Nota 6: Presentación

27 2 0
                                    

Bloc de Notas

Ya han pasado cinco notas, así que supongo que es momento de presentarme como corresponde.

Mi nombre es HaNi, tengo veintiún años, estoy en último año de la universidad, soy géminis, vivo con mis papás y la bestia de mi hermano menor.

Eso, hasta luego.









En realidad, y hablando seriamente, las notas que escribo son muestra de mis sentimientos reales. Estos siempre salen a la luz en la madrugada, cuando no puedo dormir y me quedo pensando estupideces en mi cabecita de pollo.

Como leí una vez en las frases de desmotivaciones.com de esos años: "En la noche todos estamos un poco rotos". Y estas notas son el resultado de esa ruptura interna nocturna que experimento constantemente.

Y, como pudieron percatarse, hace poco tiempo tuve una ruptura amorosa (la tercera, tengo que decir).

Con este "Sol", como lo llamo, nunca discutimos, nunca peleamos por algo, quizás por cositas triviales como quién le robaba un beso al otro y ese tipo de cosas tontas por las que uno pelea cuando le gusta alguien. Pero nunca por algo serio.

Él era mi ex novio del 2016, año en el que duramos aproximadamente dos meses solamente, porque a la señorita estúpida, quien les habla/escribe, se le llenó la cabeza de basura y decidió alejarse.

Como siempre.

Podría decir que en ésta ocasión fue igual. Pero no, fue distinto. Decidí intentarlo de nuevo, porque, vamos, la primera nota habla de toda mi sinceridad. Me gustaba, lo adoraba, y pensé que sería así siempre. Creí haber madurado, crecido, y pensé que había dejado atrás esa faceta de "no-necesito-a-nadie-compartiendo-mi-vida" o "no-necesito-a-un-hombre-que-me-cuide" blablablá.

Pero de nuevo... Me equivoqué.

Pensaba que era inmadurez, una fase, o que en el último caso él no era el indicado.

Hasta que llegó mi mejor amigo, Alvi, y me dijo: ¿No será algo más serio?

- Qué crees, tonto, ¿que estoy loca?

- No, pero debe haber una razón para que termines todas tus relaciones por lo mismo.

- No, tengo que crecer solamente. Le doy muchas vueltas a las cosas.

- Mejor veamos, realmente no perdemos nada.

Y le hice caso, porque ese niño a veces puede tener razón.

Investigamos.

Totalmente desmotivada abrí Google y escribí: "Miedo a enamorarse". Algo básico, de algo había que partir. Y como primer resultado aparece: Filofobia.

Abrí la página y apareció un artículo que redactan esos tipos que se dedican a explicarle a las personas lo que sienten. De esas mismas páginas que redactan tú horóscopo o que explican el significado de un sueño equis que tuviste la noche anterior.

En fin. A grandes rasgos, se explicaba ahí que la filofobia no es una enfermedad mental, sino una patología emocional. Es el miedo a enamorarse o a comprometerse en una relación seria basada en el amor.

Y puede deberse a ciertas experiencias de vida. Por ejemplo, una mala relación amorosa, en donde se experimenta, o experimentó, violencia. Sin embargo, también puede deberse a que una persona nunca se ha enamorado ni ha experimentado el amor como tal.

De hecho, el artículo decía que normalmente las personas filosóficas nunca se han enamorado y la fobia también compromete al miedo de no enamorarse nunca.

Hay algunos tratamientos psicológicos que pueden ayudar a perder este miedo. Algunos son terapias simuladas, yo entendí eso como que el psicólogo te pone en ciertas situaciones típicas de relaciones de pareja. Y si lo pienso, si el psicólogo hace que alguien me abrace por la cintura, por ejemplo, creo que podría ponerme a gritar. Me da un pánico horrible.

Esa pensamiento fue una prueba de que probablemente soy filofóbica.

Y el otro tratamiento es enamorarse. Tal como lo leen. Llega a ser ridículo, pero creo que tiene sentido.

Luego de leer ese artículo, Alvi y yo nos miramos con la misma cara que pone Picachu cuando se sorprende.

- Eres filofóbica.

- Probablemente.

Notas de una chica filofóbicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora