10. El segundo paso de mi nuevo estilo de vida

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Tobio
Cuando desperté, estaba sobre Ethan, volví a poner mi cabeza sobre su pecho, me estaba relajado demasiado el latido de su corazón.

- No te vuelvas a dormir, bebé

Levante mi cabeza de su pecho, tan rápido que me mareé, volví a recostar mi cabeza en su pecho hasta que pasara el mareo.

- ¿Estás bien, bebé?

- Me levante muy rápido y me maree, papi

Ethan me dio un beso en la frente, cerré mis ojos, él comenzó a acariciar mi espalda, me sentía tan bien, que tenía ganas de quedarme en la cama y no ir a trabajar.

Espera tengo que ir a trabajar.

Me levante como si el pecho de Ethan tuviera un resorte.

- ¿Por qué te levantaste así, bebé?

- Tengo que ir a trabajar

- Quedamos en que una vez empezaras a vivir conmigo no tendrías que trabajar

- Pero...- hice un puchero para que me dejara seguir trabajando, pero solo me gane un beso, mis mejillas estaban ardiendo y cubrí mi cara con mis manos.

Ethan me abrazo algo fuerte, precisamente en ese momento llegaron las ganas de orinar y me empecé a mover de manera brusca, necesitaba ir al baño o me orinaría sobre Ethan.

- ¿Qué pasa, bebé?

- Quiero ir al baño

- Iras una vez me llames papi

- En serio necesito ir, por favor- aún me da vergüenza decirle papi, pero Ethan no me soltaría hasta que se lo dijera.

- Papi necesito ir al baño, por favor déjeme ir

Cuando me soltó salí corriendo al baño a hacer mis necesidades básicas, por poco y no llegaba a hacer mis necesidades. Mientras hacía mis necesidades, pensaba en que tenía que dejar mi trabajo para ser un bebé mantenido.

Al salir del baño, Ethan estaba buscando ropa para mí, me quede parado cerca de cama observando que ropa me haría usar, cuando se dio la vuelta para dejar la ropa sobre la cama me miro como si fuera una persona hermosa, la persona más hermosa del mundo.

- Bebé, tenemos que vestirte para que vayas por tu renuncia el día de hoy.

- Sí, debo de llamar a la señorita Evergarden

- Hazlo rápido

Tome mi teléfono que estaba olvidado sobre la mesita de noche, busque entre mis contactos a mi jefa, próximamente exjefa, espere pacientemente a que respondiera, cosa que paso de inmediato.

- Tobio ¿Sucede algo, cariño?

- Señorita Evergarden, hoy necesito hablar con usted y es algo serio

- ¿Es muy grave?

- No, el motivo lo sabrá cuando hable con usted.

- Está bien, recuerda llegar a tiempo para tu turno.

- Estaré puntual.

Termine la llamada, para luego mirar que Ethan ya estaba vestido y listo, mientras que yo seguía en pijama.

- Vamos a cambiarte, bebé

Me limite a agachar la mirada, Ethan se acercó a mí, para ayudar a cambiarme de ropa, de un tirón bajo mi bóxer, me sentí avergonzado, pero él no estaba viendo mi zona privada, me coloco un par de bóxer limpios, cambio mis calcetines, por un acto de rebeldía me puse yo solo los pantalones, el vestirme fue algo extraño, desde los nueve años nadie me vestía y ahora Ethan lo hacía con delicadeza.

Cuando estuve completamente vestido, bajamos a desayunar, realmente no estaba acostumbrado a desayunar, solo pedí una taza de leche tibia, aunque Ethan me regaño y me dijo que tenía que comer al menos una fruta.

De mala gana comí una manzana roja, comí con lentitud para no tener nauseas, vaya tenía dos años sin desayunar, realmente se me hacía tan extraño.

Luego del desayuno forzado, nos encaminamos a la cafetería, aun me quedaban tiempo para mi última hora de entrada, miraba como pasaban los edificios, unos más grandes y otros más pequeños, no tuve una noción del tiempo hasta que vi la cafetería frente a mis ojos, ahora tenía miedo de renunciar, pero debía de cumplir mi palabra.

- Ya llegamos bebé, ¿Estás listo?

- Sí, pero quiero hacer esto solo

- Está bien, quieres que te espere en el local o aquí en el auto.

- Me puede esperar en el auto

Me baje del auto, mirando la fachada de la cafetería, cerré los ojos, tome una gran bocanada de aire y entre al lugar, el olor dulce de las fresias inundo mis fosas nasales, extrañaría ese aroma, continúe mi camino hasta la oficina de la señorita Evergarden. Al estar frente a la puerta sentí que el corazón se me saldría del pecho, toque la puerta, no hay marcha atrás.

Escuche un suave adelante, entre a la habitación con las piernas temblorosas.

- Buenos días Tobio ¿Por qué no tienes tu uniforme puesto?

- Buenos días señorita Evergarden, yo... vengo a pedir mi renuncia

La expresión del rostro de la señorita Evergarden era de completa sorpresa y tristeza

- ¿Estás seguro de lo que acabas de decir? – Me estaba dando la opción de arrepentirme ahora, pero no podía arrepentirme

- Lo estoy, realmente estoy seguro de renunciar

- ¿Cuál es el motivo de tu renuncia?

- Yo...renuncio porque mis estudios me consumen mucho tiempo

- ¿Cómo te mantendrás? Tengo entendido que solo te mantienes de esto

- Mi novio me va a ayudar con mis gastos, realmente tengo que renunciar, pero no quiero

- Oh cariño, entiendo tu situación, puedes regresar cuando gustes, yo te esperare con los brazos abiertos

- Gracias señorita Evergarden, tengo que desalojar mi casillero

- Te acompañaré cariño

No dije nada, caminé a mi casillero, lo abrí me causo un poco de nostalgia ver mi casillero adornado de forma infantil, tenía dibujos pequeños en él y varios post-it pegados, empecé a sacar mis pocas cosas que tenía, un vaso con dibujitos de Rilakkuma, algunas cosas de higiene personal, un poco de ropa y mi uniforme, verlo me causo unas grandes de llorar, me había encariñando con mi trabajo, mis ojos estaban llenos de lágrimas.

- Puedes llorar cariño

- Señorita Evergarden, ya está vacío mi casillero, pero no puedo despegar todas las decoraciones

- No te preocupes cariño, este casillero siempre será tuyo.

- Gracias señorita Evergarden

Me despedí de mis amigos y emprendí camino al auto de Ethan, mis ojos estaban aguaditos de lágrimas sin derramar, las cuales se abrieron paso cuando subí al auto.

Regresamos a casa, me mantuve en silencio todo el tiempo, quería hablar, pero sabía que si hablaba me pondría a llorar, hice un puchero con mis ojos llenos en lágrimas que parecían enraizadas a las comisuras de mis ojos.

- ¿Pasa algo bebé?

- No –Mi voz se quebró por completo

- Necesitas algo –Quería un abrazo, ¿Estaba bien pedir un abrazo a mi novio

- Papi quiero que me abraces, por favor –Las lágrimas empezaron a salir solitas, mientras Ethan me abrazaba, sorbía mi nariz, realmente me pego muy fuerte renunciar a mi primer trabajo, pero este es el segundo paso de mi nuevo estilo de vida.


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