas?

Me levanto de la mesa:— No voy a discutir por esto, yo tengo derecho a hacer lo que quiera, es mi futuro.

Seth se ríe sin gracia:— Claro, que idiota soy.

Se levanta de la mesa y toma su chaqueta, para luego caminar hacia el recibidor. Yo lo sigo desesperada, sin saber que decir.

— Seth, yo tenía esta idea mucho antes de conocerte, siempre quise...— me explico pero él no está escuchándome.— Era mi sueño poder estudiar ahí, y tu no eras parte de mi vida, tienes que entender que...

— Lo que entiendo, es que yo no estoy en los planes para tu futuro.— sus ojos verdes me paralizan, esta muy enojado.— Tienes razón, es tu futuro, puedes hacer lo que tu quieras, pero, ¿Que pensabas?¿Verme una vez con semana? Y eso con mucha suerte, porque tendrás que estudiar muchísimo, y sin contar que hay un viaje de tres o cuatro horas de por medio, ademas de la fortuna que gastarías todos los meses en trasladarte.

Suspiro:— Ni siquiera se si me aceptaran, estas sacando conclusiones precipitadas, la Universidad de Washington es increíble también, es más probable que me acepten ahí.

— Eres brillante, Ali, te aceptaran en ambas.— responde y yo sonrío inconscientemente.— Y cuando debas elegir, no quiero ser quién impida tus sueños.

Mi pecho se comprime:— ¿Que quieres decir?

— He dicho lo que todos pensamos: tu eres demasiado buena para mí, y no vale la pena que sigas gastando tu tiempo en una relación que no durará.— puedo ver el dolor en sus ojos mientras lo dice.— Soy boxeador, cuando cumpla treinta y cinco tendré que retirarme, ¿Y que crees que haré luego? Trabajaré de algo que de dinero, pero no tendré un futuro como el tuyo, nosotros... no hay un nosotros en un futuro.

Dime Que Me Deseas (1)Where stories live. Discover now