High Hopes | D.H.

12 | Es Derek, Kate lo tiene.

—A Alisson no le gusta viajar conmigo en la motocicleta, además, creo que hacemos más escándalo que si subes y dejas que te lleve a casa.

  Aún no estaba convencida.

— ¿Te importaría si mejor vamos al departamento?

—No hay problema—sonríe—Ahora sube mi trasero se esta cansando—ambos ríen y toma el casco para subir tras Scott.

— Gracias

—No es nada Mads, agárrate, sabes que me gusta la velocidad—voltea de reojo sonriendo.

— Mentiroso, solo lo haces para que te abracé.

—Tal vez—la sonrisa abandono su rostro.
  El pelinegro regresa la mira al frente y arranca al sentir las manos temblorosas de Madison rodear su torso.
  Estar así con él le traía tantos recuerdos, como el día que compro la motocicleta, ella no se quería subir, tuvo que insistir más de dos horas, sin embargo, tras el primer viaje quedo maravillada.
  Siempre iban a sus citas en ella, a la escuela, incluso a la fiesta de fin de año que hizo su madre.

  Cierra los ojos unos segundos intentando bloquear esos pensamientos, regresando al presente.

  El castaño optó por guardar silencio al percibir sus emociones y condujo hasta el edificio de Derek.
  Baja con ayuda de Scott y juntos se dirigen al departamento donde al entrar sonrientes las miradas no tardaron en posarse el ellos.

  Lydia y Peter los veían con sorpresa, el último con un toque de enojo al pensar que su sobrino podría salir lastimado.

Mientras Allison baja la mirada, se veían demasiado bien juntos. Sabia que ella había sido la causante de su separación, y cada vez que los veía juntos se sentía insegura, por la historia vividas y de saber que hacía mejor pareja con Madison que con ella.

— ¿Donde estaban?

— Derek no ha podido ir por mi, quería asegurarme que este bien—comienza Madison sin entender, le da una mirada a Scott en busca de respuestas ante su comportamiento, pero el adolescente parecía tan confundido como ella—Así que Scott se ofreció a traerme, ¿Porque la pregunta? ¿Por qué están todos aquí?

— Porque los llamamos cientos de veces y ninguno contesto.

— Veníamos en la moto, tenía el teléfono en el bolso—responde Scott a su lado.

—Es Derek—Lydia da un paso al frente, llamando su atención en segundos al escucharlo — Creemos que desapareció.

— ¿Qué?

— Nadie lo ha visto desde ayer.

— Estuvimos juntos está mañana, me llevo a la escuela— sus piernas temblaron al imaginarlo.

— Creemos que Kate vino por él.

  Si Madison hubiera tenido algo entre sus manos hubiera resbalado.

—¿Encontraron algo?

— Los Argent cuando nos enteramos que nuestra presa—dice entre comillas—Sabe lo que planeamos decidimos esperar y cuando bajen la guardia atacamos—responde Allison provocando que Madison voltee a verla demasiado rápido, y ahí Peter pudo ver como por unos segundos sus ojos tomaron un color rojo intenso.

Y sabía que eso no era nada bueno.

—¿Disculpa? ¿Si sabias eso por qué que no lo dijiste antes?—su rostro había cambiado y el tono de voz solo irradiaba irá pura.

  En ese momento Liam recordo los ataques de ira que había sufrido antes de mudarse a Beacon Hills, pero en ese momento Madison le decía: quítate perro.

— No creí que fuera importante—responde apenada.

—Si claro ¡Solo dejaste bajar la guardia para que tu tía psicópata venga por Derek!

—¡No hables así de ella!—se levanta enojada del sillón, elevando la voz mientras se acercaba a la humana.

  Estaba dispuesta a defender el honor de su familia.

—¿Por qué?—se acerca más a ella—No es nada mio, tú no eres nada mio. No les debo ningún respeto—la señala—Y no estas en posición de reclamar nada Alisson, si quieres conservar la poca dignidad que te queda cierra la boca a menos que digas algo útil—termina mientras la cazadora retrocede.

Lydia sonríe orgullosa de su mejor amiga.

  Todos se sorprendieron al verla actuar de ese modo.

— Tal vez nos estamos precipitando, esperemos respiras de Derek.

— El habría llamado a Madison.

— Tal vez lo olvidó.

— No, algo está mal — susurra Madison para si misma, caminando de un lado a otro de brazos cruzados.

— El no dejaría sola a Madison, la ha acompañado desde que vimos a Satomi.

— ¿Por qué es tan alarmante que no se haya reportado con su amiga?— pregunta Scott molesto, no entendía que estaba pasando, nadie lo hacía.

— Estamos junto —voltea confundido —Soy su novia, Scott — gira hacia el, dejando a todos inmóviles en sus lugares, procesando la noticia.

—¿Qué?

— No hay tiempo para explicaciones, necesito saber dónde está.

— No responde sus llamadas y no se presentó a la oficina hoy.

— ¿Cómo podemos salvar a Derek?