¿usamos ropa de mejores amigos, yoongi-chi?

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Al mayor de ese raro dúo no le gustaba salir, podría quedarse horas en casa haciendo cualquier cosa pero le fatigaba salir y estar rodeado de personas que "perturbaban su paz", como solía decir.

Pero ahí lo tenían, el pálido caminando detrás de un entusiasmado Jin mientras se cuestionaba por que le prometió a Jinnie comprarle helado de oreos.

-¡Mira, Yoongi-chi! Que linda ropa.-Sabia que el pequeño tenia gustos peculiares y que muchas de sus prendas tenia un aspecto afeminado, pequeños toques que a su parecer lo hacían ver hermoso.

Pero vaya sorpresa se llevo Yoongi al ver al pequeño Jinnie mirando una tienda donde vendían ropa afeminada para chicos, y lencería.

Y noto cuando Jinnie miro la lencería.

El ahora sonrojado Yoongi arrastro a Jinnie a otra tienda y es que sus pensamientos en ses momento no eran los mejores, no con su pequeño.

-Pero Yoongi-chi, estaba mirando esa linda ropa.-Un pucherito apareció en el rostro del pelinegro mientras caminaba detrás de su mayor.

-Despues la podrás ver, ¿no quieres tu helado?-Hablo con nerviosismo al caminar rápidamente.

Minutos después de haber encontrado una heladería, seguían caminando por el centro comercial con conos de helado y un Seokjinnie atento a una de las tantas tiendas del lugar.

-Yoongi-chi, ¿que tal si usamos camisas de mejores amigos?-No sabia de donde salían esas ideas a su pequeño, pero al prestar atención al frente, miro la tienda que había causado la pregunta en el pelinegro.

La tienda era especializada para hacer regalos para parejas, mejores amigos, padres, etc.
Seokjin miraba atentamente las camisas a juego que al parecer de Yoongi eran ridículas y sin sentido, no usaría una cosa de esas ni por su pequeño Seokjinnie, se negaba totalmente.

-¿Que tal si entramos a la tienda, pequeño? Pero tienes que terminar tu helado. -El pálido tomo las servilletas que guardo en su bolsillo para esta ocasión y limpio las manchadas mejillas y labios de su pequeño que se miraba tan tierno y chistoso, dejando un beso en una de esas regordetas mejillas.

En unos minutos el pequeño sonrojado ya había acabado con su helado y tan tímidamente entro con Yoongi a la tienda, mirando todos los lindos regalos para parejas y mejores amigos, ideando lindas escenas donde tuviera pareja para que le diera tan lindos detalles.
El pálido por su parte miraba algunos detalles que no le parecieran ridículos como esas camisas y quedó totalmente encantado con el pequeño detalle que encontró y los representaba tan bien.

Entre tantos brazaletes y collares, esos dos brazaletes a juego eran los mas hermosos para él y sin pensarlo dos veces, los compro aprovechando que Seokjin estaba tan distraído con las demás cosas de la tienda.

-Creo que su novio estaría muy feliz con ese brazalete, jovencito.-La señora que atendía el lugar le daba los brazaletes en una bolsa de tela con diseños de árbol de cerezo.

-Espere, ¿son de pareja?-Miro a la señora sorprendido, tomando con duda la bolsita de tela.

La señora solo rió, caminando a atender una pareja que había entrado así que el paliducho fue por el curioso pequeño que en ningún momento dejo de observar las tontas camisas.

-Jinnie tengo algo mejor que las camisas, ven.-El pequeño Seokjin confundido dejo que su mayor lo sacara del lugar, mirando sus manos unidas y en ese momento se avergonzaba de que sus manitos estaban pegajosas por comer helado.

-Yoongi-chi, ¿y si vamos al baño? Mis manitos estas sucias.-Su naricita se Arrugo al no ser escuchado eso lo hizo parar, causando que el pálido también lo hiciera.

-Bien, pero antes debo darte algo.-Yoongi tomaba delicadamente la mano de su pequeño, sabia que sus manos estaban pegajosas pero aun así, no las dejaría.

Tomo la bolsita de tela para abrirla y tomar el brazalete rosa para colocarlo en esa pequeña muñeca que el perfectamente con sus dedos huesudos podía rodear.
Luego colocó en su pálida muñeca la pulsera negra que quedaba perfectamente a la medida.

-¡Yoongi-chi eres el mejor!-El pequeño miraba asombrado los brazaletes y olvidando sus manos pegajosas, abrazo a su gran Yoongi-chi.

Y digamos que Yoongi era el mas feliz del mundo.

Las Aventuras de Seokjinnie y Yoongi-chiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora