𝒫𝓁𝓊𝓂𝒶 22🌙

44.1K 3.1K 189
                                    

BITIA

Su compañía me hacía falta, sentía un hueco en mi interior, yo solo soy alguien que llegó, y tal vez yo sea algo pasajero en su vida y nunca lo quise ver, quizás él y yo no estamos destinados a estar juntos, después de este tiempo, creo que la vida no nos quiere juntos, quiero aferrarme a Derek, decirle que lo amo, y que siento que mi corazón no latera igual de fuerte por alguien como lo hace por él.

Él llegó a mi vida sin avisar, nunca lo busque, solo, llegó, y ahora, tengo tanto miedo de decirle adiós, porque con él se van mis ganas de sonreír, de siquiera tratar de ser feliz, quizás suene exagerado, pero así es como yo lo siento, es un dolor que se encuentra latente en mi corazón, y creo que, si lo dejo ir, ese dolor nunca se marchará, y la herida que deje su partida nunca sanará.

Y aunque quisiera darle una oportunidad a Nick, siento que eso no cambiaría absolutamente nada, y todo por esta estúpida conexión que siento con Derek.

Desde que llegamos de aquel lugar Nick se ha mantenido distante conmigo, pero supongo que es normal, ahora lo único que me queda por hacer es buscar a Haziel, no quiero estar en la mansión de Desmon y de ahora también Libi, y aunque no lo quiera, tengo que buscar mi propio camino sola.

-Bit, ¿puedo pasar? -La voz de Libi se hacía cada vez más fuerte mientras ella más se adentraba en la habitación.

-Sí, claro que si Lib, después de todo esta ya es tu casa. -Le guiñé el ojo para después darle una muy leve sonrisa, porque como dije, mis ganas de estar alegre, eran nulas.

Ella cerró rápidamente la puerta que se encontraba justo detrás, se notaba algo nerviosa por la forma en que me miraba, siempre supe descifrarla, aunque claro, no era muy difícil hacerlo.

-Quiero que hablemos de algo muy importante para las tres. -Habló firme y clara.

Sabía de lo que quería hablarme, asentí con la cabeza, me levante del pequeño sillón en el que estaba, y cerré por un momento mis ojos, haría un hechizo que hace mucho aprendí de un sabio arcángel. Levanté mis brazos a la altura de mi torso para después comenzar a mover mis muñecas lentamente, y ahora, solo quedaba imaginar fuertemente aquello que quería, y así fue, ahora nadie externo nos podría escuchar gracias a este pequeño hechizo, que a decir verdad era muy efectivo y de gran ayuda porque estos licántropos lo escuchan todo.
Bajé mis manos para acto seguido sentarme, pero esta vez con una posición más cómoda.

-Adelante, te escucho. -Dije firme para después mirarla directamente a los ojos.

-Creo que ya sabes que es de lo que quiero hablar, pero aun así te lo diré -Soltó un leve suspiro, se notaba insegura de lo que estaba a punto de decirme-quiero decirle a Desmon que soy un ángel.

-Lo entiendo, no quieres seguirle mintiendo. -Dije sin más, sabía que esto de guardar el secreto no duraría por mucho, y más aún conociendo a Lib, a ella no le gusta mentirle a las personas que ama, y ahora Desmon es uno de ellos.

-Entenderé si no puedo decírselo. -Dijo cabizbaja.

-Lib -Me acerque a ella y tome sus manos- entiendo que ya no puedes ocultarle esto a Desmon, y claro que puedes decírselo, si tú confías en él nosotros también lo haremos, y sé que tanto Desmon como nosotras queremos tu bien, pero una cosa, solo puede enterarse él, y solo a él, aún no pueden saber los demás de nuestra verdadera naturaleza. -Dije sería.

-¿Estás hablando enserio? -Ella realmente no creía mi respuesta.

-Si Lib, estoy hablando muy enserio. -Le di una sonrisa cálida.

Rápidamente me abrazó, quede un poco impactada por su cambio tan repentino de actitud.

-Gracias Bit. -Dijo casi en un susurro mientras me seguía abrazando cálidamente.

Ángeles Luna IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora