Thor

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Este mundo era nuevo, nunca había venido, nunca lo había visto ni de cerca. Tampoco conocía su cultura o tradiciones, no sabía nada de este lugar.
Aunque con el tiempo le acostumbré al nuevo lugar, con los Vengadores todo era tecnologías por lo que también me acostumbré a ese tipo de cosas, aunque no a todo, admito que tenían varias cosas que, para mí, no eran nada agradables.

Después de lo de Ultron, Clint nos presentó mejor a su familia, dándonos a conocer que tenía tres hijos y uno en camino, aunque no pudimos conocer a la más grande ya que estaba viviendo en la ciudad en ese momento, pero ahora fue con su padre un tiempo por lo pasado con en la última "guerra" por así decirlo. Pero mañana la conoceríamos, puesto que Clint nos invitó a comer con su familia y así conocer a su hija mayor de nombre Rebecca.

Sábado en la mañana y todos juntos nos dirigimos al jet para volar a casa de Clint, todos estabamos ansiosos por conocer a la hija de Barton, aunque claro, Natasha y Tony ya la conocían de otras ocaciones.

—¿Cómo crees que sea? —me preguntó Pietro.

—Bueno... Es hija de Clint, no creo que sea un descontrol o alguien que no sigue mucho las reglas.

Y me equivoqué. No podía creer lo que tenía frente a mis ojos, una chica de unos veinte años, tal vez veinticuatro, corría por la casa junto a sus hermanos más pequeños, atrapó al de tres años cargándolo en sus brazos mientras reía. Pero eso no fue lo que nos sorprendió a todos, fue más bien como se veía, claro, uno pensaría que la hija de Clint Barton no posee nada, para mí, raro en su cuerpo, pero ella no, ella poseía dibujos a los cuales aquí llaman "tatuajes" y perforaciones en su ombligo, lengua y orejas.

Sus tatuajes recorrían parte de su brazo y mano derecha, estos estaban coloreados siendo coloreados por sus hermanos menores de 11 y 8 años.

Para ser sincero, sé que a todos les llamó la atención Rebecca Barton, en especial al joven Pietro, Steve lucía algo anonadado al igual que yo, Wanda se llevó de maravilla con ella y Bruce... Bueno... Bruce estaba igual que visión, ambos no decían nada y solo sonreían de vez en cuando.

No tuve la oportunidad de hablar con ella, sino hasta que todos salieron a recorrer el gran campo pero ambos preferimos quedarnos. Y ahí decidí entablar una conversación.

—Lady Rebecca, ¿Cómo es que tiene eso en su brazo? —pregunté.

Creo está más que claro que esas cosas a mí no me parecen normales, también que no entiendo sobre ellas y tampoco sé nada.

—¿Thor... Cierto? —dijo dudosa. Yo asentí. Ella sonrió.

—Aqui en... La Tierra —rio. —Estos "dibujos", por así decirlos, pueden tener un significado, o ninguno, son solo formas de expresarse que tienen algunos y que a otros nos gusta entonces decidimos tatuarnos lo que los demás dibujan, otros se tatúan nombres o sonidos, cada uno hace lo que quiere —explico.

Asentí a su explicación. Aún me parecía que no era lindo llevar eso.

—¿Y... Duelen? —pregunté nuevamente.

—Si, depende de la zona la cantidad de dolor.

—¿Y esto... Dolió mucho? —murmure tocando su brazo suavemente.

Sos mejillas se pusieron algo rojas, apartó la mirada y se apartó un poco de mí, de mi toque.

—Algo... —murmuró.

Una sensación rara se apoderó de mi al verla sonrojada, al notar que se ponía nerviosa ante mi toque, al verla acomodar rápidamente un mechón de su cabello marrón claro detrás de su oreja. De un segundo al otro, Jane dejó de existir.

—¿Y lo de tu oreja, ombligo y lengua? —volví a preguntar.

Sonrió y se sentó en el mármol de la mesa de la cocina.

—Esos duelen un poco menos, de igual manera es molesto los primeros días e inclusos meses.

—No entiendo tu especie... Se hacen cosas dolorosas solo porque quedan "bien" o porque pueden llamar la atención —negué.

Ella rio con su ceño algo fruncido.

—Bueno, en mi caso es porque siempre, desde muy chica, me gustaron estas cosas, además no a todos les gusta, mi papá casi me mata cuando me fui y al año cuando volví por vacaciones me vio con todos esto es el cuerpo.

Sonreí inconsciente al verla reír a ella.

Me estaba enamorando de la persona menos correcta.

......

Y lo que el dios asgardiano no sabía, era que la chica también estaba empezando a sentir algo por él.
Pero ambos tuvieron suerte, ya que meses después, y varias salidas de por medio a escondidas, Thor consiguió besarla... Pero no se dio cuenta de que cierto papá celoso lo estaba mirando, así fue como se armó un gran lío entre los tres.

Finalmente, Clint, terminó aceptando la relación entre su hija y el dios del trueno.

Marvel One-ShootsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora