Lo que paso a continuación fue una anécdota un tanto peculiar que sería divertido de contar, ya que a los pocos segundos que se adentraron a la feria, las chicas junto a Akeno no dudaron en arrastrar al pelirosa con ellas y alejarlos de los hombres, quienes pedían suerte por su amigo.

Las chicas disfrutaron el día arrastrando a Natsu de una atracción a otra, donde cada chica se juntaba con Natsu en cada juego, ya sea alguno como la montaña rusa o alguno donde se ponía a prueba tu puntería. Todo bajo la atenta mirada de todos en la feria, ya que algunos hombres sentían celos de que el pelirosa tuviera tanta suerte al estar rodeado de hermosas jovencitas y lo mismo iba para las mujeres pero a la inversa. Pero a pesar de que Natsu fue arrastrado de un lugar a otro con tanta fuerza por las chicas, disfrutó como nunca antes el día junto a sus amigas. Sin duda alguna, ese le hacía falta un pequeño descanso luego de dos meses ensayando las canciones.

Posteriormente, acompañó a cada chica a sus respectivos hogares, donde se llevó la sorpresa de que Dimaria se había mudado a la ciudad junto a su compañero canino Robert. Y ambos vivían en un pequeño departamento que la rubia había comprado a solo unas cuantas calles de donde estaba el condominio donde vivía el pelirosa.

Ahora nuestro pelirosa se encontraba caminando en dirección a su casa en medio de la calle del condominio en donde vivía él junto a Zeref, Mavis, Yukino y Juvia. Hasta que sintió que su celular estaba recibiendo una llamada.

Sacando el aparato del bolsillo de su pantalón, el número que lo llamaba no estaba registrado entre sus contactos, dudó unos segundos en si atender o no la llamada, pero tenía intriga quien lo estaba llamando. Presionando el botón de contestar la llamada, colocó el aparato en su odio.

-¿Diga?- Nada, nadie respondía su pregunta, sabía que alguien lo estaba llamando porque lograba escuchar su respiración, la cual estaba entrecortada y podía escuchar leves sollozos.

-¿Quién habla?- el tono que utilizo fue un poco más grave y brusco, desesperándose porque nadie contestaba.

-Lo siento...- era la voz de una chica, una chica que se encontraba llorando, pero fue lo único que pronuncio aquella chica antes de cortar la llamada.

Pero con esa palabra, Natsu quedó estático, reconocía aquella voz, pero, ¿Cómo? ¿No se suponía que ella estaba en Europa por sus estudios junto al hombre con el que lo había engañado? No, era imposible que fuera ella, ¿O no?...

Muchas preguntas y pocas respuestas rondaban por su mente creando todo un lio mental ocasionando que Natsu sintiera una terrible jaqueca.

Sacudiendo su cabeza tratando de olvidar aquel momento y evitar que estuviera distraído en el último día del ensayado de las canciones y en el mismo día del "Festival de las Hadas". Volvió a encaminarse hacia su casa ignorando aquella llamada...

Dos días después

El Festival de las Hadas, es una fiesta que organiza el colegio de Fairy Tail cada año como "bienvenida" a los nuevos alumnos que ingresaron al colegio y a los que pasaron al siguiente año. A excepción de los que se quedaron a recusar sus respectivos años. Ahora los alumnos estaban de un lado a otro entrando a las aulas que habían arreglado para aquel día, los arreglaron estilos cafeterías maid's o también pequeñas casas de terror.

La noche cubría por completo el colegio, el cual era alumbrado por sus llamativas luces de colores. Y en el patio trasero del colegio, se estaba llevando un bailable protagonizado por las siguientes chicas:

Yukino Agria

Kagura Mikazuchi

Erza Scarlet

Natsu Dragneel-KunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora