-¡¿QUÉ DIJISTE DE MI MAMÁ?! ¡DALE! ¡REPETILO!- grité mientras golpeaba su cabeza contra el piso.

-¡AAAH! ¡SOLTAME!- empezó a tratar de sacarme de encima, mientras seguía gritando y llorando.

-¡NO TE ESCUCHO!

-¡BASTA LOLA!- Alexa trató de apartarme pero la empujé suavemente para que me dejara seguir con mi labor.

Déjala peleda! ¡Arrancale cada pelo de su teñida cabellera!"

Continué cacheteandola, ignorando todos los gritos y el ardor que sentía en mis manos, le arranqué con todas mis fuerzas un puñado de su pelo rubio (teñido hace poco).
De repente, unos fuertes brazos me levantaron por la cintura, alejándome de Megan y de la pelea.

-¡SOLTAME!- ordené mientras pataleaba para liberarme -¡DÉJAME DESFIGURARLE ESA HORRENDA CARA QUE TIENE! QUE SE ARREPIENTA DE LO QUE DIJO. NO TIENE DERECHO A HABLAR DE MI MAMÁ- seguí moviéndome como gusano para liberarme, sin éxito.

Megan se levantó gimiendo de dolor. Tiene el pelo echo un desastre, con una pequeña parte pelada, y sangre salía de su labio inferior. Sin contar su gran escote que deja a la vista un montón de rasguños, su maquillaje totalmente desalineado y su chaqueta de seda rasgada. A mí solo me alcanzó a arañar los brazos y a golpear un poco el pómulo derecho. Pero nada grave a comparación de lo que le hice, y de lo que me gustaría haberle echo.

El gran grupo de estudiantes se quedaron impresionados por el resultado de la pelea, hasta que comenzaron a dispersarse al ver que el director se acercaba a nosotros a paso firme y con el ceño fruncido.

-Salgamos...- me susurró en el oído la voz proveniente de la persona que todavía no me soltaba.

-"Salgamos" me suena a manada, querrás decir: me voy de acá- miré a Scott enfurecida y salí corriendo en dirección contraria al director, el patio.

Al llegar, me dirigí hacia una esquina alejada de todos. Aunque, por suerte, no había nadie a mi alrededor, ya que todos se habían ido cada una a su respectivo aula para que las clases empezaran.
Me deslicé por la pared, me senté en el suelo y enterré mi cabeza entre mis rodillas, las cuales había rodeado con mis brazos.

-Respira, respira y relájate- me dije mentalmente.

Todavía con la respiración agitada, retuve las ganas de llorar, hasta que sentí que unos pasos se acercaban a mi y se sentaba a mi lado.

-Eso fue...intenso- dijo suspirando.

-Morgan andate- espeté sin levantar la cabeza y con la voz temblando.

-No quiero- se acerca haciendo que nuestros hombros rozen.

-¡Quiero estar sola! ¿OK? Por una vez en tu vida no seas pelotudo y haceme caso- dije por fin mirándolo a los ojos.

"La pelotuda acá, sos vos. No lo trates mal, solo esta tratando de ayudar"

No necesito que mi estúpida conciencia me diga que hacer. Sé que estoy siendo una reverenda tarada, pero quiero estar sola.

-¿Por qué sos así?- preguntó Scott, interrumpiendo mi discusión mental.

-¿Así cómo? ¿Insoportable?- dije rodando los ojos.

-No, a veces fría y y sin emociones y otras veces tan dulce y tierna...- dijo confundido.

Lo pensé por unos segundos, me abracé a mi misma y suspirando dije: -Soy fría para que nadie destruya mis sentimientos y con eso me pisoteen.

-¿Destruir tus sentimientos? ¿Quién haría eso?- me acarició suavemente el brazo.

Me impresionó su tacto y...su forma de hablarme tan repentina, sin coqueteos, sin segundas intenciones. Solo con ternura y sinceridad.

-¿Por qué ahora me hablas así?- pregunté aclarando mi voz, para que no sonara aguda.

Me miró directamente a los ojos y dijo:-Porque puedo ver en tus ojos que algo te atormenta, pero no lo puedes dejar salir...

Solo asentí, mirando el piso, mientras una lágrima se resbalaba por mi mejilla.

Abrió la boca para decir algo, pero al instante la cerró. Sonrió sin mostrar los dientes y me agarró de los hombros, me acercó a su pecho y me rodeó con sus brazos, formando así, un dulce abrazo.
En ese momento, exploté y comencé a llorar, a llorar todo eso que estuve aguantando y guardando por tanto tiempo, por todo ese dolor que me oprime y atormenta en el pecho cada día de mi vida, por todas esas pesadillas sobre la muerte mi madre y el día en el que mi padrastro me violó, lloré desconsoladamente...
Mientras Scott acariciaba suavemente mi cabello.

-Shh, estoy acá. No pienso irme.

¡Peligro! Nerd a la vista| Lola#1Where stories live. Discover now