Capítulo 49

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Narrador omnisciente

Sabrina: Si tanto insistís - le dijo ella mientras se encogía de hombros. Él la miró un poco sorprendido, no creía qué iba a aceptar tan fácilmente, pensaba qué iban a pelear hasta lograr qué dijera que sí.

El chico se aclaró la garganta y respondió.

Juli: Okey, ¿Te parece si vamos ahora? - ella se volvió a encoger de hombros y, dejándolo otra vez sorprendido, habló.

Sabrina: Está bien, espera qué me voy a cambiar y lavar la cara de dormida qué tengo - subió las escaleras a paso rápido y se encerró en su habitación.

Julián, extremadamente feliz, sacó su celular y mandó un mensaje.

Amor

Juli: Amor, vamos a ir con Sabrina a hacernos el ADN.

Gorda❤: Aceptó? Tan rápido?

Juli: Podés creerlo? Porque yo todavía no.

Gorda ❤: No, no lo puedo creer. Que suerte amor,
ojalá salga todo bien.

Confío en vos totalmente, se
qué si decís qué no, es porque no.

Juli: Gracias gorda, tu apoyo en este momento es lo que más necesito. Te amo ❤

Gorda ❤: Y yo a vos amor, cuando tengas noticias me avisas.


Mientras tanto, la rubia pensaba la manera de que su plan funcionará a la vez qué buscaba entre sus contactos ese número con el qué tanto necesitaba hablar. Cuando por fin lo encontró, marcó y esperó a qué la atendiera.

Comunicación telefónica.

Juan: ¿Hola? ¿Qué querés?

Sabrina: Necesito tu ayuda, está Julián en mi casa.

Juan: ¿Y qué querés qué haga? Seducilo, garchen y listo.

Sabrina: No vino por eso nene, qué más quisiera yo qué garcharmelo. Vino por el bebé.

Juan: Igual de bien, ya sabes qué hacer; mentir, si lo haces siempre.

Sabrina: ¡¿TE PODÉS CALLAR?! Vino porque se quiere hacer un ADN, y estoy desesperada, tengo miedo.

Juan: ¿Como qué se quiere hacer un ADN? ¿Qué hiciste nena?

Sabrina: No hice nada estúpido, pero él simplemente no me cree.

Juan: Esto no está bien, no está nada bien. Escúchame bien, no lo voy a repetir, vas a tener qué hacer las cosas tal cual te las diga. Tengo un amigo de mi papá qué es médico, y le debe varios favores.

Sabrina: ¿Por qué?

Juan: El tipo no trabaja del todo limpio, falsifica estudios, firmas y demás. Una vez casi lo agarran pero mi papá al ser abogado le salvó el culo del fuego. Entonces, cómo está en deuda con él, le voy a hablar y explicar la situación a ver si nos puede ayudar.

Sabrina: ¿Le vas a pedir qué falsifique el ADN? 

Juan: Si, nadie va a sospechar nada.

Sabrina: ¿Vos te pensas qué Julián es tan estúpido como parece? Va a sospechar, ¿por qué de todas las clínicas existentes en el mundo quiero ir justo a esa y con ese médico a hacerme el análisis?

Juan: Fácil, le vas a decir que Martín Castro es tu obstetra y qué se va a encargar de todo tu embarazo.

Sabrina: Mmh, okey. Pásame la dirección del lugar por mensaje.

Juan: Está bien, chau.

Fin de la comunicación telefónica.

Después de unos minutos de espera, la chica bajó las escaleras ya vestida y lista para irse.

Julián: Okey, podemos ir a la clínica de mi obra social, es de confianza.

Sabrina: De eso te quería hablar, prefiero ir con mi médico de confianza, mi obstetra.

Julián: ¿Y quién es?

Sabrina: Martín Castro. Vamos a la clínica donde trabaja a hacer los estudios y todo.

Julián: Está bien - le respondió sin muchas ganas.

Se subieron al auto del chico y emprendierom viaje al lugar donde todo pasaría. Ambos iban nerviosos; él quería qué el resultado diera negativo para poder seguir con su relación con Oriana, y ella qué todo saliera bien para seguir con la mentira y recuperar a Julián.

Al llegar al lugar se bajaron y empezaron a caminar hacia la recepción. Cuando se acercaron al mostrador una chica rubia y sonriente los atendió.

Ailín: Mucho gusto, mi nombre es Ailín, ¿En qué puedo ayudarlos?

Sabrina: Hola, buen día, tengo una cita con Martín Castro.

Ailín: Si, por supuesto. El doctor Castro está con otra paciente pero en unos minutos los va a atender.

Agarraron todos los papeles y se fueron a sentar y a esperar. Después de unos minutos de eterno silencio, Sabrina decidió romperlo preguntando algo que a Julián lo dejó boquiabierto.

Sabrina: ¿Y tú relación con Oriana? ¿Cómo va? ¿Ya son novios?

Julián: Si, ya lo somos. ¿Por qué preguntas? Si a vos no te importa.

Sabrina: ¿Quién te dijo que no me importa, qué no me afecta? Estoy esperando un hijo tuyo Julián, y todavía sigo sintiendo cosas por vos, ¿No te das cuenta?

Se acercó peligrosamente a él, llegando al punto de casi rozar sus labios. Un solo movimiento de cualquiera de los dos y ya se podrían estar besando. Lo único malo de todo era que Julián no quería besarla, pero no podía apartarla.


Nuestro amor es solo nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora