Dulcemente

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Ya había caído la noche, el mitad pelirrojo se encontraba en su habitación, no había podido dormir, el estar bajo aquel encanto le mantenía intranquilo, sentía como si su cuerpo temblara y cierto sudor frío recorriera su columna vertebral, casi como si sufriera de abstinencia ¿Tan poderoso era aquel quirk que simplemente no podía mantenerse lejos de la persona amada? Tenía demasiados impulsos de salir corriendo a buscarlo pero no lo haría, al mismo tiempo solo buscaba su bienestar y no podía con la idea de hacerle daño o importunar a alguien que le era tan importante al menos en esos momentos.

Se quedó sentado junto al ventanal del balcón, mirando el cielo nocturno, por suerte su habitación estaba en el piso más alto y aquella vista podía tranquilizarlo.

Por otra parte, el muchacho rubio tampoco podía dormir. Luego del incidente, se había quedado en el área común por unos instantes antes de decidir ir a su habitación, no quería ver a nadie, los últimos acontecimientos junto con el bicolor lo traían ensimismado y sin saber bien qué pensar; no podía comprender por qué de pronto le parecía tan importante.

Recostado sobre la cama observaba a la distancia el muñeco de felpa que le había regalado.

"Creo que te amo"

"Quiero estar contigo"

"No quiero olvidarme de esto"

"Déjame tocarte"

Se llevó las manos a la cabellera sacudiendola rápidamente para quitar la profunda y penetrante voz de Todoroki de su cabeza. Por alguna razón esas palabras le revolvían el estómago y una desagradable combinación de calor y color subía hasta adornarle las mejillas.

No podía soportarlo más. Si era honesto consigo mismo habia una parte de él que se sintió bien ante las repentinas atenciones del heterocromado, aún cuando estás no fueran reales sino un síntoma de aquel molesto y odioso quirk ¿Pero qué significaba? ¿A qué Shoto prefería? Era tan extraño pensarlo, por primera vez se permitía no pensar en él con odio o resentimiento y estaba siendo esclarecedor.

Quedaban pocas horas para la media noche y quizás podría hacer que la existencia del muchacho fuera menos triste lo que quedaba del encanto. Aún no era tarde. Shoto había dicho algo como "Para mí es real", tal vez está era la oportunidad que no volvería a repetirse de por fin aclarar sus sentimientos hacia ese chico.

Salió de su habitación y fue con él llegando a los pocos minutos, dudando si continuar con ese extraño impulso. En el interior, un desesperado Todoroki estaba a punto de salir corriendo a buscarle también puesto que ya no podía soportarlo, sin embargo no fue necesario ya que justo llamaron a la puerta.

Fue a abrir y se encontró inmediatamente con esa mirada que tanto le calmaba en esos momentos.

- ¿Oye idiota, estás bien?

Sin importar sus palabras se lanzó a abrazarlo con fuerza atrayéndolo al interior de su habitación. La puerta fue cerrada.

Bakugo no opuso resistencia, se dejó abrazar pero tampoco le correspondió.

- No tienes idea como me haces falta.

Aquella estúpida voz suave otra vez que le producía escalofríos en el cuerpo. Odiaba esa versión melosa de Tosoroki ¿Pero por qué? Si le ponía la atención que siempre quiso de él ¿Entonces por qué le molestaba? Tal vez porque lo hacía sentir confundido. Nunca en su vida había tenido ese tipo de imagen de Todoroki, sin embargo le molestaba de sobremanera que solo debido a un estúpido quirk es que pudiera conocerla ¿Por qué?

- Tsk... ¡Deja de decir tonterías! ¡Este no eres tú, mañana odiarás todo esto!

Todoroki negó con la cabeza.

- Tal vez mi mente este algo afectada por todo esto, pero estoy seguro de que mañana no voy a odiarlo, no te odio Bakugo, nunca te he odiado; siempre ha habido algo en ti que despierta mi interés.

Se sintió descubierto, de alguna forma él sentía lo mismo. Otra vez ese estúpido y maldito control de las emociones del que carecía le traicionó, su voz comenzaba a temblar y su mirada a nublarse de líquidos.

- ¿Qué mierdas estás hablando? Jamás me has visto como un contrincante, ¡Sólo miras al idiota de Deku! Jamás me viste como un igual, jamás he sido importante, a nadie parece importarle nadie más que él.

Todoroki se sorprendió ¿Sería que Bakugo de alguna forma se sentía opacado por el peliverde? Tal vez siempre vio en Midoriya ese extraño brillo que por alguna razón todos podrían ver y eso le hacía sentir mucha frustración; que no había hecho más que aumentar luego de que rehusara usar sus llamas contra él en el festival deportivo, le había dado a entender que no era importante.

El más alto sintió que sus ojos y mente de alguna forma se iluminaban.

- Bakugo... -susurró su nombre y tomó sus manos entre las propias con firmeza pues lo conocía y sabía que trataría de apartarse. Entonces le besó.

El instante se congeló. Sus ojos se mantuvieron cerrados pero los del contrario estaban muy abiertos. El más bajo no supo cómo reaccionar ni qué hacer, ni qué sentir... De un momento a otro los movimientos le llevaron a desplomarse sobre la cama ridículamente japonesa del muchacho y una vez concluido el beso su cuerpo le permitió reaccionar.

- ¡Hey, qué crees que haces! -Dijo con una voz quebrada y débil que odió saliera de sus labios.

El chico se acercó a besarle el cuello así que lo detuvo con sus manos. Todoroki forcejeó un poco ofuscado hasta que desistió y usó sus propias manos para apartar las ajenas y congelar sus extremidades inmovilizándolas sobre su cabeza. Le miró directamente.

- Por favor, déjame tocarte esta vez.

Sus ojos tenían un pesar incontrolable, tanto que se desbordaban. Katsuki lo vio y no pudo decir ni hacer nada para evitarlo.

- No sé qué pase mañana. Pero no quiero perder esto nunca.

Y le besó otra vez. Le besó y tocó como tanto había deseado, tal vez hasta incluso desde antes de ser invadido por ese ataque. Hasta que sus cuerpos estuvieron tan juntos que sus pensamientos eran los mismos.

...

En el próximo capítulo habrá lemon.

Cupido está borrachoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora