Capítulo 18

120 3 0
                                    

Con mi acompañante Kendal llegamos por fin a mi apartamento después de haber llegado a un acuerdo. Haber visto a JungKook me dejó mal que necesito el resguardo de mi cama aunque vaya a tener sexo.

Entramos tan urgidos por todo que nos vamos quitando la ropa en el camino; quiero atención de alguien. Llegamos a la habitación  completamente desnudos, entre besos húmedos me recuesta en la cama y me abre las piernas con brusquedad.

Esto será un polvo rápido pero lo único que haré es tratar de olvidar a JungKook, los dos debemos hablar o simplemente romper lazos.

En unos instantes ya me tiene en cuatro lubricando mi ano, siempre me he sentido bien con eso, aunque al parecer hoy no es un día de esos, no me siento tan deseoso. Juega con la cabeza húmeda de su pene intentando provocar, pero nada parece funcionar, quiero que esto se acabe ahora. La cabeza caliente va entrando pero unos golpes insistentes resuenan.

—¿Irás?— me pregunta con fastidio.

Cierro los ojos tratando de sentir las sensaciones tan placenteras de tener su pene adentro, sin embargo no puedo seguir con esto, tal vez que vaya a abrir haga que se vaya.

—Puede ser algo importante— lo miro sobre mi hombro desde mi posición, su expresión no es la mejor.

Sale de mi interior y se acuesta a un lado mientras que yo me levanto para cubrir mi cuerpo con lo primero que se atraviesa. No sé qué me pasa hoy, JungKook es el único que está en mi mente; nos separamos unos minutos y cada uno fue a brazos de otra persona, aunque no siento que sea suficiente porque de una u otra manera  los dos terminamos juntos, espero que esta vez sea así; me estoy ilusionando pero así soy yo.

—¡Ya voy!— grito cuando los golpes no cesan.

Abro la puerta con una sensación de hormigueo en mis manos.

—Déjame entrar.

Timblo ligeramente al ver el rostro de JungKook tan serio y atractivo, quiero abrazarlo y decirle mucha cosas. Me contengo aún más al pensar que dejó a aquélla chica por venir aquí.

—No, vete JungKook— totalmente lo contrario a lo que pienso.

—¿Interrumpo algo?— noto como su voz que pone más ronca pero al verme como he salido.

—Y mucho— ninguno de los dos cede ante el otro, nuestras miradas se retan.

—Sé cuanto te gusta ser compartido— los dos temblamos pero yo cierro los ojos, cómo ha sido capaz de decir eso—. Dile que me uniré.

La idea me emociona porque él estará, pero no le daré la satisfacción de salirse con la suya; ya me vio en una situación parecida -un error por completo- no pasará de nuevo.

—Déjame en paz JungKook— me regaño cuando mi voz se agudiza.

—Le dice tú— se quita la chaqueta —O le diré yo, no me iré JiMin.

Se acerca más a mí haciendo que me aparte de la puerta y él logre entrar, quiero golpearlo, pero no lo haré, me pueden más los sentimientos, además que estoy seguro que me ganaría.

—¿Decirle qué?— lo provocaré — Tú y yo no somos nada.

Cierra las manos en un puño y dejándose llevar por los impulsos me empuja seguido de cerrar la puerta tras él.

—Cállate.

Me río en su rostro, lo he dejado sin más que decir porque sabe que es verdad. Su mano toca mi brazo provocando que quiera estar de nuevo bajo su tacto, lo que sea, pero que me haga algo conmigo.
Vuelvo a mí cuando la tensión puede más que nosotros y nos besamos con anhelo; desafortunadamente no vamos a encontrar ese mismo sentimiento en otra persona.

—Vamos JiMin, dile que quiero besarte mientras que te follo— me susurra en el oído con voz ronca.

Me voy de su cercanía con la piel erizada y excitado, pero un deseo real y ardiente. Entro a la habitación encontrando a Kendal en la cama mirando hacia el techo; no merece esto tan...Falto de emoción, pero no pienso dejárselo tan fácil a JungKook.

—Ha llegado un amigo— esa última palabra me ha dolido más de lo que creí—. Dice que quiere unirse a nosotros.

—Sin dudarlo, no tengo problemas por follar a otro— si se enterara.

—De hecho, él quiere follarme— Reír se queda corto a lo que quiero hacer ante su reacción.

—No importa, dile que venga— emocionado salgo con una sonrisa que de expande al ver a JungKook.

—Aceptó— se acerca con rapidez tomando mi cuerpo entre sus manos y mis labios con los suyos.

Me recorre como si fuera la primera vez juntos, esto parece más emocionante que aquélla vez. Quiero tenerlo dentro de mí, me separo y lo guío a la habitación no sin antes quitarme la camiseta que traigo y quedar desnudo a su merced. Se abalanza como un depredador, lástima que abra la puerta y arruine sus planes.

—Jeon— Dice seco.

—Espero divertirnos— sin duda lo dice Kendal, me quiero reír.

JungKook se va desnudando despertando ese interés sexual que mantenemos. Me acuesto sobre la cama recibiendo de inmediato las caricias y besos de Kendal a la vez que yo miro a JungKook y él a mí.

Me arqueo dejando salir un gemido, no por que Kendal me haya abierto las piernas, sino por ver a JungKook desnudo y listo para venir.

—Con permiso— se arrodilla sobre la cama y hace su propio espacio quitando a Kendal de mis labios y reemplazarlos por los suyos.

No reconozco a este hombre.

Nos perdemos juntos en cada sonido y sabor que provocamos, juego con su lengua simulando que es su apreciado pene, él muerde mis labios; un beso duro, lleno de dobles intenciones. Tanto así es los sentimientos que buscamos que creemos nuestra propia burbuja; se explota cuando soy consiente que el otro hombre presente me penetra.

Echo la cabeza hacia atrás soltando una risa, JungKook es abruptamente separado de mí cuando Kendal coloca sus manos a cada lado de mi cabeza. Su expresión enojada y frustrada es como lo más gracioso que puede haber.

Esto es un trío supuestamente, pero JungKook está siendo apartado a un lado. Los movimientos de hacen más bruscos haciendo que me mueva al compás de las penetraciones; todo sin dejar de ver a JungKook a los ojos, gimo viéndolo a él, mientras busca algún espacio para tocarme aunque sea inútil e innecesario.

También llego al orgasmo viéndolo sólo a él.

Quedo agitado sobre las sábanas esperando que Kendal salga de mi ano; sólo aparto la mirada de JungKook cuando veo que el otro se quita el condón.

—Lo siento hermano— le dice Kendal a JungKook.

—No hay lío— su mandíbula se tensa cuando se acerca a mí, le sacaré un poco más el mal genio.

—Quedé tan exhausto— uno queda satisfecho mientras que el otro sólo prepara mi muerte en su cabeza.

Me acuesto y me cubro con una sabana el cuerpo, les doy la espalda dando a entener muchas cosas; una de esas es que quiero dormir, pero más que todo, que Kendal se vaya y poder quedar a solas con JungKook.

Adoptado (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora