────O21

374 66 5
                                    

O1 / O3

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

O1 / O3

―Hay dos opciones; originales y las de marcas, bueno, no tan reconocidas. El precio depende de eso y de los Gigabyte que posea la memoria. El mínimo que manejamos es de ocho Gigabyte y el máximo es de cien―explicó el vendedor, sacando de los estantes distintos ejemplares.

―No he tenido buenas experiencias con marcas chinas o de bajo costo. Prefiero comprar originales.

―Eso pasa, uno busca el camino económico pero resulta que no duran o fallan al instante―simpatizó el hombre―. ¿Cuántos gigas necesita?

―No estoy muy seguro de la memoria tope del teléfono.

A su lado, la voz de Yoon Oh hizo aparición;

―Dejame ver el modelo.

DongYoung sacó el aparato de su bolsillo y se lo entregó. Su mano estaba temblorosa. Y para peor, parecía no tener control sobre su cuerpo.
Desde la confesión, la cercanía de Yoon Oh le incomodaba, o no, solo... Deseaba caminar firme bajo la mirada del mayor.

―Lo máximo que acepta es una memoria de treinta y dos.

―¿Cómo sabes?

Los atención de Yoon Oh abandonó el móvil, concentrándose en el rostro de DongYoung. Tenía una expresión extraña... Lucía ansioso, como si algo le molestara o no le dejara estar tranquilo. Una actitud muy parecida a la que mantuvo los días anteriores de comentarle a su madre sobre su orientación sexual. Solo que esta vez no se sentía distante, no del todo.

―Mi madre tenía éste modelo―dijo, estudiándolo.

El chico asintió, sin correr la vista, sosteniendo la unión un momento antes de dirigirse al expectante vendedor.

―Una memoria de treinta y dos.

―De acuerdo, retiro en caja.

La cabeza del menor giró en dirección a la larga fila, eran mínimo quince minutos de espera. El solo pensarlo le daba jaqueca.

Cuando volteó, una mueca surcaba sus labios.

―Me demorare un poco, ¿puedes...?

―Iré a comprar algo en lo que llega tu turno, no enloquezcas en la fila―guardó sus manos en los bolsillos de su pantalón―. Llámame cuando estés listo.

Girando sobre sus talones, se dirigió a cualquier lugar fuera del campo de visión del menor.




DongYoung gustaba de la cebolla, sin embargo, no le gustaba el sabor a cebolla, menos en las papas. Entonces de queso, queso estaría bien. Pensó.

SEPARAMEーJAEDOWhere stories live. Discover now