Akira: "Diosa De La Guerra"

Capítulo 10

"Lee Yang es un idiota, aunque ya lo sabía, no sé por qué le conté todo eso, bueno, no sé lo podía contar a nadie más"

"Espera, ¿Qué? Se lo conté a un tipo que planea asesinar a todos si no estoy con el, pero ¿No se lo puedo contar a mis amigos?"

"Eh...es que mis amigos son algo especiales"

"Da igual, no es como si hubiera sido algo importante"

Fue lo que pensé cuando estaba acostada en mi cuarto. Dándole vueltas y vueltas, esperando que el tiempo pasara.

— Señorita...— Dijo Lee Yang a si mismo cerrando de golpe la puerta de su cuarto.— Le entiendo, yo sé cómo se siente.

"Pero no se preocupe, sus problemas son mis problemas, eso si, tiene que alejarse de toda esa gente que le rodea, no todos son sinceros con usted." Pensó Lee Yang con una cara neutral pero con lágrimas en el rostro.

Todos tienen un oscuro pasado. Lo que sentía le había ganado esta vez.

A la mañana siguiente le dije a Lee Yang que me acompañara al centro del planeta de fuego, el viaje no es tan largo como suena ya que podemos llegar sin problemas debido a los recursos que poseemos. Nos fuimos en una nave pero, a mitad del camino, se dañó y dejó de funcionar, tuvimos que bajarnos de ahí.

Empezamos a caminar mientras los guardias se contactaban con los del castillo para buscar otro medio para llegar.

— ¡Esto de verdad me sorprende! ¿Acaso lo hizo a propósito? — Preguntó Lee Yang.

— Claro que no, ¿Por qué lo haría? Yo salgo perjudicada también..— Contestó Akira.— Ojalá pudiera teletransportarme a gran distancia.

— Estoy jugando, lo sé muy bien.— Dijo Lee Yang riendo.

— Si que lo sabes, eres un acosador después de todo.— Dijo Akira.

— Igual que usted, señorita.— Dijo Lee Yang.

— No nos compares, Lee Yang.— Dijo Akira.— No somos iguales.

— Por supuesto que no.— Dijo Lee Yang.— Si fuera así, no estaría interesado en usted.

— ¿Tanto te odias? Lee Yang.— Preguntó Akira.— ¿Tan especial soy para ti?

— No y si.— Contestó Lee Yang.— Me odio más de lo que usted piensa.

— Entonces, ¿Por qué no haces algo por ello? — Preguntó Akira.

— ¿Algo cómo qué? — Preguntó Lee Yang.

— Algo cómo rendirte, dejar mi galaxia en paz y no querer asesinar a todos.— Sugirió Akira.

— No hay manera, yo soy así, señorita, en esto se basa mi vida, esto es lo que quiero, lo que deseo, no cambiaré, de ninguna forma, es por eso que me detesto.— Afirmó Lee Yang.

— Entonces podrías solo, no sé, morirte, ¿Lee Yang? — Dijo Akira.

— Supongo que no soy la persona que más odia a mi mismo.— Dijo Lee Yang.— Me duele lo que dice, señorita.

— Lastima, porque así soy, Lee Yang.— Dijo Akira.— Piensa de nuevo, ¿De verdad estarías dispuesto a soportar alguien tan joven como tu pareja?

— Jajaja.— Rió Lee Yang.— ¿Cuántos años cree que tengo, señorita?

— ¿Unos 35? Tal vez o más.— Dijo Akira.

— ¿Me veo de esa edad? — Dijo Lee Yang sorprendido.

— No, pero Ayato te llama "Maestro" supongo que has de ser alguien ya grande, pensé qué tal vez usabas la magia para verte más joven...— Dijo Akira sin arrepentirse de ninguna palabra.— Siempre me hablas de manera formal, así que me guiaba en eso.

— Tengo 22 años, señorita.— Dijo Lee Yang algo molesto.— Si cinco años es demasiado para usted, supongo que si soy viejo.

— ¿En serio? — Dijo Akira reconsiderando sus opiniones sobre el.— ¿Y por qué me hablas tan formal?

— Porque de alguna manera le respeto y le aprecio, señorita.— Dijo Lee Yang.

— ¿Tus razones vienen de cuándo me acosabas? — Preguntó Akira.

— Digamos que si.— Contestó Lee Yang resignado a explicar.

— ¡Princesa! ¡Ya llegó el transporte! — Dijo uno de los guardias que los acompañaba.

— ¿Por qué la llama así? Pensé que ya era reina.— Dijo Lee Yang extrañado.

— Lo era pero lo qué pasó con Aike no solo destruyó el compromiso que teníamos si no mi cargo como reina, no tengo dieciocho años, así que no puedo ser reina hasta que me casé o los cumpla.

— ¿Señorita? ¿Usted tiene más familia? — Preguntó Lee Yang preocupado por la situación.

— Si, primos, tíos, cosas como esas. — Dijo Akira.

— Ya...— Dijo Lee Yang sabiendo que la cosas que vendrían no solo serían difíciles para Akira, si no para el.