DM Con CD9

DM 41._ Tiempo de llevarlo

—Sí Jessica, ya entendí que antes quieres hamburguesas —Jos torció los ojos irritado, atisbado de lo insistente que podía llegar a ser la castaña oscura

—¿Puedes caminar más rápido? Sí, gracias —lo ignoró respondiéndose a sí misma mientras echaba un vistazo al carro, donde las dos niñas los esperaban

—¿Qué necesidad de apurar, mujer? —se quejó el pelinegro, cuidando de sus preciados y nuevos tenis 

La chica terminó de arreglar su cabello, recién teñido de azul en las puntas... solo era temporal, su madre no estaba de acuerdo —La necesidad de comer y de que se dejen de quejar porque llegaremos tarde —dijo Jessica como si fuera algo obvio

—Vale, solo porque se trata de comida —el chico suspiró y apresuró el paso para estar a lado de ella

—¿Solo por eso? —preguntó ella intentando no esperar algo más,ilusionarse no era opción

—No —sonrió él divertido y tomó su mano

—¿Entonces qué más? —lo miró desconcertada observando con suma atención el agarre que el chico creó

Había aguantado demasiado, era la primera chica que había rebasado el límite que incluso él poseía —Ya me harté de que seas jodidamente grosera —gruñó él pegándola a su pecho, tomándola por sorpresa. El chico miró sus labios, sin una gota de maquillaje como solía ser, estaban a muy poca distancia —¿De verdad quieres saber? —los ojos de ambos brillaron esperanzados. Era cierto que solían insultarse, probablemente eso había cautivado a los dos jóvenes, eran como un hueso duro de roer

Pero entonces se escuchó una voz que ninguno de los dos conocía —¡Jos! ¿Me puedo tomar una foto contigo? —una chica de cabello negro se acercó corriendo al chico, tenía aproximadamente dieciséis años y usaba una chamarra amarillo neón que podían verla incluso a metros de distancia en la oscura calle

Se separó de la castaña —Claro —sonrió él un poco, Jessica se hizo para atrás pues estaba la fan y debían evitarse muchas cosas

Se tomaron la foto, sin embargo aquella chica comenzó a entablar una conversación con Jos. Jessica solo los miraba ¿qué podía hacer? Finalmente pareció que la fan notó su presencia y la miró arrugando la nariz —¿Tú quién eres? —le preguntó sin ocultar su enfado

Su actitud invencible la había abandonado —Yo... So- soy —tartamudeó Jess, pensando qué responder; la joven la barría de pies a cabeza

—Es una amiga —contestó Jos mirándola serio, no le gustaba la actitud de la fanática tanto como a esta Jessica

—Oh bueno, fue bueno verte Jos. Adiós —sonrió la chica pelinegra, se acercó a besarle la mejilla y partió con obvia felicidad

—Eso estuvo cerca —soltó la castaña oscura, expulsando el aire que había contenido por aparentemente largos minutos que parecieron horas

—Tranquila, mejor démonos prisa —la apuró Jos sin siquiera esperarla para comenzar a caminar, en silencio se dirigieron a aquel lugar que la boyband frecuentaba

Llegaron al establecimiento, sin embargo Jessica ya no estaba muy cómoda y no solo por la cercanía del chico, ni sus manos entrelazadas o por el simple y para nada importante hecho de haber estado a punto de besarse, no... Era aquella fan.

¿Y si los había visto así? ¿Si les tomó una foto? ¿Qué pasaría si hubiera llevado rato observándolos? Podrían crearse rumores y él podría salir afectado, y eso era lo que ella menos quería provocarle: problemas. A pesar de que les encantaba hacerse la vida imposible, probablemente el nuevo hobbie favorito de ambos, no quería verse envuelta en ataques de parte de niñas de catorce años.