Dildo

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(O)

("Continuación" de Cosas de adolecentes)

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Por fin había llegado, luego de tres largas semanas de espera estaba aquí.

Entró corriendo a su habitación con la caja en brazos, sintiendo la emoción y nerviosismo recorriéndolo por completo.

Luego de su experiencia con los dedos pocos meses atrás, había decidido conseguir un pequeño juguete para seguir probando las miles sensaciones que podía crear por sí mismo. Claro que no había dejado de haber practicado con sus dedos, pero sentía que ya era tiempo de intentar con algo nuevo. Así que luego de ver un anuncio de una página de ventas, su curiosidad y morbo habían podido con él y pronto se vio en diferentes páginas, comparando precios, tamaños, colores escogiendo entre muchos.

Aunque si bien pudo haber simplemente ir a una sexshop de su ciudad, tenía miedo de que alguien conocido lo viera, aún si fuera algo poco posible, tenía ese pequeño e infundado miedo, también pensó en la vergüenza que sentiría preguntando por cosas así siendo hombre; así que se convenció a sí mismo de que buscar en internet era mucho más fácil, discreto y habían más opciones que ir y pasar pena comprando ese tipo de cosas.

Observó la caja con nerviosismo, era completamente marrón, no dando signos de lo que se ocultaba en su interior, que era precisamente lo que quería, no sería agradable que en la correspondencia se viera eso, pudiendo ser que en vez de recogerlo él, lo hiciera su madre, ya que era dejado en la puerta como cualquier otro paquete.

Obviamente calculó la llegada del paquete, escogiendo un día en el que estaría solo, así que sin miedo a que lo descubrieran y con muchas ansias, abrió la caja.

Dentro, bajo una capa de unicel, se encontraba una caja más pequeña, de forma alargada en la cual se apreciaba lo que se suponía venía dentro. Con los nervios de punta y excitación al mil, abrió ésta sacando el objeto alargado dejándolo en su cómoda para poder contemplarlo.

Era de color azul marino, de 16 cm de largo, aunque le pareció muy atractivo, se basó más que nada en la descripción, la cual decía que es hipoalergénico al ser de silicona, impermeable, lo cual significaba que lo podía mojar y no habría problema;  y sólo necesitaba de dos pilas AA, era perfecto para principiantes además de lo que más le llamó la atención: las diferentes funciones de vibración, que contaba con 10 niveles de intensidad.

Era de color azul marino, de 16 cm de largo, aunque le pareció muy atractivo, se basó más que nada en la descripción, la cual decía que es hipoalergénico al ser de silicona, impermeable, lo cual significaba que lo podía mojar y no habría problema;...

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Lo observó por algunos minutos antes de decidirse a tocarlo y sentirlo, la textura era suave, no demasiado duro y creía que el tamaño era ideal para él que iba a iniciar con algo así.

Las ansias le ganaron y rápidamente lo dejó de nuevo para ir en busca de lo que necesitaría. Un bote de lubricante que venía incluido en el paquete, simple, transparente, a base de agua, lo colocó al lado de su nueva adquisición y se dejó caer en su cama después de haberse quitado toda la ropa. Agarró su celular poniendo algo de porno para entrar en calor.

Luego de algunos videos, su miembro se puso algo erecto, por lo que dejó de ver y comenzó a masturbarlo, con la mano libre alcanzó el lubricante y dejó caer un poco sobre los dedos de la otra mano. Teniendo libres las manos siguió masturbándose mientras que la que tenía lubricante bajó hasta su entrada.

Acarició por fuera unos instantes antes de decidirse a meter el dedo medio. Suspiró y dejando que resbalara, se relajó cerrando los ojos mientras metía y saca el dedo procediendo así a estirarse, cuando creyó conveniente metió el segundo fácilmente, abriéndose para lo que se venía. En algún momento tocó algo que hizo que su pene se erectara por completo y sintiera escalofríos, trató de no tocar tan seguido ese lugar para no venirse antes de que pudiera probar el dildo, aunque su cuerpo, acostumbrado ya a esto, por reflejo se empujaba para poder sentir más de aquel placer.

Luego de haber metido tres dedos y sentirse lo suficientemente preparado, sacó los dedos de sí y agarró el dildo y el lubricante para untar una generosa cantidad por todo el largo. Ya listo, se acostó con una almohada debajo de sí para así alzar sus caderas para una mejor posición y abriendo sus piernas temblorosas.

Con nervios y ansioso, puso la punta en su entrada, con lentitud fue empujando la punta que resbalaba fácilmente. Sintió un poco del dolor al que ya no estaba acostumbrado, respiro profundo y siguió empujando lento y sin prisa, sentía como el objeto frío iba entrando y abriéndose paso en su interior haciendo que contrajera inconscientemente al rededor del dildo.

Una vez estuvo la mitad dentro de él y se creyó preparado para lo demás, procedió a sacar un poco para empujar de nuevo, repitiendo esto varias veces. Su respiración se cortó, estaba empezando a sudar, escalofríos le recorrían y sentía el característico calor en su vientre de excitación. El juguete rozaba su próstata causando que gimiera por lo bajo, y dirigió los movimientos a ese lugar, subió la velocidad de su mano empujando el dildo a la vez que empujaba sus caderas en la posición que sentía más placer. Respiró profundo dejando salir sin pena los gemidos que luchaban por salir; su boca salivaba y su piel se erizaba.

Su muñeca empezó a doler un poco debido a los constantes empujes que hacía hacia sí mismo, por lo que cambió la mano continuando con los movimientos y luego de pensarlo poco, decidió probar la función de vibración.

Con la mano libre, buscó a tientas el botón y al encontrarlo lo presionó varias veces con rapidez. Un gran gemido de sorpresa y placer salió de su boca cuando la vibración lo golpeó repentinamente, su próstata era presionada por el dildo y con las vibraciones generaban un placer indescriptible, gimió fuerte sin cohibirse a la vez que, con desespero siguió moviendo el artilugio dentro de él, buscando el tan ansiado clímax.

A estas alturas estaba sudando a mares, su ojos se cristalizaron del placer dejando caer una que otras lágrima, su piel se erizaba y sus piernas temblaban. Su miembro estaba totalmente erguido y parecía a punto de estallar, soltando semen pre-eyaculatorio. Se sentía resbaloso por la cantidad de lubricante que usó y que era el mismo que hacía que sonidos acuosos se escucharan a cada embestida que hacía.

Desesperado de placer, con la mano libre se masturbó rápidamente al mismo tiempo que, con la misma mano que se penetraba, aumentaba la vibración y pronto sintió el final.

Con una última arremetida que sintió llegar a sus entralas, el calor se extendió por todo su cuerpo y estalló en el más grande orgasmo que alguna vez tuvo, salpicando su estómago, mano y sábanas.

Jadeando sacó de un tirón el aparato y lo dejó caer en algún lado de su cama sin importarle que manchara las sábanas de lubricante. Calmó su respiración y relajó sintiendo hinchada su entrada escurriendo restos del lubricante. Suspiró lleno de placer y una sonrisa llena de satisfacción no pudo evitar adornar su rostro con el constante sonido de su juguete aún sonando.

Amó eso.

Había encontrado un nuevo nivel de placer. Al parecer los días encerrado en su cuarto aumentarían.








N/A:
No estaba muerta andaba de parranda xd
Sorry, luego de muuucho subo algo nuevo

Lo escribí corto y rápido porque sino, quien sabe hasta cuando iba a tener ganas, igual lo siento, no es la gran cosa, para empezar, ni sé escribir y hace mucho que no lo hacía xd

Ya luego trataré de corregir los errores y tal vez agregar cosas.

Que sepan que me encanta que comenten sus puntos de vista, no duden en corregir y decir lo que piensan 💙

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