DM Con CD9

DM 56._ Esto tiene que parar

—Bryan, ¿podemos tomarnos una foto? —una joven de cabello teñido pelirrojo se acercó al castaño y a Mikeyla con una sonrisa. Varias niñas comenzaron a acercarse, la pareja se miró unos momentos los cuales fueron suficientes para que la chica se marchara

—¡Ana, una foto! —otra jovencita se acercó ella. La castaña, nerviosa, aceptó y sonrió para el vídeo que la niña estaba filmando luego de que su novio le diera el visto bueno

—Hola —le dedicó una sonrisa antes de irse rápidamente. Bryan sonrió con ojos brillantes al ver el gran recibimiento que le estaban dando a su novia. Nadie la estaba atacando, insultando o haciéndole mala cara

A pesar de ello, la castaña las saludó a todas con la mano antes de marcharse con las manos temblándole a los costados de su cuerpo. Caminando por el centro comercial, se topó con una chica de cabello castaño oscuro que miraba curiosa a todos lados.

—¿Jess?

La chica la miró con el ceño fruncido —¡Ah! Ana —sonrió finalmente acercándose a ella. Se saludaron con un beso en la mejilla  —¿Qué te trae por acá? —le preguntó animada a la feliz pareja

—Estaba con Bryan pero llegaron fans  —contestó esbozando una leve sonrisa mirando su celular  —¿Y tú? ¿Por qué tan nerviosa?

La castaña sonrió tímida —Ya sabes, paseando. Los pájaros cantan, el sol...

—Ya veo —su amiga entrecerró los ojos mirándola  —Ya suéltalo.

—En unos diez minutos quedé de verme con Jos en el estacionamiento.

—¿De verdad? —su amiga abrió mucho los ojos, sorprendidas

—Sí  —respondió mordiéndose los labios, un tic característico de ella  —Además ya viene el cumpleaños de Honey y quedé en entregarle la invitación para su prima —de su bolso sacó un papel rosado dentro de un sobre de plástico

—Ya veo, supongo que nos vemos después y nos contarás —dijo Mikeyla captando que era hora de irse

—Claro, nos vemos.

Cada una tomó su rumbo, Ana volvería a buscar a su novio y Jessica simplemente esperaba por el mensaje del pelinegro. Una vez que llegó la hora, un texto le fue enviado por Whatsapp. La chica se armó de valor y caminó rumbo al elevador que daba directo al Estacionamiento. Estaba nerviosa, la última vez que había hablado con el chico las cosas no habían terminado bien.

Ella se había arrepentido al igual que él, y muy a su pesar, desde aquella ocasión había deseado volver a verlo y enmendar sus errores. Porque nadie puede lograr engañar al corazón como es debido.

Cuidando que sus nuevos tenis no se ensuciaran y deseando buenas noches al señor de seguridad que estaba abriendo la puerta, salió en busca del chico mirando los pilares blancos con verde que mostraban una letra del abecedario acompañado de un número. A un costado del que marcaba J8 se encontraba un lindo y nuevo coche negro BMW y alguien, estaba recargado en él de espaldas.

Jessica sonrió involuntariamente. Con un brazo en la cintura de él y otro bloquéandole la vista, el chico se sobresaltó.

—¿Quién crees que soy? —esas simples palabras bastaron para que Jos se diera vuelta con una gran sonrisa y abrazara a su amiga no amiga. Sí, así.

—Jess, te extrañé tanto —murmuró sobre el cabello de la chica sin estar dispuesto a soltarla. Ella comenzó a reír ante lo tonto que el chico podía ser

—Lo sé, han pasado tantas cosas que no sé por dónde comenzar —admitió bajando la mirada y moviendo sus pies

—¿Y quién dijo que tú hablarías? —la miró con el ceño fruncido. La joven lo miró desconcertada y con ganas de echarse a reír en su casa  —Hablaré yo primero —susurró tomando a la chica de las mejillas y acercándose a besarla

La reacción de ambos no fue la que esperaban. Jessica no lo apartó o golpeó, simplemente se quedó vuelta piedra y él, con sus cejas fruncidas, confundido al no haber recibido a cambio un golpe o una mala palabra. Quizá no era el lugar más adecuado de hacerlo o la manera en que aquella situación en la que estaban envuelta debió de pasar. Pero si algo sabía el pelinegro, es que jamás había podido sacarla de su cabeza.

—Eso es por ser tan idiota conmigo —dijo él aún sobre los labios de ella  —Jamás te olvidé. Sé perfectamente lo que dije esa noche, pero estaba dolido. Debes entenderlo Jess, debí de haber insistido a pesar de que tú no estuvieras de acuerdo. Pero jamás anhelé algo como a ti.

Silencio, después la chica sonrió de nueva cuenta —Créeme que me arrepentí José Miguel. Y mi hermana, tan pequeña, me abrió los ojos.

—¿Entonces? 

—¿Entonces qué? —por su parte, Jessica no sabía qué procedía

—Boba, quiero estar contigo —la tomó de las manos esbozando una ligera sonrisa  —Ya me cansé de esta distancia. Dos de mis mejores amigos me restriegan su no soltería en la cara, y los otros dos son unos idiotas cobardes que no sé si vayan a intentarlo —esbozó una mueca y torció los ojos, pensando en el resto de su boyband  —Pero yo ya no quiero serlo Jess, no más cobardía. Así que no me hagas quedar en ridículo. —la castaña se echó a reír, era tan estúpidamente adorable

—Creo que podríamos intentarlo.

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No se apuren bebés, voy corriendo a subir el otro capítulo. Besos❤

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