Teach Me

Termino

Jongin

 Cada clase que pasa me lleva más cerca de lo inevitable. Fui a la Preparatoria Incheon solo para enterarme que hubo una gran confusión. Se suponía que tenía que decir "Ve a la Preparatoria Seoul". Seoul, donde vive Kyungsoo. La escuela a la que asiste. Y no es simplemente dar clase ahí (cuando recibí mis hojas de asistencia, encontré que el estaba en mi última clase del día y también era tutor de inglés senior). No solo voy a ser su profesor y lo tendré en clase durante una hora, sino que también seré requerido para verlo tres veces por semana cuando el enseñe en mi clase. 

 Mi primer pensamiento fue, ¿cómo demonios pasó esto? La respuesta estaba en Incheon. Había un espacio libre en el departamento de historia pero la vacante de inglés estaba en Seoul. Las notificaciones telefónicas se cruzaron y las llamadas fueron a los candidatos equivocados. Kim Daehyun fue a Seoul para encontrarse en la misma situación. Una vez que me dijeron dónde se suponía que tenía que estar en realidad, recé para que lo hubiera oído mal. De ninguna forma puedo dar clases en el colegio de Kyungsoo, pero acepté y tengo que vivir con mi elección hasta que pueda encontrar algo nuevo. Solo tuve tiempo para enviarle un correo rápido y luego subir al avión. Ahora me enfrentaré a la  tortura de verlo entrando en clase. Joder, mi clase. La parte más dura es mi deseo enorme de verlo combinado con un  absoluto terror. Espero que pueda mantener la cabeza y superar la última clase del día, la clase de Kyungsoo. 

 La campana suena y los chicos comienzan a llegar. Ni siquiera quiero ver su cara cuando entre, no sé si recibió el correo que le envié. Tenía nuestra foto del verano (nuestra última noche juntos) que me dio en su carta en mi escritorio. Pero ahora está escondida y a salvo en mi cajón superior. Me siento en el borde de la mesa y reviso los planes que tengo para la primera semana. Había decidido que los estudiantes leyeran Drácula ya que era lo que Kyungsoo estaba leyendo y uno de mis favoritos. Sería un buen punto de partida. 

 Hay murmullos por toda la clase. El entrenador de baloncesto me dijo en el almuerzo que todos los chicos de su clase estaban hablando sobre el joven chico nuevo. Como si necesitara algo más para ponerme nervioso. Hay un eco de risas y miro hacia arriba. 

 Kyungsoo está de pie en la entrada, sin mirar arriba y reacia a moverse. Hay dos asientos vacíos en la clase, primera y última fila. La campana suena y se supone que los estudiantes tienen que estar sentados. Kyungsoo todavía está de pie afuera, se ve como si fuera a vomitar. Estoy confundido. No quiero nada más que jalarlo cerca y decirle lo mucho que lo quiero. Pero no puedo. Ni siquiera se supone que tenga que saber quién es. Simplemente estoy mirándolo sin tener ni idea de qué decir. 

 Un chico en la parte posterior de la clase se levanta y va hacia el. Pone un brazo alrededor de sus hombros y le susurra al oído. Quiero arrancarle la cabeza. Kyungsoo asiente, todavía mirando al suelo. El chico (que va a suspender mi clase de inglés) sigue hablando y Kyungsoo sonríe débilmente. Finalmente es capaz de convencerlo de entrar a la clase y me siento aliviado. Me doy cuenta de que hay veinte pares de ojos mirándome ahora. Me vuelvo hacia ellos y sonrío. 

 —Bienvenidos a inglés del último curso —me las arreglo para decir—. Soy el señor Kim.

 Entonces paso lista. Lee Jinki es el chico que está sentado junto a Kyungsoo. Reparto la lista de asientos y todo el mundo rellena su nombre. Lo miro y por un momento solo me fijo en la letra de Kyungsoo. Escribió a mano las cartas que me dio hace una semana, pero ahora su letra parece dura y tensa, como si la mano hubiera estado temblando mientras la escribió. 

 —Bien —dejo el papel—. Vamos a empezar este año con Drácula. Me lanzo a la lección que he planeado. Todo lo que necesito es concentrarme en las palabras de Bram Stoker. Hago un resumen de lo que espero de ellos y bla, bla, bla, hasta que suena la campana.