... Dorothy Ross | Ryan Ross

Capítulo 2

—¡Amelie! —escucho cómo Chloe me llama a lo lejos apenas ve que me bajo del autobús.

—¡Chloe! Me encantó la banda, Panic! —le digo cuando ya nos encontramos frente a frente.

—¡Perfecto! Yo conseguí esta revista, aquí puedes ver cómo y quiénes son —me dice y a la vez saca de su bolso una revista, ofreciéndomela.

Veo la portada y después devuelvo mi vista a Chloe, ella me señala con un dedo quienes son y bueno, ahora todo tiene sentido. Sí son atractivos.

—Vaya, sí que son lindos —admito, porque es la verdad y lo que pienso.

—¿Verdad que sí? ¡Sólo mira a Brendon, el cantante! —dice para entonces señalar en la revista a un chico con cabello como el mío.

—No sé, él no me parece tan atractivo —le digo, pero paseo mi vista por todos los demás integrantes de la banda que muestran acá, y entonces señalo a uno.

—Oh sí, ¡ese es Ryan! ¿Te gusta él? —me pregunta viéndome fijamente. Eso asusta algunas veces. Con un poco de pena asiento, nunca he admitido que me atrae algún chico.

Lamentablemente la campana suena y tenemos que entrar a clase. Ella devuelve la revista a su bolso y empezamos a dirigirnos hacia nuestro salón.

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—Te lo digo en serio, That Green Gentleman es la mejor canción del álbum —me discute Chloe. Tenemos cerca de diez minutos en esto.

—No, la mejor es la versión alternativa de Behind the Sea, y si una canción le tiene que seguir a esa lista, es Mad As Rabbits —defiendo yo ahora, llevándome las manos hasta mis caderas y acercando un poco más mi cabeza hacia ella para que comprenda mi punto.

Va a decir algo, pero el timbre anunciando nuestro regreso a las clases suena. Es imposible no reír un poco.

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—¡Toma! Te regalo esta revista —me dice Chloe mientras vamos caminando hacia el autobus y me la sujeta frente a mí.

—¡Ay! ¿Estás segura? Muchas gracias —le respondo, en serio tengo a la mejor amiga del mundo.

—Sí, ¡tómala! —me dice para luego agarrarme la mano, expandirla y poner la revista en ella. Le agradezco nuevamente abrazándola de lado y sonriendo.

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En serio, Ryan es hermoso tanto por dentro como por fuera.

No he parado de observar la revista, específicamente una página donde sale una imagen gigante de él.

—¡Amelie! Vamos a comer —me grita mi madre desde la cocina. Me levanto de un salto de mi cama y voy a la cocina para cenar.

—Mamá en serio, este chico es hermoso. ¿No te lo enseñé ya? —le digo mientras tengo comida en la boca, ni yo sé cómo hice para pronunciar bien las palabras.

—No cariño, pero si quieres cuando terminemos de comer vas y me lo enseñas —me responde con amor, como siempre. Tengo a la mejor mamá del mundo, y nadie ni nada me hará cambiar de opinión.

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—Amelie, tengo que viajar de emergencia para una ciudad. Te dejé la cena ya hecha, ¿sí? No me esperes para comer. Debería estar acá para antes de la mañana —me dice mi mamá mientras desayunamos, ella antes de irse para su trabajo y yo para la escuela.

—Está bien mamá, ¡te quiero! —es lo último que le digo antes de darme un gran beso en mi cachete, volver a despedirse y salir de la casa.

El día en la escuela pasó igual que siempre: clases, receso, clases, comida y más clases.

Llego a la casa y entonces recuerdo lo que me dijo mi mamá, así que simplemente me dirijo a mi cuarto y empiezo a estudiar lo que vi hoy.

Cuando me tocó cenar me sentí rara, no estoy acostumbrada a estar sola en casa, pero por suerte ya antes del amanecer mi mamá debería regresar.

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Me despierto con golpes en la puerta de la casa. Mi mamá me dice siempre que no le abra la puerta a absolutamente nadie, así que lo ignoro y trato de seguir durmiendo. Entonces recuerdo que mi mamá debería estar acá, así que me despreocupo y sigo tratando de dormir. Pero siguen tocando la puerta.

Me extraña que mi mamá no haya pasado por el pasillo para ver quién toca, así que me levanto de la cama y voy hasta su cuarto. Vacío.

Ahora dirijo mi vista hacia el reloj que tiene junto a su cama, logrando leer "5:58 AM". ¿Qué? ¿Dónde está mamá?