No.

Por esperar más de un año por él para sólo recibir un jodido insulto.

Su nombre fue gritado a sus espaldas por él junto a los pasos apresurados que casi se sincronizaban a los suyos, y en la otra esquina, el pelinegro logró atraparlo entre sus brazos, rodeando su pecho con fuerza desde la espalda, no dejándole escapar.

Le gritó con fuerza, sin importar la gente que pasaba, y se rompió a llorar ahí mismo mientras más sentía la fuerza del mayor rodeando su pecho entre sus brazos. Le insultó por minutos, le gritó la mierda que se había sentido todos esos meses sin él, sin recibir respuestas de nadie.

Cuando el cielo se pintaba de un azul claro tras los edificios que les rodeaban, las lágrimas de Jimin habían parado, pero el abrazo del mayor a su cuerpo no se había aflojado ni un poco, por miedo a que se escapase de él otra vez.

"¿Por qué te fuiste?" Susurró cuando juntó el valor, su voz tan rota en el aire. "¿Por qué me dejaste solo?"

"Porque necesitaba tiempo para pensar."

"¿Todo un maldito año? ¿No podías pensar aquí conmigo, idiota?"

Su risa fue suave contra su cuello, y su corazón volvió a latir con fuerza, asfixiándole.

"No podía pensar contigo cerca... no si se trataban de mis sentimientos."

"¿Tú, pensando en sentimientos?" Su voz casi había sonado graciosa, pero no lo había hecho, aun dolía.

"Sí" Se escuchó su sonrisa, Jimin quiso volver a salir corriendo. "Necesitaba aclarar lo que sentía por ti, y lo conseguí."

Jimin tembló entre sus brazos y su respiración se cortó; él lo sintió, logrando que enterrase más su rostro contra su cuello, respirando hondo, buscando fuerzas para poder decirlo de una vez en al aroma a vainilla que su piel destilaba, queriendo que todo ese tortuoso año lejos de él haya valido la pena, incluso si no era correspondido.

Incluso si volvía a casa con el corazón roto, dormiría tranquilo si es que el menor le escuchaba decírselo de una vez.

"Jimin, yo...-"

"Te quiero" Le interrumpió, sonrojado hasta las orejas, con sus ojos nuevamente acuosos, aferrando sus pequeños dedos contra el cuero de su chaqueta. "Te quiero, YoonGi, incluso si viniste hasta aquí para tirarme a la zona de amigos, no me importa. Yo te quiero, y te odio a la vez por haberme hecho imposible el poder olvidarte incluso sabiendo que tú jamás lograrías verme de otra manera que no fuese como tu hermano menor. Que por cierto es muy cruel si te pones a pen-"

"Cierra la boca" Le cortó, Jimin apretó sus labios, avergonzado, bajando la mirada, esperando lo que había esperado desde el primer segundo que había comprendido el latir furioso de su corazón cuando hablaba por internet con el mayor. Esperando el rechazo asegurado. "Eres un mocoso que aún no sale de secundaria y usa un pijama de conejos, mira Bob Esponja antes de ir a clases y le gusta el helado de fresa con trozos de galletas de animales"

"Yo-"

"Que te calles" Jimin apretó el agarre en sus brazos, agobiado y a punto de echarse a llorar si el mayor seguía remarcando el sinfín de cosas más que obvias para él que le separaban de la mera posibilidad de ser algo más importante para él. "Me exasperaste cada tarde que estuvimos juntos y rompiste mis audífonos nuevos"

"Fue un a-"

"Jimin, te meteré una mordaza si sigues interrumpiéndome" Volvió a callar, y ya no quería seguir escuchando al mayor dejándole en ridículo a mitad de una esquina; ¿de verdad había vuelto simplemente para ridiculizarlo? "Pero, todo eso, y más que no mencionaré, me hizo falta cada maldito minuto, y me di cuenta que..."

"¿Que...?" El corazón de Jimin palpitaba con fuerza mientras los segundos de silencio pasaban y sus dedos se cernían al cuero de la chaqueta del mayor.

"Pienso, creo, que, que te, que te qui...ero. Eso, eso creo"

Jimin dejó caer su cabeza hacia adelante cuando finalmente acabó de hablar, y un sollozo se escapó de sus pomposos labios resecos. Y otro, y otro, hasta que se volvió una pequeña bolsilla de lágrimas otra vez que el pelinegro sostenía entre sus brazos con firmeza, sonriendo con suavidad.

"YoonGi hyung, eres un imbécil" La voz del menor sonaba abombada ante las lágrimas, sorbiendo su nariz cada dos por tres mientras se abrazaba a él con todas sus fuerzas, ocultando ahora su rostro contra su pecho.

"Lo sé" Su risa bonita se escuchó, y él se sintió tan lleno de paz con solo escucharla, de sentir la vibración de la misma contra su mejilla en su pecho. "Pero más imbécil fuiste tú al sentarte al otro lado del parque, estuve tres horas esperando por ti en la banqueta verde, enano idiota"

Jimin sollozó otra vez al escucharlo, y YoonGi ya no entendía el por qué, pero lo abrazó con más fuerza, repartiendo besos en su sien, arrullándole y cuidándole del frío, sonriendo entre sus cabellos castaños enmarañados al sentirse tan completo por esos cortos brazos que le sostenían y esa mata de cabello que tanto había extraño ver despeinada.

Y eran las siete de la madrugada, cuando el cielo estaba de un celeste pálido entre unas nubes rosadas que no dejaron salir gota alguna como el pronostico había dicho, que YoonGi besó con calidez los labios de su menor, acunando su sonrojado rostro entre sus frías manos mientras este se aferraba a su cuerpo, palpando su cintura como siempre que le abrazaba, mientras intentaba seguir el beso de manera torpe y adorable.

"Dilo otra vez, hyung" YoonGi rodó sus ojos, esbozando una suave sonrisa que a Jimin le dio mil años de vida más.

"Te quiero, Jiminnie" Jimin sonrió, abultando sus mejillas, acelerando el corazón de YoonGi.

"¿Ahora me compras un helado?"

"Hacen menos de dos grados, no fastidies"

"¡Pero hyung, debes compensar todo este año que me hiciste esperar!"

"¿Lo ves? Eres un mocoso"



















iba a terminar de una manera jodidamente deprimente porque no estaba de un buen humor

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

iba a terminar de una manera jodidamente deprimente porque no estaba de un buen humor.

pero no pude, aire.

bus 🚌 yoonminTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon