Capítulo 3

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¿Necesidades de hombre? Aun no podía creer que él hubiera dicho eso. Sus palabras me daban vueltas en la cabeza.

Una vez de regreso en la universidad con Ney,  sacaba de nuevo el tema de Bin, se había pasado el resto de las clases preguntándome sobre lo que había pasado, le había dicho mil escusas o parte de la conversación, claro evitando la última parte, la cual deseaba olvidar.

– ¿Entonces no te dijo nada más? –Le puse mala cara. No me apeticia hablar del tema– ok, ok…

–Realmente no quiero hablar de eso, ya te lo dije es un idiota.

–Si y como mil veces jajaja… ¿Por qué lo odias tanto?

–No lo odio.

– ¿Segura?

–No lo sé, ¿Es que soy la única que se da cuenta que es un pesado? ¿O que ven los demás que yo no puedo ver en él? Porque la verdad comienzo a preocuparme.

–No es eso, veras regularmente alguien te cae mal después de que te hace algo malo…

– ¿Y él no me ha hecho nada a mí? –dije al recordar los últimos enfrentamientos. Pero ella desde luego no tenía idea. Asi que no tenia mucho sentido discutir– No quiero hablar mas de él, cambiemos de tema.

– ¿Y Renata como esta?– Aquel era otro tema del que tampoco me apetecía hablar.

–No tengo idea –me encogí de hombros.

– ¿Cómo? –pregunto sorprendida.

–Pues si, no ha llamado, cambio de celular ni si quiera tengo su número.

–Júralo… ¿No la extrañas?

–Hablemos de otra cosa quieres.

–Creo que hoy no tienes ganas de hablar de nada ¿Cierto? ¿Ver a Bin te puso de malas? –La fulmine con la mirada– Ok, ok. ¿Ya sabes dónde harás tus prácticas finales? Supongo con tu padre ¿Cierto? –las practicas, otro tema del que no quería hablar. Pues las cosas no habían terminado bien con mi padre.

* * *

Después de despedir a mi madre y hermana en el aeropuerto, mi padre me llevo hasta mi casa. En el trayecto de regreso, mi padre no me había dirigido la palabra, me daba la impresión de que estaba molesto así que me limite a guardar silencio. Se detuvo en la entrada.

–Llegamos –dijo secamente. Me dispuse a bajar, pero ver su indiferencia hizo que explotara, pues que yo recordara no había hecho nada malo para que se dedicara a ignorarme.

– ¿Te molesto? –Pregunte lo más tranquila que pude, pero él apenas me miro.

–Tu comportamiento es lo que me molesta, no puedo creer la forma en la que piensas sobre tu hermana, dándole la razón a ese tipo.

–Que… –intente responder, pero entendí a lo que se refería ¡Rayos Yunho era un soplón! –Solo trate de ser imparcial –me dedico una mirada furiosa.

–La imparcialidad no aplica cuando se trata de tu familia. Además tu siempre estuviste en contra de esa relación ahora no te queda ese papel –Aquellas palabras fueron mil veces más dolorosas que todas las que pudiera decirme mi hermana, Yunho o incluso mi madre. Se me formo un nudo en la garganta, me mordí el labio para no llorar. Rápidamente baje del auto y no volví la mirada cuando se marchó. Estaba al borde del llanto, aquello tan absurdo e injusto. Después de eso no supe nada de mi padre, el dinero y todo asunto era manejado a través de Tina. Imagine que aún seguía molesto conmigo así que no hice intentos por buscarlo.

-Sustituta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora