d i e c i n u e v e

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La escuela estaba muy alejada de mi casa. Aunque tratara de llegar puntual  el tráfico terminaba arruinando todo. Hasta ahora tenía un reporte en este semestre y no planeaba ganar otro.
Corrí tan deprisa que los libros en la mochila parecían flotar junto con mi cuerpo. Miré la hora. De nuevo, veinte minutos tarde. Al cruzar el portón entré rápido y sigilosamente para pasar desapercibida por la dirección. Al momento de cruzar el pasillo para llegar al salón coincidí con una persona parada atrás de una jardinera. ¿Qué otro chico llevaba una sudadera azul marina? Era Tyler. Cargaba su mochila en la espalda y parecía estar deliberando entre entrar al salón y ser regañado por llegar a media clase o quedarse a fuera. Sólo  él se reía de su situación. Al verlo me contagió una sonrisa. Teníamos algo en común: llegar tarde.

El jardín de mi mente ©  [✔]Where stories live. Discover now