capítulo 21

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Lauren Pov's

-¿¡Ally!?

-¿!Lauren!?

-¿!Ally!?

-¿!Lauren!?

-¡Camila! -Dijo Camila levantando sus brazos y agitandolos como un pequeño bebé.

-¡Qué gusto verte de nuevo Lauren! -Decia la más pequeña con una gran sonrisa en sus labios y acercándose a mí.

-¡Ally! Hace 2 años que no sabía de ti mi pequeña amiga. ¿Que ha pasado? ¿Sabes algo de Normani?

Ally tomó asiento enfrente de Camila y mío.
Empezamos a platicar y recordar cosas.
Camila escuchaba las cosas atentamente comiendo un plátano.

-Chicas, tengo que ir a trabajar, si se les ofrece algo más, solamente pidanlo.

-Muchas gracias ally, cualquier cosa yo te llamo.

La más pequeña sonrió y se alejó.

-¿De donde se conocen? -Preguntó Camila jugando con un mechón de su cabello.

-Oh, éramos muy buenas amigas cuando estábamos en la secundaria, después de eso, todas tomamos diferentes caminos, yo no era de esas chicas super populares con muchos amigos.
Solamente tenía un grupito, éramos 3,
Ally, Normani, y Yo.
De Normani no sé nada, de Ally, recién me platicó que vino a estudiar aquí y consiguió este trabajo, ¿Que pequeño es el mundo, no lo crees?

-Totalmente, Lo'. -Sonrió


*

El tiempo seguía pasando, y nosotras desayunando, encendí mi celular, 7:40.
Era hora de regresar al hotel para ir directamente al aeropuerto.

Íbamos de regreso, y pude notar la cara de Camila.
Estaba con el ceño triste.

-¿Estas bien, camz? -Pregunté tomando sus manos.

-¿Enserio Lauren? ¿Me preguntas si todo está bien cuando te tienes que regresar inesperadamente? Eres increíble.

Era entendible que Camila estuviera así, pues "inesperadamente" tenía que regresarme.
Yo no quería hacerlo, y me prometí a mí misma que sería la última vez que lo hacía.

-Camz, enserio lo siento, créeme que yo quiero quedarme contigo, créeme que estoy enamorada de tí, y no me importa alguien más, solo tú, se que esto es muy cliché, pero enserio, quiero que confíes en mí. Confíame tu corazón.

-Es inevitable estar enojada contigo. -Se acurrucó en mí, su brazo rodeaba mi cintura y con el otro me abrazaba con mucha fuerza.

*







Llegamos al hotel, y la camioneta nos esperaría abajo en lo que yo bajaría mis maletas.

De ida a la habitación, Camila y yo caminábamos con nuestras manos entrelazadas.
Subimos por el elevador y sonreí recordando lo que había pasado aquí.

Llegamos y Camila abrió con su llave.
Entre a la recámara y saque mi bolso de mano.

Camila esperaba sentada en el living con la mirada fija.

Me senté a su lado, Y nadie dijo una palabra.

-Supongo... Supongo que esta es la despedida, ¿No?

-Supongo. -Camila se abalanzó sobre mi, y me besó, me besó de una manera tan tierna, sus labios sabor cereza con una pizca de sal, esto por las lágrimas que estaba derramando.

-Hey... No quiero que llores ¿Okay? -La alejé un poco de mi para limpiar sus lágrimas y acercarla hacia mi.

-Lolo, Yo... Quiero darte algo, para que me recuerdes, así llevaras una pequeña parte mía, Contigo. -Se levantó y fue a buscar algo entre sus cosas.

-Toma. -Me entregó un peluche de un bebé León. -Quiero que lo tengas, este peluche tiene un gran significado para mí, y quiero que tú lo conserves de ahora en adelante. -Miré al peluche y era realmente tierno, lo tome entre mis manos y lo abracé, después abracé con todas mis fuerzas a Camila y volví a besarla.

-Hora de irme. -Mire mi reloj.

-Te acompaño. -Ofreció Camila y yo con gusto asentí.

Bajamos por el elevador y ya afuera subimos las cosas a la camioneta.

-Te extrañaré tanto Lauren.

-Yo también Camz, aún así estaremos en contacto, tienes mi número telefónico y yo el tuyo, te llamaré a cuando llegue.

-Te quiero tanto Lauren, nunca lo olvides.

-Y yo a ti te quiero más Camila. -Juntamos nuestras frentes y podía ver los ojos cristalinos de Camila.

Maldito Luis.
Maldito video.
Maldita vida.
Maldita Yo, por no poder defenderme.

Subí a la camioneta después de despedirme.

La camioneta empezó a andar y Camila estaba afuera del hotel, después salió corriendo persiguiendo la camioneta.

-¡ESPEREN! ¡PAREN LA CAMIONETA!-Y así fue, frenamos.

-La...Lau... -Su respiración estaba agitada.

-Tranquila camz. Tranquilizate.

-Olvide preguntarte algo...

-Adelante.

-Volveremos a estar juntas, ¿Verdad?

-Totalmente camz.

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo.

Beso mis labios por última vez, y la camioneta emprendió su camino de nuevo.






Pero, ¿Quien dice que las promesas no se rompen?

¿17?// CAMRENWhere stories live. Discover now