Nota 1: Año Nuevo 🌟

107 5 0
                                    

Bloc de Notas

Reflexiones fin de año 2018

He llorado tanto en silencio este año. Encerrada en mi pieza ahogándome por las lágrimas y por la falta de aire, también por las injusticias de mi misma familia, por las desigualdades que se transmiten, y por el infantable dolor de la soledad.

Ha sido un año doloroso desde la parte sentimental. El estrés y las faltas cercanas han estado presentes de principio a fin. Sí que he sabido llorar este 2018, desconozco la razón, quizás es porque ya soy una adulta que le teme al futuro de su carrera y de su familia, o porque soy más sensible a las faltas de amistades y familiares. Ni idea, pero aquí estoy, 31 de diciembre del 2018 a las 21 hrs. terminando una monografía a último minuto para tener el día libre mañana, primero de enero año 2019.

No me arrepiento de nada, absolutamente. A pesar de que me gustaría haberme negado a la paralización universitario de mediados de año que se extendió por tres meses y que me acortaron las vacaciones de invierno y verano. A pesar de que podría haber terminado trabajos dentro del plazo estipulado por profesores para no andar a última hora matándome con el estudio y leyendo, lo mismo para los exámenes. Pero hay cosas de las que no me arrepiento.

A principios de este año di un paso importante en mi vida sentimental. Volví a hablarle y me aceptó, me di cuenta de que con él los rencores no corren, y todo volvió a la amistad, a pesar de que, en el fondo seguramente, ambos sabíamos que existían aun sentimientos que no se cortaron con nuestro término del 2016. Hoy en día hablamos continuamente, y ambos nos dimos cuenta de que nuestros sentimientos se afianzaron y nunca nos soltaron, así que espero que podamos seguir adelante. Sin ponerse tontos, como dice mi amiga Roa.

Lo quiero tanto, me gusta y me encanta fuera de los límites que había tocado anteriormente. Ya no pienso tratarlo como un niño solo porque va dos años atrás en la universidad. Es un hombre hecho y derecho, con ideales y sentimientos, con metas y barreras como todos. La diferencia es que él me quiere por cómo soy, no me juzga (a pesar de que me presione para no fumar tanto, cosa que hacen muchos), me admira y no me limita a nada. Me encanta, lo extraño tanto cuando no está (lo culpo tanto por irse a la capital justo antes de las fiestas, justo después de ese jueves en la universidad, es tan tonto) y me gusta, fin de asunto corazón estúpido y cabeza hueca, no podemos negar lo innegable, quiero estar con él por el tiempo que pueda.

En fin, este año se vienen muchas cosas interesantes en todo nivel de mi vida. Internado profesional en la universidad, una pseudo-relación formal o informal (me dan igual las etiquetas, no soy un perro que necesita estar amarrado a un nombre con la persona que quiere), tesis de especialidad (recuerda pensar muy bien si quieres seguir con el mismo equipo de trabajo, fue horrible el año que pasó), ¿avances laborales? porqué no, Dios sabrá. Solo espero que seamos capaces de salir adelante con mi familia, con mis amigos, con mi sol.

No quiero perder a nadie, pero si es necesario lo haré, sólo verdaderos amigos me han apoyado hasta ahora, y los verdaderos me han visto llorar y han estado ahí tendiéndome un pañuelo y aconsejándome, no quiero perder eso jamás.

Ahora quiero cambiarme ropa, ponerme cómoda y bonita porque el año se acaba en dos horas con cuarenta y cinco minutos, y abajo están haciendo un asado que pretendo quemar para comérmelo como la carnívora pirómana que soy.

Saludos a mi sol precioso que me hace sentir cositas tan bonitas que nunca pensé que sentiría, saludos a Roa y a Demian que me introdujeron en la marihuana el pasado sábado, para la otra fumaré una vuelta, no dos, gracias. Saludos a mis papás y al simio de mi hermano.

Ha sido un año interesante y sin duda diferente (nunca había estado estudiando hasta Navidad y Año Nuevo, y no quiero que se repita), con sorpresas radiantes (mi sol, insisto) y con llantos ahogados. Pero aquí vamos de nuevo, a darlo todo por el nuevo año, y por el último, si Dios quiere y mi cabeza puede, en la universidad. Quiero lo mejor para mi familia y daré todo por ellos.

Besos al cielo, ángeles míos, los extraño tanto.

A mis abuelos.

A mi sobrino, bello ángel de la tía.

A mi tío.

Feliz Año Nuevo 2019.

*Fotografía insertada*

Notas de una chica filofóbicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora