Akira: "Diosa De La Guerra"

Capítulo 9

— Akira, no entiendo por qué has tomado esta decisión, no lo entendí desde que me informaste.— Dijo Daryan preparándose para sus comentarios finales.— ¿Es por Aike? ¿Estás haciendo esto porque nos traicionó? Si crees que le va afectar de alguna manera, estás equivocada, eso no va a pasar, el no está más con nosotros, y el no...

— ¡Suficiente! ¡Daryan! — Grita Daiki interrumpiéndola.

— ¿Por qué me gritas? ¿Eh? ¿La estás escuchando? — Dijo Daryan estresada por todo.— Basta, me voy de aquí.

En parte, tenía razón por estar molesta, no les podía decir la verdad, todo lo que estaba haciendo era ilógico, no era algo que "Yo" haría, pero no me quedaba otra, tengo que proteger a Kangar de cualquier manera.

— Se terminó la junta, gracias por escucharme.— Dijo Akira melancólica.

Salí de la sala esperando que nadie fuera tras mío.

— Vámonos, Lee Yang.— Dijo Akira.

Lo llevé al invernadero del castillo, nos sentamos y tratamos de disfrutar del silencio.

O al menos, yo lo intentaba.

— Señorita, ¿Cuándo firmaremos los papeles de matrimonio? — Dijo Lee Yang sin haberle importado la situación de Akira.

— En un mes y medio.— Contestó Akira.— No digas nada, es lo mejor que puedo hacer, tenemos demasiadas cosas conque lidiar debido a tu alianza con Akie.

— Entiendo.— Dijo Lee Yang.— Tiempo perfecto para que...no sé, ¿Tal vez se enamore de mi?

— ¿Por qué Aike? — Preguntó Akira ignorando a Lee Yang.— ¿Por qué lo contactaste a él y no a mí?

— Entonces ya quiere entrar a eso, bien, se lo diré.— Dijo Lee Yang.— Aike tiene un pasado peor que el de usted, ha pasado por demasiado, el entiende el mundo real, nunca vivió en una burbuja de cristal como usted, el odió al rey con su alma, por eso lo mató, yo no lo convencí de hacer eso, por si se lo preguntaba, aunque estoy agradecido con él. Yo no contacté con Aike, el lo hizo conmigo.

— Primero, yo nunca viví en una "Burbuja de cristal" y segundo, eso es mentira, el no era así, el nunca habría sido así si no hubiera sido por ti.— Dijo Akira esperando a que estuviera equivocada.

— Su barrera era muy buena, al fin de cuentas, ustedes cuentan con más recursos que nosotros, ya se estaba debilitando, claro, por eso pude observar todo lo que ocurrió a aquí, yo planeaba invadir su galaxia, pero todavía faltaba para eso. Cuando vi por primera vez a Aike en mi castillo, me sorprendí aunque ya sabía que venía, estaba furioso, había matado a todos los guerreros de mi castillo, había llegado hasta mi, estaba enterado de lo que quería, estaba atrapado en una gran mentira, una de las personas en las que mantenía esperanzas, le había traicionado.

— ¿Quién? ¿Te refieres a mi? — Dijo Akira extrañada.— Yo nunca le hice nada pero si fui la más cercana.

— No, señorita, no fue usted.— Dijo Lee Yang.— Usted no tenía idea ¿Cierto? Lastima, ha desperdiciado mucho tiempo, Aike ya no es el mismo, su galaxia y todo lo que le rodea no lo es ¿Por qué quiere seguir protegiendo esto?

— Cuando Aike mató al rey, padre y creador; yo me perdí, no entendía cuál era el punto de seguir, si estaba sola, Aike ya no estaba conmigo y mi creador tampoco.— Dijo Akira.— Escapé y conocí a unos gemelos, "Cuates", como quieras llamarles.
Un chico y una chica, tenían mi edad, eran tan parecidos y tan distintos a la vez, discutían todo el tiempo, me pareció interesante, así que los seguí.

— Disculpe, señorita, me ha sorprendido ¿Es usted una acosadora? — Dice Lee Yang.

— ¡No! ¡Cállate Lee Yang! Estoy hablando.— Entonces, a pesar de todo, ellos eran muy unidos, su familia sufría una situación difícil, algo que ver con sus padres, yo no les entendía, ya que nunca había sido tan cercano a mi creador y a la reina. Recordé que no había manera de estar en su lugar, empecé a recordar todo por lo que había tenido que sufrir, me di cuenta que no había pasado todo eso sola, tenía a la fracción treinta y cinco. Esa fue mi razón para seguir adelante.

— ¿Eso fue en lo que pensó cuando aceptó? ¿Sus amigos? Me ha decepcionado, señorita, creí que tenía más.— Dijo Lee Yang.— Ya es tarde, me retiro, buenas noches, señorita.

— ¿Es en serio? ¿Lee Yang? ¡Respondí a tu pregunta y no te importa! ¡Eres un maldito, Lee Yang! — Dice Akira sabiendo que ni así misma se engaña.

Me dirigí a mi cuarto y deseé que un día como este no se repitiera.