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-Recuerdo una vez que.. -me miro mientras caminábamos bajo la luz de las lámpara públicas-, mi mama me besó delante de todos los de jardín, no sé porqué me acuerdo, creo que fue supér humillante para un niño de cinco años que tu mama te besuqueé, como extrañó esos besos -lo miré con el ceño fruncido, su mama..- Si, ella, ella tenía una pata de aluminio y los médicos dijeron que sería bueno que no se bañara todos los días porque se oxidaría. Ella no les hizo caso y murió de infección por oxido, gravísimo -lo mire sin decir nada y golpeé su hombro después que soltó una risa.

-Me asustaste, estúpido, pensé que lo decías en serio -se empezó a reír como foca. 

-En serio pensaste que existen implantes de aluminio? 

-No, o sea, deje de validar tu discurso a partir de "... ella tenía una pata de aluminio...". Quién cuenta que su mama muerta tenía una pata y no pie de aluminio? -lo miré y me miró. Lucas levantó la mano.

-Yo lo haría -sonreí como tonto mientras negaba. Al enfocar la vista pude ver mi casa.

-Esa es mi casa -la señalé y frené para saludarlo- Fue agradable estar con vos y gracias... -Lucas me besó. Mis ojos lo miraban estupefacto tras el roce cuando se alejó. Sonreí en una mueca incomoda y crucé la calle sin mirar atrás. Mierda. 

Saqué las llaves, las manos me temblaban. Cuando pude abrir la puerta y girar el pomo, el hombre piso la luna mas de cinco veces. Respiré hondo, en serio Lucas...? Levanté los ojos del suelo y mi mama me miraba con los brazos en jarra. Recompuse mi postura y continúe mirándola. 

-Cariño, que son estas horas de llegar... -la mire espantado y pase por su lado hacia mi habitación. Ignorando su mirada. Cerré la puerta y mi teléfono brilló en una videollamada. Lucas. Mordí mis labios. Debía responder..? El teléfono se volvió a apagar.

Me saqué la sudadera y la remera. El espejo de cuerpo completo brilló con la luz del techo. Mire hacia abajo y pude ver mis piernas, sin más. Me acerqué a mi reflejo y observé. Qué me pasó? 

Era hueso. Me miré espantado, la última vez que me vi... La última vez que me vi fue hace cuatro años. Mire espantado a todas partes, pero no volví a mirar mi reflejo. Me senté en la cama sin poder asimilar lo que veía frente a mí, o lo que vi. Yo, yo no era así, que...

-Shawn, hijo, abrí... -cuando giró el picaporte la puerta se abrió. No le había puesto seguro. Sus ojos me miraron preocupados a los míos, pero cuando bajaron se asustaron-. Cariño, estas muy delgado, que suce... -apretó sus labios y salió de la pieza, cerrando fuertemente la puerta. Apreté mis ojos tras el portazo. Yo...

Ding, ding.

Llamada entrante. Lucas. Deslice la pantalla y apoyé el teléfono en mi oreja.

-Lucas, podemos encontrarnos en el parque? 

-Que sucedi...?

-Nos vemos en el parque, por favor, no sé que hice -traté de no llorar. Colgué la llamada. Me coloqué la ropa una vez más y salí por la ventana. 

Ni yo entendí este capitulo, muchas gracias

Gor-Shawn[EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now