Parte 3

305 17 1
                                    

Se supone que vine a mi casa a descansar un rato, porque pasé todo el día en el hospital, acompañándola aunque ella siguiera inconsciente. Pero no he podido dormir por estar dando vueltas en mi mente a todo lo que ha ocurrido con Michiru en tan poco tiempo.

En realidad la he visto muy pocas veces, pero no logro sacarla de mis pensamientos... sobre todoahora que le debo la vida.

Miro el reloj y ya son las 6 de la mañana. De pronto recuerdo que debo apresurarme, salgo de mis pensamientos por un momento y coloco la pluma brillante a un lado de mi ropa, para no olvidar que ahora debo llevarla siempre conmigo.

Mientras el agua de la regadera cae tibia sobre todo mi cuerpo, los hechos del día anterior se repiten en mi mente una y otra vez, como si se tratara de una película.

Después de lo que pasó en el barco, Michiru cumplió su promesa y dejó de buscarme. Aunque yo misma se lo pedí, la verdad es que ya extrañaba su presencia. Algo dentro de mí necesitaba ver nuevamente sus ojos, escuchar su voz.

Y mi deseo se cumplió, aunque no de la forma en que hubiera querido. Ayer por la mañana me encontraba en el área de talleres del autódromo, ya que le tocaba mantenimiento a mi auto de carreras.

De pronto, escucho lamentos y me acerco a ver, se trata de un chico que parece estar sufriendo. Cuando voy acercándome para saber qué le pasa, de pronto se transforma en un monstruo y me pide que le ayude.

El miedo y la impresión me hacen caer al suelo y cuando esa criatura parece estar a punto de lanzarse sobre mí, un objeto brillante aparece ante mis ojos. Por inercia acerco mi mano a él para tomarlo, cuando Michiru aparece y me grita que no lo haga.

- ¡No lo hagas, detente! - grita un tanto autoritaria - No debes tocar eso, una vez que lo hagas, no podrás regresar a tu vida normal.

Ella saca un objeto parecido y ante mis ojos se transforma en una heroína. Cuando el monstruo se dirige hacia mí para atacarme, ella salta para quitarme de su camino y las garras de esa criatura terminan rasgando su cuerpo. Aún así, se levanta y le lanza un ataque. Entonces me doy cuenta de que es más fuerte y valiente de lo que pensé... creo que la he subestimado.

Gracias a su poder, el monstruo desaparece y el chico vuelve a la normalidad, pero ella cae al suelo exhausta y adolorida. Yo me acerco y la tomo entre mis brazos.

- ¿Por qué me protegiste de ese monstruo? - le pregunto - pusiste tu vida en riesgo... Además si, te lastimas la mano no podrás cumplir tu sueño de ser una violinista - le digo al ver las profundas heridas que tiene en el brazo.
- Haruka.. no creas que investigué todo sobre ti porque dudaba que fueras una sailor guerrera, porque yo ya sabía quién eras tú desde un principio. Desde que saliste por primera vez en las carreras he estado observándote, esperando una oportunidad para acercarme a ti y pedirte que me lleves a pasear en tu auto cerca del mar. Te admiro porque tú no dependes de nadie y siempre usas la honestidad de tus sentimientos.
- Yo no utilizo la honestidad - respondo con frialdad - la verdad es que siempre ando escapando de todo.
- Te conozco más de lo que imaginas y sé que en el fondo no eres así. La verdad es que no quiero que camines por el mismo camino en el que estoy yo, pero cuando supe que tú eras esa persona a la que estaba buscando, me puse muy feliz... porque más que salvar al mundo, lo que me importa es estar contigo - me confiesa mientras las lágrimas empiezan a salir de sus ojos y yo intento limpiarlas en el recorrido que hacen por sus mejillas - perdóname, no debería hablarte de esto, por favor olvídalo - me pide antes de quedar inconsciente entre mis brazos y al cerrar sus ojos, vuelve a su apariencia normal.

Salgo con ella en brazos y me dirijo a mi coche para llevarla al hospital. El médico que la atiende me dice que la herida del tórax es un tanto profunda, pero nada de gravedad, puesto que no hubo fracturas, así que lo más probable es que en un par de días la den de alta y sólo requiera reposo para recuperarse por completo.

Mientras tanto, yo me quedo al pendiente de ella todo el día, hasta que en la noche el doctor me recomienda ir a descansar y me promete que me tendrá al tanto de su estado. Así que hago caso y voy hacia mi departamento para tratar de dormir un poco.

¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué arriesgaste tu vida por alguien como yo? ¿Y de qué manera me hechizaste, que al tenerte cerca mi corazón enloquece y por más que intente, no logro sacarte de mis pensamientos?

El amor infinito entre el cielo y el marWhere stories live. Discover now