Icarus Falls/ziam.

Capítulo 16.

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— ¿Seguirás ahí acostado?—preguntó Liam desde el marco de la puerta.

Zayn estaba hecho bolita en su enorme cama. Solo llevaba unos pantalones de chándal sueltos y una remera demasiado grande para sí mismo. Se veía enfermo.

El moreno levantó su cabeza posando sus ojos en los de Liam. — ¿Puedes dejar de molestarme?

—Vamos, no puedes estar tan enfermo. —río sentándose a su lado. Tocó con su mano la frente del menor y notó que tenía algo de fiebre.

—Me gustabas más cuando eras un jodido idiota. —susurró colocando su cabeza en el muslo de Liam. Esa era una señal que sabían ambos, significaba que Zayn quería mimos.

Liam no se negó por supuesto. —Creo que debes ir al médico. —sugirió el castaño algo preocupado.

—No hace falta, solo es una estúpida comida que me cayó mal.

Liam torció el rostro. — ¿Quien la hizo?—Zayn lo miró con obviedad. — ¿Louis? Joder, te he dicho que no comas nada de él.

—Lo sé...—comenzó pero Liam lo interrumpió.

— ¿No recuerdas cómo la semana pasada me intoxicó? Y es pastelero, es cosa de no creer. —renegó pero Zayn solo podía mirar los labios del castaño.

Era hermoso y se sentía tan afortunado en tenerlo. Porque a pesar de que no eran novios, ni podían salir de casa tomados de la mano, Zayn lo aceptaba. Lo hacía porque adentro Liam era la persona perfecta, atento y siempre con una sonrisa en el rostro. Lo amaba y aunque nunca se lo haya dicho sabía que Liam también lo hacía.

Había pasado dos meses de su primera cita. La habían pasado bien, un Liam demasiado nervioso y un Zayn completamente enamorado de la forma en que se veían.

Zayn se sentía completo en aquellos dos meses.

Tenían duras peleas dejando a Zayn con el corazón demasiado herido, porque Liam cerraba la puerta de la habitación y pasaba un día sin hablarle. Y a veces Zayn no entendía.

Porque Liam quería su estúpida rutina y a veces era demasiado estar con Zayn, era demasiado ponerse a pensar en cómo sería su plan ahora.

Pero el moreno aparecía y lo calmaba con un poco de café y buenas sonrisas. Con un poema para él y muchas promesas de ayudarlo siempre que quisiera.

Entonces Liam confió un poco más.

—Ven, Zayn. —pidió él castaño tomando la mano del moreno. Este hacía peso muerto haciéndole más difícil el trabajo. —Vamos, ¿cariño?

Zayn abrió sus ojos rápidamente. — ¿Cariño? ¡Me quieres comprar con apodos cariñosos!—Liam río.

—Solo levántate. —Zayn lo hizo.

El mayor tomó la cadera del menor y la llevo hacia él. Colocó una de sus manos por su espalda baja y otra extendida con el brazo de Zayn.

Estaban bailando.

— ¿Qué hacemos?—preguntó Zayn sonriendo.

Liam comenzó a moverse despacio, sus pies dando leves pasitos junto al moreno. Tenía sus ojos cerrados y murmuraba alguna canción demasiado vieja. Zayn no sabía cuál era.