뷔홉

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Las mañanas solían ser algo pesadas, en especial si después de varios años vuelves a trabajar como un idol, le estaba costando acostumbrarse a la rutina ajetreada. No solo a él, a todos les afectaba.

Pero después de todo, hacían lo que más les apacionaba.

Una de las cosas que lo motivaba era su hyung.

Ese hermoso rayo de sol que siempre tenía una preciosa sonrisa en su rostro, pase lo que pase.

Y lo mejor, era que podía deleitarse con verlo a primera hora todos los días.

Buenos días bello durmiente~ — dijo Hoseok divertido a su dongsaeng.

—Buenas Hobi-hyung.

Con algo de pereza se levantó y abrazó al mayor.

Estoy amaneciendo...

—Lo sé nene, lo sé— susurró correspondiendo el abrazo aspirando el olor de TaeHyung en su cuello. Dejandose embriagar por el, relajando su cuerpo.

Seok siempre había querido al menor, sus sentimientos se aclararon cuando se besaron por primera vez. Por más que haya sido obligado a hacerlo, sintió como si estuviese destinado y tan correcto, que parecía natural.

Lo que más amaba del menor era la manera tan pura que tenía al ver las cosas.

Aunque a veces lo "puro" se iba al caño cuando se lo proponía..

Pero bueno.

Su sonrisa, sus expresiones, su personalidad, todo. Le fascinaba.

Ambos se separaron un poco y Taehyung miró a su mayor mientras ponia sus brazos al rededor del cuello de este.

—Hyung— dijo mirandolo curioso.

—¿Mm?

—Es precioso.

HoSeok se sonrojó, a pesar de ser cercanos y estar acostumbrados a sus muestras de afecto, esta era diferente.

—Gracias Taehyungie..

Desvió levemente la mirada y el menor mordio su labio nervioso de lo que estaba por hacer.

Rapidamente juntó sus labios con el rapero por unos segundos, tomandolo por sorpresa y se separó. Sus mejillas estaban encendidas al igual que sus orejas.

El mayor no podía decir palabra alguna. Era tan irreal.

Voy a desayunar, te veo abajo hyung...

Hoseok asintió ido mientras lo miraba atento, Tae sonrió coqueto antes de cruzar la puerta de la habitación.

.

.

.

Oye Jimin.. ¿puedo hablar contigo?

Sí Hobi, ¿Sucede algo?— dijo el más bajito tranquilo, J-Hope lo tomó del brazo y lo llevo fuera de la sala de practicas, siendo ellos dos junto con Seokjin y NamJoon los ultimos en quedarse ahí.

No sabía cómo expresar lo que sentía, a pesar de tener treinta y cinco años.

Tae me.. besó.

Jimin abrió sus ojos sorprendido pero rió. Confundiendo aún más a su mayor.

Hasta que lo hizo— dijo contento y palmeó el hombro de Hoseok con cariño— Vamos hyung, ambos se aman y se nota a kilómetros. Han pasado tantos años ocultandolo y reprimiendo sus sentimientos que ya es momento de sacarlos a la luz.

Hoseok sintió como si le hubieran aclarado la mente, agradecio al mochi y salio corriendo en busca de su menor.

Él estaba al tanto desde hacia años de todo lo que estaba pasando entre esos dos y no era el unico, el primero en notarlo había sido SeokJin y le siguió él.

Jimin regresó a la sala de practicas por su mochila y se encontró con su hyung dandole masajes al líder.

Jiminie, ¿Ya se van a declarar?— dijo Jin mientras presionaba los hombros de NamJoon con suavidad.

Al parecer sí.

—Ya era hora, se sentía toda la tensión cada vez que se veían mutuamente por horas, antes del servicio— espetó Nam relajado.

Fuera de la empresa, Hoseok había llegado a la casa en autobus, sin poder esperar a la camioneta de la agencia, de lo desesperado que estaba por hablar con TaeHyung.

Una vez llegó se dió una ducha rápida y se vistió con algo comodo, eran las seis de la tarde. Jungkook salía de la cocina con un emparedado de nutella y banana, no dudó en preguntarle.

Está en el patio trasero hyung, será mejor que vayas ahora.

Agradeció al maknae y con algo de temor fué a la parte posterior de la casa entrando al patio.

Lo que se encontró lo dejó cautivado.

En en cesped estaba escrito con flores las palabras..

                    M  Y      H  O  P  E

TaeHyung salió de un arbusto con un girasol en mano y sonrió con esa hermosa sonrisa que había adorado desde el inicio de todo.

Te amo hyung— dijo completamente sonrojado y avergonzado— Desde que empezamos en esto, mi corazón nunca ha dejado de palpitar por ti.

J-Hope estaba al borde de las lágrimas por la ternura que le transmitia su menor y la emoción de ser correspondido.

Feliz, lo cargó como el príncipe que era y entre sus brazos besó su mejilla.

—¿Por qué fuí tan idiota cómo para no decirte todo lo que sentía antes nene? Me ganaste..

—Hyung, eres mi idiota— ambos rieron y finalmente juntaron sus labios con infinita pasion y ternura.

Se sentían en el mismo cielo.


Un cielo llamado amor.

I'M KINDA DOPE AFTER THE SERVICE Where stories live. Discover now