El Crimen Perfecto ; jjk

el crimen perfecto | 11

enamorarla | p.1.

La miré a ella y luego al pequeño imbécil al lado de ella.

―¿Qué haces?―Preguntó.

―¿Qué hago de que?―Pregunté

―¿Porque nos miras así?―Dijo ella mirándome extraño.

―Estoy esperando que me presentes―Dije y pude ver como su confusión se hizo más presente.

―Ya sé quién eres Jeon―Dijo el imbécil de Seoung al lado de ella.

―No, no sabes quién soy―Dije y extendí mi mano―Tómala como hombre―Dije y todos dos me miraban completamente extraño.

―Sólo hazlo―Dijo Suni negando al ver la escena, Seoung tomó mi mano y la estrechó.

―Mucho gusto soy Jeon Jungkook―Sonreí―El novio de Suni

―¡¿Él novio de quien!?―Dijo el asombrado.

―¡¿Hiciste todo eso sólo por eso?!―Preguntó ella alterada.

―Tengo que marcar territorio―Expliqué.

―¿Osea que si es cierto?―Preguntó el aún sin entender nada, estúpido.

―Si Seoung, soy el novio de Suni

―¿No te pueden echar de tu trabajo por eso?―Preguntó él―Además es menor de edad, te pueden meter a la cárcel

―¿Porqué mejor no te largas?

―¡Jungkook!―Me reprochó ella.

―Vámonos―Le dije serio tomándola de la mano para alejarse de él.

―No, ¡Déjame!―Se soltó de pronto, por suerte era sábado y él parqueadero de la universidad estaba vacío o si no, el espectáculo iba a estar bueno―¿Porqué hiciste eso?

―Ya te dije, marco territorio

―Fuiste grosero con él―Me dijo―Además te recuerdo que es mi mejor amigo

―Tú mejor amigo que gusta de ti―Le dije y ella suspiró.

―¿Estás celoso?

―Si, y bastante―Reconocí.

―Pero...

―¿Pero?―Se me acercó un poco a mi conectando sus ojos con los mío.

―Pero yo te quiero a ti―Dijo y una sonrisa involuntaria salió de mis labios.

La jalé hacía a mi besando sus labios mi milésima vez en el día, desde que nos hicimos novios no he podido dejar de hacerlo y es que en cierta forma me estoy volviendo adicto a ella... Y eso complica un poco las cosas.

―Vamos, Yagmi y Brujo nos están esperando―Dijo ella separándose de mi de pronto tomando mi mano mientras caminábamos hacía el auto.

Pueda que lleve años en este trabajo pero nunca me había metido en un terreno tan peligroso como en el que estoy ahora, estoy entrando al terreno más peligroso en el que alguien puede entrar, al del amor.

―¿Qué miras?―Preguntó mientras quitaba su mirada de la carretera para ponerla en mi y luego en la carretera.

―Eres hermosa―Dije sin siquiera pensar mis palabras haciendo que sus mejillas se pusieran rojas y se acomodara en el asiento de nuevo.

―Sigo enojada contigo

―Tú sabes muy bien que el gusta de ti, como no me voy a poner así―Reproché.