Capítulo 11

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Llegamos a nuestro destino.

La meta era encontrar a los ladrones que asaltaban los puestos del pueblo que divide dos grandes "Bandas". Está no se podía encontrar en ningún lugar más que en el centro del planeta.

Pero mi meta, era distinta, claro, teníamos que descubrir quiénes eran y acabar con ellos, pero quería observar a Lee Yang, quería ver cómo actuaría en situaciones cómo estás, lo que diría, pensaría, sobre todo porque me ayudaría a poder conocerlo y alguien día, combatirlo.

Empezamos preguntando a los propietarios de los puestos, luego a los de las casas, tenía tiempo que no hacía una investigación documental, no iba al lugar de los hechos, extrañaba el proceso, el sentimiento.

La mayoría de ellos coincidieron con la respuesta, pero hubo un joven, parte de ellos, que me intrigaba.

— ¿Entonces quiere decir que ellos solo se presentan en las noches? Bueno, eso es sencillo, solo deberíamos cambiar la fecha en la que cierran.— Dijo Akira algo confundida pero aliviada.— ¿No es así Lee Yang?

— Lo sería, si fuera verdad.— Contestó Lee Yang.

El joven lanzó la comida de su puesto y salió corriendo.

Lee Yang lo había descubierto, de verdad me estaba ayudando.

— Creo que me he ablandado, jajaja.— Dijo Akira.— Mi percepción no es tan buena.

— No es así, señorita.— Le negó Lee Yang a Akira.— Solo ha estado un tiempo fuera, luego se acostumbrará.

¿Lee Yang me estaba animando? De verdad que no me lo esperaba.

Abrí una brecha que nos transportará cerca del muchacho.

Después de salir de ella, empezamos a correr.

No me había sentido así de bien desde hace mucho tiempo, tan bien, que me olvide de mi plan "B". Observar a Lee Yang.

No fue un total fracaso, pude ver lo concentrado que podía ser y lo bueno que podía deducir.

Lo acorralamos, ya lo teníamos, lancé un hechizo que lo neutralizaría y no pudiera escapar, más fácil que tener que pelear, pero de un momento a otro, desapareció.

No entendí que había pasado, ¿Quién se lo llevó? ¿Solo desvaneció?

Lee Yang no pareció sorprendido.

— Eh...señorita.— ¿No irá a perseguirlo? — Dijo Lee Yang extrañado.

— Pues ¿Cómo? ¡No sé dónde está! — Dijo Akira enojada con Lee Yang por haber hablado en ese tono. El tono de que lo supiera todo.

— Jajaja.— Rió Lee Yang.— Las brechas dejan rastros, podemos rastrear la magia oscura y ver dónde nos lleva.

— ¡Eso ya lo sé! ¿Cómo iba a saber que se había ido por una brecha si no la ví? — Respondió Akira al comentario que había echo Lee Yang.

— ¿Cómo no la vio? Estaba enfrente de usted, se veía tal como la que usted creo...— Dijo Lee Yang extrañado.— Habra una brecha en el lugar que el la cerró.

— ¡Ya te dije que no sé dónde la abrió! — Gritó Akira.

— Lo se, venga.— Dijo Lee Yang mientras la guiaba.— Aquí, hágalo.

Después de varios intentos, me rendí.

— No puedo, no funciona.— Dijo Akira completamente confundida.— Hazlo tú.

— Yo no puedo abrir brechas, esta no es mi galaxia, no conozco el lugar.— Dijo Lee Yang.— Quién sabe dónde nos llevaría.

— Ah...esto es genial.— Dijo Akira deprimida.

— Yo tampoco lo entiendo, señorita.— Dijo Lee Yang tratando de encontrar que hacer.

— Lee Yang, veo borroso.— Dijo Akira.

— ¿Borroso? — Preguntó Lee Yang.

— Si, borroso.— Dijo Akira.— Espera, ya no veo, ya no puedo ver, no veo nada.

— ¿Eh? — Dijo Lee Yang.

— ¿Ahora qué vamos a hacer? Se van a escapar.— Dijo Akira fastidiada.

Volvimos al lugar en el que nos quedábamos.

Puse un hechizo en mi, el cual me curaba de cualquier malestar, este no sería duradero, claro, pero era lo único que podía hacer hasta saber que pasaba.

— Ok, analicemos esto.— Dijo Akira.— Salió corriendo, abrí una brecha para alcanzarlo, de ahí desvaneció por una brecha la cual no había visto, traté de abrir una rastreando la de el, no pude, mi visón desapareció.

— ¿Entonces? — Preguntó Lee Yang.

— La brecha.— Dijo Akira.— Ocultaron la brecha, si no pude ver la primera, entonces no puedo abrir una segunda, me esforcé de más, me cansé.

— Es lo mismo que pensé.— Dijo Lee Yang.

— Si ya lo sabías, no te costaba nada decirme.— Dio Akira.— Que estupidez, yo fui entrenada para trabajar sin energía.

— Bueno ¿Qué iba a cambiar si lo decía? — Dijo Lee Yang.— Usted hubiera creído que no era nada y hubiese seguido intentando y la situación empeoraría, no sea tan dura con usted.

— ¡No tenemos tiempo! — Gritó Akira decepcionada.— No tenemos tiempo, siempre hay más y más problemas.

— Cierto pero...— Dijo Lee Yang antes de ser interrumpido.

— Tu eres uno de ellos.— Dijo Akira.— ¿Acaso no lo recuerdas? ¿La razón de por qué estoy contigo? Tengo suficiente cosas conque lidiar, no me vengas con tus platicas, no sirven de nada.

— Ja.— Soltó Lee Yang.— Que dura, señorita.— Conque es la única razón.

— Si no podías usar bien la magia, lo hubieras dicho, si sabías lo que pasaba, lo hubieras dicho, si sabías la solución ¡La hubieras dicho! — Dijo Akira.— Como sea, buenas noches.

No podía creer que Lee Yang siguiera jugando conmigo.

Que decepcionada estaba. No solo conmigo si no con el.

Aunque era algo normal en el. No es como si alguna vez hubiera cambiado.

¿Por qué me había enojado?

Akira: "Diosa De La Guerra"Where stories live. Discover now