Cupido está borracho

Un cariñoso Todoroki

El camino en autobús fue largo, se sentaron en la parte de atrás, Bakugo miraba por la ventana mientras recordaba cuando iban al curso de entrenamiento de héroes, en ese entonces también solían tomar el autobús juntos aunque siempre tomaban asientos separados; está vez por primera vez Shoto estaba cerca.

En un momento lo sintió recargarse en su hombro.

- ¡Oye!

- Déjame estar así un momento, ya queda poco para llegar.

Katsuki se resignó. Tenía razón, quedaban solo unos minutos y además no quería armar escándalos públicos en el bus.

Se bajaron justo en frente de la academia. Se adentraron tranquilamente por las inmediaciones llegando pronto a los dormitorios. Aún no había nadie, los demás seguían en sus trabajos de las agencias así que podrían relajarse.

Bakugo se dejó caer a lo largo del sofá, con una pierna estirada y la otra colgando hacia abajo, un brazo tras de su cabeza que le servia de almohada mientras que en la otra mano aún llevaba aquel cachorro de felpa. Cerró los ojos un momento pensando en como diablos es que había acabado envuelto en esta estúpida situación solo por querer ayudar al idiota mitad luego de que su padre no se preocupó por él. Diablos ¿Qué habría pasado si Endeavor hubiera sido quien trataba de ayudarlo en ese momento? Sintió escalofríos de pensarlo, no habría sido problema suyo pero vaya que habría sido perturbador.

Se percató cómo de pronto su peso era levemente balanceado por el remover de la superficie blanda en la que yacía. Abrió los ojos y se encontró con los dispares ojos de Todoroki justo frente a los suyos, en el momento exacto en que pegaba su mejilla con la propia envolviéndolo en un estrecho abrazo.

- ¡¿Oye qué crees que haces?! -Exclamó removiéndose de un lado a otro, tratando de sacarse al chico de encima.

- Dijiste que cuando llegáramos me dejarías tocarte. -Musitó tan cerca de su oído que le hizo estremecer.

Sí, es cierto, eso le había dicho pero no se esperaba algo tan directo como eso.

- Tsk... Joder, pero tampoco te sobrepases bastardo -Le empujó con su propio cuerpo hasta quedar sentados-. Dije tocarme no pegarte a mí ¿No te das cuenta de que cualquiera podría entrar y vernos?

- ¿Y cuál es el problema? Sólo les explicas lo de aquella villana, incluso tengo un reporte médico.

- ¡Tsk ese no es el problema! Da igual la razon, sería raro que alguien nos vea así ¿No lo entiendes?

Shoto le miró fijo y sin responderle provocando unos segundos de silencio.

- Joder, es imposible razonar contigo así -Dijo y se puso de pie para ir por un refresco-. Entiende mitad, tú no eres así. Una vez que todo esto pase no recordarás nada -Determinó y le dió un sorbo a su lata de bebida.

El mitad pelirrojo pareció reflexionar, se quedó un rato en silencio antes de ponerse de pie. Fue con él y le tomó por los hombros para verle de cerca.

- No quiero olvidarlo. Me gusta sentirme así, Bakugo.

El rubio quedó en shock, no reaccionó por varios segundos hasta que finalmente su rostro se puso rojo y escupió toda su bebida en el rostro del contrario.

- ¡DEJA DE DECIR TONTERÍAS QUIERES!

Y casi como si no le prestara atención, el más alto le abrazó delicadamente por la cintura recorriendo aquella zona con sus manos antes de permitirse descansar el rostro en su hombro. Dejando a Katsuki completamente patidifuso.

- ¿Está bien... si te toco así?

¡¿Por qué susurraba cuando estaba así de cerca?!

- Maldito bastardo ¡MUERE!

Y lo apartó de una explosión que hizo retumbar todo el salón.

Shoto se incorporó lentamente del suelo, había caído de sentón y por suerte logró protegerse justo en el momento preciso, suerte que tenía buenos reflejos.

- Eso... fue innecesario.

- ¡¿Innecesario?! ¡Tus malditas muestras de afecto son innecesarias! ¿No entiendes? Tienes que controlar esa maldita tontería.

- ¿Por qué? -Replicó desafiante- Dijiste que podía tocarte, y ya lo intenté dos veces y me alejas ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Reprimirme? No quiero hacerlo, quiero estar contigo, cerca de ti y si mañana esto se acaba al menos quiero saber que pude aprovecharlo.

Este hechizo... estaba comportándose de forma muy extraña ¿Aprovechar qué? Parecía tan real que Todoroki lucía cómo si de verdad estuviera confesándose, y solo aprovechando esta situación para poder lograr un impulso extra, como si de alguna forma fuera a proyectarse.

"Tsk... Tranquilo, este no es el verdadero mitad"

Su pecho inevitablemente dio un vuelco en ese momento ¿Qué debía pensar? ¿Por qué de pronto también sentía que algo se acababa mañana?

- ¡Maldita sea! -Exclamó con la voz un poco debilitada por el exceso de emociones-. ¡Deja de joder! Mañana todo esto será un mal rato para ti y para mí! ¡No jodas! No quieras hacerlo parecer como real!

- Para mí es real y no me parece un mal rato -comentó algo cabizbajo-. Sin embargo no quiero que lo sea para ti... Está bien, no te molestaré más -Estableció y se encaminó hasta su habitación dejando al rubio solo en la sala común.

Había olvidado aquella extraña sensación que solía invadirle a veces en relación al mitad pelirrojo. Esa necesidad absurda de que le pusiera la misma atención que le daba a Midoriya, que comenzó luego de que rehusó pelear con él en el festival deportivo "¿Qué tiene él que no tenga yo?" Algo como celos, pero más profundo que una estúpida envidia ¿Qué estaba mal con él o le hacía falta para que Shoto Todoroki lo viera de la misma forma que él lo había visto cuando reconoció lo fuerte que era? Ese idiota que le había hecho abrir los ojos y darse cuenta de que había gente mas fuerte que él mismo ni siquiera lo reconocía como un rival. Dios, eso siempre se había sentido mal, es por eso que lo odiaba.

¿Lo odiaba verdad?

...