No quiero dar mi nombre, dejemos esto en el anonimato.
Fui secuestrado, torturado y abusado, por la persona que jamás creí capaz de lastimarme.
No puedo respirar con tranquilidad desde que él me ha arrastrado aquí.
Las ventanas permanecen cubiertas...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¿Irme?, me parecía una broma... tragué antes de hablar.
–Te amo –no te solté–. No me iré, no me iré jamás.
–Bien–. El abrazo dolía, por fin noté cuánto había bajado de peso, mis huesos chocaban contra tu piel–. Si hubieses preferido irte, ya estarías muerto.
Sabía que hablabas en serio.
–Sam –a pesar de esa mirada que llegaba a asustarme, quería pensar que seguías siendo la persona que amaba–. Puedes tomar lo que quieras de mí.
Tus ojos mostraron el miedo a mi declaración. Aún dudabas en hacerme daño, podía aceptarlo siempre que fueras tú; y no entendía porque pensaba así.
–Puedes hacer y deshacerme las veces que quieras –continué tomando tus mejillas. Me mirabas con admiración–. N–no me importa romperme.
–Tenía tanto miedo a perderte, y te he hecho muchas cosas malas.
