Parte 5

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Hasta antes de ayer, siempre había vivido huyendo, primero de mi pasado, después de mi destino. Por eso amo la velocidad...

Pero entonces, ella apareció y me dio un motivo para dejar de huir. Ahora ya no importa lo que ha pasado y tampoco importa lo difícil que está por venir, siento que si ella está a mi lado, todo lo puedo superar. Con ella, lo único que importa es el momento presente. Y a su lado me siento invencible.

Cuando llego al hospital, de inmediato voy a buscar al doctor Himura, quien la ha estado atendiendo, para preguntar cómo sigue y cuándo podrá salir.

- La verdad es que me sorprende lo rápido que está sanando - afirma el médico - es una chica muy fuerte y tiene una muy buena respuesta de coagulación y cicatrización. Aún así, me gustaría que se quedara hoy en observación y podría salir mañana por la mañana.
- Muy bien - le respondo - gracias por la excelente atención... ¿y puedo verla?
- Por supuesto - contesta - ¡Señorita Naomi! - dice dirigiéndose a la enfermera que está afuera del consultorio - Por favor acompañe a Haruka a la habitación de Michiru Kaioh.
- Con gusto, acompáñeme por aquí, por favor - dice la chica mostrándome el camino hacia donde ella está y mi corazón empieza a acelerarse, mientras una sensación eléctrica y de cosquilleo se apodera de mi cuerpo.

Cuando llegamos a la habitación, la enfermera entra para ver si está despierta y puedo pasar. Enseguida sale para indicarme que entre y luego se marcha.

- Haruka - me llama Michiru en cuanto me ve entrar a la habitación, hay sorpresa y alegría tanto en su voz como en su mirada - Me dijeron que tú me trajiste aquí y que te estás haciendo cargo de los gastos. Te prometo que te pagaré hasta el último centavo, mil gracias...

- No tienes que pagarme nada, al contrario, aún así estaré en deuda contigo... Me salvaste la vida, incluso arriesgaste la tuya por hacerlo y eso no tiene precio.

Una cálida sensación se apodera de mí, mientras un cosquilleo revolotea en mi vientre, cuando noto que mis palabras la hicieron sonreír y sonrojarse... A pesar de la palidez que suele ocasionar la estancia en un hospital, ella se ve tan dulce y hermosa.

De pronto y todavía con cierta dificultad por el dolor de sus heridas, se incorpora para tratar de levantarse, pero un vértigo la hace caer de nuevo en la cama, mientras yo me acerco a toda prisa para sostenerla entre mis brazos.

- Michiru, no te levantes, todavía estás débil, debes reposar un poco más - le digo mientras ella se aferra a mí y se acurruca sobre mi pecho, donde mi corazón late con fuerza, como un bólido a punto de arrancar.

- No puedo, Haruka, necesito estar allá afuera, ¿Qué tal si aparece un nuevo monstruo mientras estoy aquí? No debo permitir que se salgan con la suya.

- No te preocupes - digo tomando su rostro por la barbilla para hacer que me mire - si algo pasa, yo me haré cargo - aseguro para tranquilizarla mientras saco de mi bolsillo la pluma azul con el símbolo de Urano que apareció el día anterior, después del incidente con aquel monstruo - sólo que tendrás que enseñarme a usar esto.

- ¡Haruka! - exclama ella mirándome con una gran emoción, tanto que unas pequeñas lágrimas aparecen en sus bellos ojos de mar - decidiste tomarla - dice al borde del llanto - en verdad esto me hace muy feliz, no sabes cuánto soñé con poder pelear a tu lado - mientras ella habla, yo seco las lágrimas que ruedan por sus mejillas enrojecidas - pero por otro lado, lamento haber sido yo quien te metiera en esto - al decir esto, baja la mirada y su semblante se torna sombrío por un momento, pero después vuelve a clavar en mí su mirada llena de luz - Haruka, perdóname por ser la portadora de un destino tan complicado para ti - dice mientras muerde su labio y las lágrimas no dejan de salir - me hubiera encantado conocerte en otras circunstancias, sin misiones peligrosas de por medio, para conocer todo de ti y retratar tu bella esencia en mis cuadros, para tocar mis melodías para ti, y para recorrer el mundo entero a tu lado, a bordo de tu coche - se ve tan hermosa cuando se sonroja... Y sus palabras me hacen estremecer y experimentar sensaciones que nunca antes había tenido.

Michiru, ¿qué es lo que estás haciendo conmigo?, pienso mientras la abrazo con fuerza y con un enorme deseo de mantenerla siempre a mi lado.

Es la primera vez que una chica logra ponerme nerviosa y alterar todo mi ser de esta manera... Siempre suele ser al revés.

Pero es que tú no eres como todas, tú eres alguien muy especial y quiero saber más de ti, quiero descubrir qué hay detrás de ese profundo y misterioso mar que es tu mirada, para sumergirme en él para siempre.

- Michiru - digo al fin cuando su llanto cesa y nos soltamos del abrazo para quedar solamente tomadas de las manos - te prometo que en cuanto salgas de aquí y te sientas bien te llevaré a dar una vuelta en mi coche a la orilla de la playa, y después podemos ir a donde tú quieras. Verás cómo podemos disfrutar de la vida a pesar de tener una responsabilidad tan grande sobre nuestros hombros - ella me mira sin parpadear, con una enorme dulzura, y siento que confía en mí tanto como yo en ella. Me pregunto si tendrá la misma sensación que yo, de haber encontrado a quien he esperado una y mil vidas - Mientras tanto, descansa para que te recuperes. Y no te preocupes, que mientras estés aquí, yo me encargaré de salvar al mundo - digo guiñando un ojo. Ella me sonríe y se lanza nuevamente a mis brazos.

De nuevo me quedo todo el día a su lado. Hablamos de todo un poco... De su pasión por la música y la pintura, de mi habilidad para los deportes y de mi amor por la velocidad.

Ante mí se desvela una chica cada vez más interesante. Michiru Kaioh es, por mucho, más que una chica bonita, es un ser humano hermoso y una mujer fuerte, valiente, independiente, sumamente honesta y llena de maravillas por descubrir.

Por la noche, el doctor me pide que vaya a mi casa a descansar, pero ya sé que si me voy será otra noche de insomnio. Así que después de mucho insistir, me permite quedarme en el sillón que está a un lado de la cama de Michiru.

Al tener su presencia cerca de mí, siento una gran tranquilidad y logro conciliar el sueño unas horas. En la madrugada despierto y ella duerme plácidamente. La paz de su rostro la hace parecer un ángel.

Acerco la silla al borde de su cama y recuesto mi cabeza sobre mis brazos, cerca de su mano. Mientras dormito, siento que sus dedos acarician mi cabello con suavidad, pero decido no moverme para que no se detenga... Se siente tan bien.

Nunca imaginé que algo así pasaría, pero es bonito sentir que alguien como ella puede aceptarme y quererme como soy.

Es increíble saber que le importo y que me quiere, no por mi fama ni mi fortuna, ni por mi apariencia, sino por quien soy, a pesar de todo lo imperfecto que hay en mí... Michiru, ya nunca quiero apartarme de ti.

Así, al lado de ella y con la calidez de su tacto en mi cabello, logro dormir de nuevo y en mis sueños vislumbro un mágico futuro a su lado. Un futuro que iniciará al amanecer, cuando salgamos de aquí juntas, para no volver a separarnos.

El amor infinito entre el cielo y el marWhere stories live. Discover now