amigos

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Ya es una semana en la que Seokjin vivía en Seul, una semana en la que ya había retomado sus clases.

En esa semana no había hecho amigos, pero él estaba acostumbrado a estar solo y es que no tenia amigos en su antiguo colegio, todos lo veían como el rarito al que no debían de acercarse y el que trataba de hacerlo, seria la burla para todo el colegio.
En esa semana ya lo habían catalogado de raro, pero sorprendentemente, no lo habían intentado golpear o lo habían insultado y ya era un gran alivio para él.

Solo había algo que rondaba mucho en su cabeza cuando iba a clases y todo se trataba del chico que siempre se sentaba apartado de todos. Lo había mirado (en realidad espiado) y él tampoco tenia amigos pero las personas a su alrededor solo le daban una mirada llena de hemos y el no entendía, «Parece un gatito, ¿por que le tienen miedo

Pero hoy seria diferente... ¿O no?

Apenas el timbre del almuerzo sonó, Seokjin corrió por los pasillos y con sus cortas piernas trato de llenar lo mas rápido posible, llevando su propia comida que su mami hacia especial para él y sin temor alguno, fue a la mesa apartada de todos y la que era ocupada por un solo chico.

Sin siquiera preguntar, se sentó en esta, captando la atención del pelinegro frente a el que lo miraba confundido y algo enojado, ¿quien se creía que era el rarito castaño para sentarse en su mesa?
Pero hablamos de Kim Seokjin, el no veía malicia a pesar de todas las cosas que ha vivido y solo sentía que el pálido frente a el necesitaba un amigo.

—Perdone por no presentarme, soy Kim Seokjin y...—Fue interrumpido.

—¿Por que te sentaste en mi mesa?—El pelinegro lo miraba con una ceja alzada, tratando de ser lo mas intimidante posible.

Pero Seokjin solo sonrió al mirar a Yoongi.

—Por que seré tu nuevo amigo.—Tomo una cajita de jugo que dejo del lado de la bandeja del pálido, su forma especial de comenzar amistades.

—¿Y quien te pidió o pregunto que fueras mi amigo?—Yoongi podría ser muy rudo, podía darle una paliza a cualquiera que lo molestaba o mandar a la mierda a todos. Pero no podía hacerlo cuando ese tierno castañito le regalaba una cajita de jugo de manzana.

—Yo le pregunte al señor pato cuando me bañaba y el me dijo que debería hablarle porque quizás usted necesite un amigo, pero no se preocupe... Yo lo cuido.—El pequeño castañito asentía muy seguro de lo que decía y le regalaba una gran sonrisa.

Yoongi bufo, tratando de esconder una sonrisa porque sabia que ese pequeño y flacucho niño no iba a poner matar ni una mosca, pero aun así dejo que pensara lo que quisiera.

—Mi nombre es Min Yoongi...—

—¡Te diré Yoongi-chi!—

Sipe, Yoongi supo que tenia que tener mucha paciencia con el tierno niño

Las Aventuras de Seokjinnie y Yoongi-chiWhere stories live. Discover now