Marvel One-Shoots

Steve Rogers

Me desperté pero no sentí el cuerpo de Emma a mi lado, me sobresalté porque habíamos peleado anoche y temía que se haya ido.

—¡Emma! —grité desesperado, ya era la quinta vez y ella no contestaba. 

Volví a la habitación y en la meas de luz de ella vi una carta. ¿Cómo no la había visto antes? Los nervios me estaban jugando muy en contra.
Agarré el papel blanco en mi mano y lo desdoblé.

"Steve, sabes bien que te quiero mucho y también sé que el sentimiento es recíproco. Pero tenes que por mucho amor que te tenga no voy a dejar de querer hacer lo que mientras estas leyendo esto, yo ya probablemente esté en camino a hacerlo. Lo lamento, perdón, pero por más que mi vida esté en riesgo por esto yo quiero hacerlo, es mi sueño por más estúpido que sea. 

Perdón por haberme ido sin avisarte, pero habrías intentado detenerme y no quería volver a pelear. Ya sabes donde estoy, por favor, si vas a buscarme que no sea para impedir esto. Te quiero, Emma."

Mi expresión era asombro completo, no podía creer que ella haya ido a hacerlo. 

Anoche peleamos por lo estúpido que era el hecho de querer hacer parkour en Chernobyl, ella practicaba eso desde los diez años y nos conocimos en una de sus competencias a los veinte, cuando ella me comentó lo de la abandonada ciudad por razones horrendas no pude evitar reír, pero después entendí que lo decía en serio. Ya tenía veinticuatro y el deseo de hacerlo seguía presente y se potenciaba, eramos novios hacía dos años y yo había dejado claro que no quería que lo hiciera, tenía miedo y ahora tengo más. 

Salí de mi casa con lo primero que agarré para vestirme, dinero y en una mochila un poco de ropa. Iría a buscarla. 
Tomé el primer vuelo que me llevara a Ucrania, lastimosamente el vuelo de Emma había salido hacía diez minutos y el próximo era para dentro de dos días, así que tomé una decisión que en mi vida creía que tomaría. Tomé un vuelo privado en un jet privado que alquilé en menos de diez minutos, se pueden logar muchas cosas siendo el Capitán América... Y amigo de Tony Stark. Después de quince horas llegué al lugar, fue un vuelo tranquilo por suerte. Estar en ese lugar me daba escalofríos y eso que ni siquiera estaba en la ciudad del accidente y que aparte no estaba despierto para haberlo visto cuando pasó, pero a pesar de eso estaba muy bien informado del tema.

Me maté buscando a mi chica también me costó mucho encontrar una agencia que me llevara hasta el lugar. Pero lo encontré, tuve suerte de la comunicación fluyó gracias a Google y su traductor, me llevó hasta e lugar pero mientras estábamos en camino se me dio por preguntarle si había llevado a un grupo de chicos y chicas hasta Chernobyl. Él me dijo que sí, que los había llevado hasta allá hace mas o menos una hora. 

Después de esa conversación, volví a intentar llamar a Emma pero me mandaba a la contestadora y me estaba desesperando.
Finalmente llegamos, el hombre me hizo entrar pero antes la policía que custodiaba el lugar nos hizo preguntas y nos revisó. Finalmente, entramos.

miraba a mi alrededor y todo era escena de algo horrible sucedido hacía años atrás, tragué duro, no me gustaba nada. Desde la ventana de la combi vi el reactor  y me estremecí, esto era lo peor y más loco que había hecho en mi vida... Y por amor, mierda sí que la amaba para hacer esto por ella.

—Allí están los demás, vamos —dijo el hombre.

Guardé mi celular y nos bajamos. Quería irme ya.

Nos acercamos a los adolescentes que estaban ahí riendo y charlando, pregunté por Emma y ellos al reconocerme, no solo como actor sino también como el novio de su amiga, me saludaron contentos, se sorprendieron cuando les conté todo lo acorrido.