¡Peligro! Nerd a la vista| Lola#1

Capítulo 21

"La lectura: una posibilidad de escaparse de la realidad y viajar a distintos mundos, épocas y sentimientos" Eso es lo que me decía mi mamá cada vez que me contaba un cuento antes de dormir.

Después de su cruel asesinato en un café/bar, me comencé a distraer de dos formas. La primera: correr a toda velocidad por aquellas excitantes carreras clandestinas y la segunda: leer.

Y así me encontraba yo: en mi habitación, completamente sola, tapada con mis sabanas como E.T. y absorta en "Harry Potter y la piedra filosofal".

Ahora estoy más tranquila que esta mañana, ya que la información y las fotos de Dangerous Beauty y The king of problems (el apodo de Scott en las carreras) en el blog habían sido eliminadas.

Estaba por llegar casi al final del libro cuando de repente sentí que la puerta se abría y alguien se tiraba en mi cama, justo a mi lado.

-¡Hola cuñadita!- sonrió el tarado de Brian mientras me sacudía.

-Hola Brian- dije con el ceño fruncido -¿Qué haces acá?- alcé una ceja y dejé mi libro en mis piernas.

-Traje a tu hermana y a las niñas- miró con atención mi libro -¿Sos potterhead?- sonrió burlón.

-Me sorprende que conozcas el término.

"¿Qué si es potterhead? ¡Hasta lo tiene tatuado!"

Así es, tengo tatuado en mi tobillo los lentes y el rayo de Harry.

Pero tengo otros tres tatuajes: un pequeño unicornio en el brazo, una bandada de aves al lado de mi seno derecho y unas manos entrelazadas en mi costilla, ese me lo hice con Carla). 

Cada tatuaje tiene un significado, el unicornio representa mi amor por ellos, los lentes y el rayo de Harry Potter representan mi fanatismo por el fandom de él, las manos entrelazadas representan mi amistad con mi mejor amiga y la bandada de pájaros, representan la libertad que siempre quise tener.  

-Sí, soy potterhead ¿Algún problema?

-No no- se paró de la cama.

-Perfecto- continué con mi lectura ignorando su presencia. 

Él se dirigió a la puerta, pero se detuvo como si se hubiera acordado de algo.

-¡Tu hermana!- exclamó.

-¡La tuya!- contraataqué indignada.

-¡No! Tu hermana, me pidió que te llamara para que fueras a comprar ropa con ella- finalizó para después salir de la habitación.

Resoplé saliendo detrás de él.

-¡Anaaa! ¿Por qué tengo que ir?- me quejé bajando las escaleras.

-Porque lo digo yo y punto- dijo colocándose unos aretes.

Uh loco ¿Nunca podré quedarme en casa a leer tranquila sin que me molesten?

-Pero no me necesitas.

-¡Obvio sí! Necesito alguien que me ayude a elegir la ropa, Brian solo dice todo el tiempo "sí, bombón"- imitó la voz de su novio.

-¡SOY DIVERGENTE Y NO PUEDO SER CONTROLADA!- salí corriendo hacia la puerta de enfrente.

-¡SI VAS CONMIGO, TE VOY A COMPRAR EL LIBRO QUE QUIERAS!- frené de golpe.

-¡Espérame! ¡YA ME CAMBIO!- me di la vuelta y salí corriendo hacia mi habitación.

Al llegar, saqué de mi ropero lo primero que vi y me lo puse. Sorprendentemente, no quedé como Lady Gaga y combinó a la perfección.

Se trata de un top gris de tirantes, un jeans negro rasgado, una camisa a cuadros roja y mis Super Star blancas con rayas negras.

No me maquillé, me hice un moño desordenado y...¡Chau! 

"¡A COMPRAR LIBROS, CARAJO!"

(...)

-¿El azul O el rosado?- mi hermana me mostró los dos vestidos que tenía en mano.

-El azul resalta más tu piel, pero el rosado te queda más sexy- declaré mientras tomaba en brazos a Sofia.

-A mi me guta el rosadito- dijo Sofia sentada a mi lado.

-Ok, me llevo los dos- se dirigió a la cajera.

Nos encontrábamos en una de las tantas tiendas de ropa de aquel centro comercial, habíamos venido con Sofia. Gabriela se había quedado con el inútil del padre en mi casa. 

Ya habíamos comprado ropa para las dos, maquillaje, y unos cuantos par de zapatos. Pero no había podido ir a una librería, eso me frustraba.

-Ana- la llamé mientras me paraba.

-¿Comemos algo?- dijo después de pagar y agarrar todas las bolsas.

-Sí, anda vos- le indiqué a Sofi que se acercara a nosotras -Yo voy a una librería y te alcanzo- agarré mis bolsas y salí del local.

-Te acompaño.

Aceleramos el paso al ver a unos cuantos metros de nosotras, se encontraba un local pintoresco con un cartel color rojo que dice: "Dream Library" .

Emocionada, solté de la mano a mi sobrina y corrí hacia la puerta de aquella tienda, pero cuando estaba por abrir la puerta, Ana me llamó.

-¡Lola! ¡Mirá! ¿Esa no es Martina?-fruncí el ceño confundida y miré hacia la dirección que miraba mi hermana.

-Sí...- dije casi en un hilo de voz, al ver que estaba agarrando la mano de un chico que no lograba reconocer.

-¡Vamos a chusmear!-olvidando a la librería, nos acercamos al café donde estaban sentados.

Sigilosamente me asomé a ver, pero no como lo había hecho para espiar a Megan. Achiné los ojos para ver mejor al tipo y me quedé boquiabierta al reconocerlo.

-¡¿Adrian?!- dije casi en un grito.

Y sin previo aviso, se besaron con ternura.