Capítulo 52

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1 mes después. 

Narra Juli.

Sábado al fin. Siempre supe qué la vida de adulto con responsabilidades era complicada, pero nunca pensé qué tanto. Tengo qué ocuparme de la universidad, mi trabajo, mi hijo, mi departamento y mi alimentación, eso sin contar pagar el gas y el agua y sin nada de ayuda de mis padres.

Hace un mes, cuando Oriana me gritó qué me fuera de su vida y de su casa, llegué a mi dulce hogar y mis papas estaban en la cocina con mi hermana; la muy ingrata se había encargado de ponerlos al tanto de que mi situación con mi novia no estaba bien y esperaban una explicación de mi parte. Tuve qué sentarme con ellos en la mesa y contarles qué había sido un pelotudo qué embarazó a su ex. Sinceramente, esperaba una reacción diferente a la que tuvieron, me gritaron, insultaron y lloraron, y al final, me echaron. 

La primera semana fue la peor. Tuve qué conseguir un trabajo para poder alquilar un departamento y dejar de vivir con Agustín y su mamá en su casa. Le propuse qué nos fuéramos a vivir juntos; eramos amigos, los dos íbamos a la universidad y se nos iba a hacer mas fácil pagar la renta siendo dos. No tuve suerte. Mi amigo se encargó de explicarme amablemente que no estaba listo para dejar el nido, todavía quería seguir comiendo la comida saludable que le hacía su vieja y seguir durmiendo en su cuarto sin preocuparse de nada. En otras palabras, quería que lo siguiera manteniendo. 

En lo que si tuve suerte fue en encontrar este departamento en el que estoy viviendo ahora. Cuando le conté a Maxi la situación en la que me encontraba me dio el número de un tipo de confianza que alquila departamentos a un precio accesible, no dudé en contactarlo. Nos reunimos en una plaza cerca del lugar donde ahora vivo para coordinar todo y que me lo pueda enseñar. Pegamos buena onda, me contó que se llama Lautaro y tiene tres años más que yo, es soltero y alquila estos departamentos que eran de su viejo antes de morir, con eso sobrevive y paga su universidad. Después de una larga reunión informal sobre cifras y contratos, le pagué el primer alquiler de mi actual casa.

Me costó muchísimo acomodarme y empezar a llevar un ritmo de vida normal. Tuve que volver a donde viven mis papás para buscar mis muebles y cosas, lo hice un día que sabía que ninguno de los tres estaría, no los quería ver. Durante mi estadía en la casa de Agustín pasé de la tristeza al enojo en solo días. Me daba por las pelotas que no me apoyaran y me dejaran solo en el medio de todo este quilombo, sobretodo Yolanda. No miré atrás en ningún momento, ni cuando les dejé las llaves arriba de la mesa ni cuando ellos llegaron de improvisto quedándose completamente sorprendidos ante mi presencia. Pero lo que vino después me dio mas bronca que todo lo otro.

Flash Back.

Yol: ¿Qué haces acá? - preguntó en un tono molesto - ¿No podes sobrevivir unos días solo y ya venís a pedir plata?

Oscar: Yolanda - la retó en un susurro.

Yol: No, tengo razón. No tiene donde caerse muerto y viene acá. Lo siento hermanito pero lo hubieras pensado antes de embarazar a tu ex y cagar, no solo tu futuro sino también tu hermosa relación.

Juli: ¿Por que no te vas bien a la mierda? Vine solo a dejarles las llaves de la casa, porque a diferencia de vos, yo aceptó mis cagadas y puedo sobrevivir sin mami y papi - estaba enojado, muy. Y estaba soltando todo lo acumulado desde la ultima vez que los vi.

Diana: Hijo, hablemos - intentó agarrarme del brazo mi progenitora pero no la dejé.

Juli: No hay nada más para hablar, Diana. Tengo cosas que hacer, con permiso. 

Y con eso último me fui de la casa.

Fin del Flash Back.

Unos días después Yolanda me contactó para pedirme perdón pero no le di pelota. Empecé a trabajar con el tío de Lautaro quien es dueño de la inmobiliaria con la que están asociados todos los departamentos que su sobrino alquila. Al explicarle mi situación me entendió completamente, me enteré que el tuvo un hijo de muy joven y sabe lo difícil que es, por eso me dio un horario por la mañana, de lunes a viernes de 6:30 a 3:30 hs. 

Con mi vida ya encaminada decidí intentar hablar con Oriana para que por lo menos me escuché ya que la ultima vez no me dio tiempo a nada que me echó como un perro sarnoso. Obviamente me bloqueó de todas las redes sociales habidas y por haber así que recurrí a sus amigas. Hablé con Jenny primero, quien estaba tremendamente enojada y casi me revolea algo por la cabeza. Después lo intenté con Lola que me dijo que estaba un poco peleada con las chicas y distanciada. Me quedaban solo dos opciones: Valentina y Carolina. Esta ultima se estaba juntando hace poco con ellas, después de su largo viaje, y como no teníamos tanta confianza no daba pedirle un favor tan grande. Por lo que me quedó ir a hablar con la rubia. 

Estaba por salir para ir a hablar con ella a un bar donde habíamos decidido reunirnos cuando suena el timbre. ¿Quién mierda es ahora?  Fui a abrir y me encontré a Sabrina llorando desconsolada. Lo primero que se me vino a la mente fue mi hijo.

Juli: Sabri, ¿Qué pasó? - me acerqué a ella y la estreché en mis brazos.

Sabri: Se terminó Julián. Ya está, podes volver con ella porque ya está. Te juro que no te molesto más y me alejo de vos para siempre.

Juli: ¿De qué hablas? ¿Qué cosa ya está? - no entendía nada y me empezaba a asustar. 

Sabri: Lo perdí Julián ¿De que mierda voy a estar hablando si no? Ahora anda con Oriana y sean felices.

Juli: Para para. No estoy entendiendo, ¿Cuándo lo perdiste? ¿Cómo?

Sabri: Me caí por la escalera de casa y fui al medico, me dijo que lo perdí. Pero yo ya lo sabía, no es normal perder tanta sangre si estas embarazada.

Juli: ¿Y por qué no me lo dijiste así te acompañaba?

Sabri: No quería asustarte. Pero al pedo porque lo terminé perdiendo igual, y a vos también. Ahora anda con ella y contale la nueva noticia.

Juli: No voy a hacer eso. Me voy a quedar acá con vos a hacerte compañía, los dos nos vamos a hacer compañía juntos.

Sabri: ¿No lo entendés? Te obligo a que la vayas a buscar - agarró mi mano y puso algo en ella. Cuando bajé la mirada y vi que era, se trataba de las llaves de mi auto ¿Cómo las tenía ella? La miré sin entender - Anda con Oriana.

Como si se tratara de una orden de una madre a un nene, agarré las llaves y la dejé sola en mi departamento mientras iba por mi auto. Me subí a la velocidad de la luz y de esa misma manera fui a su casa. Llegué y toqué el timbre como un desquiciado hasta que una Tiziana muy enojada me abrió. 

Titi: ¿Qué mierda haces acá? ¿No te bastó con hacerla mierda que querés seguir haciéndolo?

Juli: Vengo a arreglarlo todo.

Titi: ¿A si? ¿Cómo?

Juli: Vengo a hablar con tu hermana, ella me va a entender - sin esperar que responda entré y empecé a subir a su habitación. A lo lejos escuchaba su voz, me decía que pare, que me iba a arrepentir. Pero no le hice caso, y subí igual, y entré igual. Y me llevé una sorpresa de mierda - ¿Oriana? - ella se estaba riendo pero cuando escuchó mi voz su cara se desfiguró.

Titi: Intenté frenarlo pero subió igual - dijo llegando agitada a la pieza de su hermana. Pero yo no le presté atención, a mi solo me importaba una cosa.

Juli: ¿Tan poco te importé que ya te estas acostando con otro? - mis lagrimas empezaron a salir y empecé a sentirme mareado. Escuchaba como decían mi nombre pero se sentía muy lejano.

¿Julián? ¿Julián? ¡JULIÁN! ¡POR FAVOR JULIÁN POR FAVOR!

Fue lo ultimo que escuché.

Nuestro amor es solo nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora