Ya llevaba un buen rato recorriendo los pasillos del supermercado, si bien le ayudaba a distraer su mente, no funcionaba del todo...

―Él no te quiere lejos, está avergonzado porque...

¿Estaba acaso adquiriendo las rarezas de DongYoung?

La mujer que se encontraba a unos pasos le miró recelosa. Él tampoco confiaría al ver a un estudiante hablando solo en el rincón de las chucherías.

Suspirando, agarró uno de los tarros y lo colocó bajo su antebrazo, manteniéndolo quieto al hacer presión contra un costado de su cuerpo. 

Él se iría, por un mes. Y en treinta días podía pasar básicamente todo, y nada. Y aunque el menor le había aclarado que no habría cambio alguno cuando regresara: seguía la inquietud, la duda.

Ahí, persistente.

―¿Algo emocionante pasando por tu cabeza?―la abrupta presencia del menor lo trajo de vuelta a la realidad.

―¿Cómo supiste que estaba en este pasillo?―inquirió manteniendo su postura firme.

El chiquillo le quito el envase bajo su brazo para después elevar sus claras cejas, aprobando con este gesto la elección de Yoon Oh.

―Desarrollé mi tercer ojo―simplemente dijo, echándole un vistazo a los productos frente a sí.

―Eso es bastante impresionante, incluso para ti.

―Claro―un atisbo de sonrisa suavizo su rostro―. De hecho, tuve que buscarte. No me entregaste el teléfono.

―¿No?

―Prefiero pensar eso a que lo robaron o, a que lo extravíe.

Para comprobarlo, Yoon Oh palmeo su bolsillo: en su interior estaba el aparato.

―¿Algo más que debas comprar antes de irnos?―la mano del castaño se trasladó a la parte frontal del sweater del menor, acercándolo a través del flojo agarre―. Aún es temprano―guardó el móvil en el saquillo de la prenda.

Al terminar su tarea se separó unos centímetros, los suficientes para seguir percibiendo la respiración del otro.

El pelirrojo se quedó quieto.

―¿Qué?

―¿Cuándo...?―una risa ronca brotó de la garganta del menor―. ¿Cuándo es la obra? La de teatro. ¿Al final te decidiste por comedia?

―¿La obra? ¿Qué obra?―dijo haciéndose el desentendido.

―¿De qué se trata? ¿Le presentas a los de tu grado?―la cabeza de Yoon Oh cayó sobre su costado, desestabilizandolos un poco―. Yoonel castaño hizo un sonido negativo, reusándose a hablar sobre el tema―. ¿El vestuario es tan malo? ¿Así de malo?

El pelirrojo no se rendía fácilmente.

―Sí.

―Ya, no creo que sea tan...―la nariz de Yoon Oh reposó en los relieves de su cuello―. Terrible.

―Un duende.

―¿Ah?

―Un duende―Repitió más alto.

―Oh...―Mantuvo silencio por un instante. Instante que duró muy poco porque de inmediato comenzó a carcajearse―. Puff.

Yoon Oh arrugo su entrecejo, no queriendo contagiarse.

―¿No eres como el cuádruple del tamaño de uno?―llevó sus manos a los hombros de Jung, manteniéndolos en su lugar al intentar detener sutilmente el zig-zag que realizaba la punta de su nariz. No soportaba el hormigueo que se extendía por su piel―. Es inimaginable, aunque...-

―¿Mhm?

―Si rebuscas, es cómico por si solo. Piensa: tú siendo el más joven y el más alto de entre todos.

Yoon Oh tomó una profunda respiración, sintiendo un par de rizos rozar su mejilla. El menor llevaba un tiempo sin cortarse el cabello. Si bien el mechón le causaba picazón, no se alejó. Él adoraba su melena anaranjada.

―En absoluto, los ensayos fueron espantosos.

En serio lo fueron. No lograron coordinarse ni siquiera en un aspecto: la organización de diálogos, escenografía y costos eran el indiscutible reflejo de ello.

―A mí no me tocó ninguna mierda vergonzosa, por suerte.

DongYoung se percató de una niña. Ella manejaba un carro.

Cierto, seguían en el supermercado.

―Nuestra profesora de literatura se esmera. Cada proyecto nuevo es peor que el anterior.

―Eres un quejica, Yoon Oh―le reprochó el chico―. Va a ser un gusto verte actuar.

♡⭕♡

Me he tardado demasiado en actualizar. No sé qué decir, me ha dado una especie de shoock que no me dejaba trasformar las ideas de mi cabeza en un capítulo. Y, mientras escribía este, me di cuenta de que no bastaría con una parte ,(c" ತ,_ತ)' por lo que será dividido en tres.

Gracias por el apoyo, comentarios y votos.

SEPARAMEーJAEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora