7. ¿Libre?

6.9K 1K 156
                                    

Ese día me pidió reunirnos, dijo que quería hablar conmigo, que serían solo diez o quince minutos, no avisé a nadie, sería algo rápido

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ese día me pidió reunirnos, dijo que quería hablar conmigo, que serían solo diez o quince minutos, no avisé a nadie, sería algo rápido. Ahí sucedió mi tercer error, el primero fue conocerlo, el segundo fue... confiar.

Mis padres [sobreprotectores] ya se habían encargado de prohibirme hablar con Sam, como si eso nos importara porque seguíamos viéndonos a escondidas. Ir contra las reglas y forzar la corriente, para mí sonaba bien, emocionante.

Era el chico perfecto [para mi], creí que su vida podía mejorar, le había convencido de entrar a trabajar y a dejar de fumar, a ser una mejor persona por sí mismo. Me sentía bien conmigo al poder ser una ayuda para él.

Que equivocado estaba, todo había sido una actuación, una perfecta coreografía de acontecimientos que consideré aleatorios, pero que estaban claramente definidos y planeados. Cada uno de ellos.

– ¡Nos iremos!, podremos vivir juntos –comenzó de la nada la plática de esa noche.

–No puedo, quizá más adelante... –no quería, pues no me sentía preparado para vivir solo contigo.

–Tú quieres abandonarme, como todos lo han hecho –bajaste la mirada, parecías tan triste.

–Bien sabes que no es así –me acerqué para apartar tus pensamientos turbios.

–Quiero asegurarme que serás mío siempre.

–Ya soy tuyo.

–No te dejaré ir.

Reí por lo bajo, porque pensé que sería otro de tus escenarios de posesividad, que me abrazarías y luego de un rato me soltarías para planear otra cita y despedirnos, pero no. Luego de darme un beso, con ambas manos sostuviste mi cuello con fuerza, apretando para no permitir la entrada de aire a mis pulmones.

Con tu fuerza, mis pies ya no tocaban el piso.

– ¡Sam! Duele... suéltame –intenté ordenarte.

Creí que moriría y me asusté, no de la muerte... si no de que no me importaría que lo hicieras.

Perdí el conocimiento a los treinta segundos, mientras tus ojos no me perdían de vista. Contento de lograr hacerlo con facilidad.

Llevábamos cuatro meses juntos.

Te amo |•COMPLETAWhere stories live. Discover now