Save me [Kim Taehyung]

"El juicio"

A horas del juicio final por la culpabilidad de la más joven de los Kim en el asesinato de Park Yong-Soo, el señor Kim Tae-Hyung psiquiatra calificado, llegó a la corte sentandose del lado donde la familia del joven Park lloraba para que se hiciera justicia por su "inocente" hijo. Claro estaba que el mismo abogado lo había contratado para ser quien se quede con la custodia de la muchacha que hasta el momento no se había presentado a ninguno de sus juicios. Y con rostro de pocos amigos Seok-Joong  y su hermano Seokjin entraron tomando de la mano a su pequeña hermana que temblaba de una manera leve con la cabeza baja. De pasar a ser la persona más aislada del planeta ahora era una de las más hablada por el caso de Park Yong-Soo, "El difunto novio de la loca".

Sentándose cerca del abogado defensor, Hanuel miro hacia el frente viendo como el juez rascaba su barbilla y la miraba pensativo. Era la primera vez que se encontraba tan lejos de casa y estaba nerviosa. Su crimen ya había sido olvidado para ella, pero aun asi estaba ahí escuchando los lamentos de una familia que no sabía que su hijo solo era un odioso muchacho que la había maltratado más de una vez generando así los problemas en su cabeza, o mejor dicho, generando más de los que ya llevaba con ella. Pero su vista no pasaba más de ellos hasta que esas "sombras" que solían atormentar le mostraron una tercera persona mas atras que no la paraba de observar. Automáticamente pensó en un familiar rencoroso que estaba planeando mil maneras de asesinarla. Pero para su suerte Taehyung solo quería evaluarla.

—Bien, ya estando todos presente vamos a...

Su vista se centro en los movimientos del chico dejando de escuchar lo que el juez decía y este la observó detenidamente. No era algo raro para el castaño que su próxima paciente sea tan curiosa y precavida a la hora de conocerlo, pero le intrigaba saber lo que pasaba por esa tan opaca mente que no dejaba ver los secretos que guardaba. Pero le pareció gracioso cuando la pelinegra imitaba sus acciones como una niña pequeña, como si su mente se redujera a la de una bebé que está aprendiendo de la vida misma, pero lo que no sabía era que una de las identidades de aquella chica se estaba dejando ver de una manera sutil y discreta, una identidad que sus padres aún intentaban manejar. Cuando el le sonrio con esa sonrisa cuadrada que era muy conocida en el, ella hizo lo mismo pero de una manera dulce y gentil, saludándolo con temor y volviendo su vista al frente para que alguno de sus hermanos no la retara.

Minutos después era momento de dejar a la persona a cargo de la chica. Sus hermanos estaban dispuestos a ser quienes la cuidaran siendo que ya eran lo suficientemente mayores, pero el jurado parecía negarse ante la idea de que ella pudiera dañar a alguien más, siendo que ya estando a su cargo había asesinado a una persona. Un alma inocente, como decía la madre del difunto. Pero fue hasta que el abogado acusador hablo, cuando toda la sala se quedó callada.

—Juez y jurados les presento a el psiquiatra de casos extremos, el señor Kim Taehyung—Dijo el abogado acusador haciendo que el nombrado se pare y vaya hasta donde estaba el.

—Señor Taehyung, ¿Usted está seguro que puede con un caso como este?—Preguntó el Juez mirando al psiquiatra de cabello café y mechas verdes.

—Por supuesto, he trabajado con casos peores señor—Dijo ladeando un poco la cabeza para ver a la chica que lo observaba con el ceño fruncido.

—Bien, el jurado debe dar su última aprobación—Dijo el juez viendo al jurado y estos comenzaron a susurrarse cosas.

Hanuel que no llegaba a escucharlos, sentía los murmullos como los susurros de las sombras, algo verdaderamente molesto y aterrador que hizo que tapara sus oídos mientras balbuceaba algunas cosas. El chico de cabello café noto eso, y no pudo evitar verla hasta que los jurados terminaron de votar, no era un caso tan raro para él, solo era una joven con esquizofrenia que tenía malos cuidados, pero no sabía que las cosas no eran tal cual él las pensaba.

—La chica quedará a cargo del señor Kim Taehyung hasta que su enfermedad sea estable—Dijo una mujer mirando al juez y luego a la familia Kim.

Jin que era el hermano del medio en la familia y el más cercano a Hanuel, la abrazo reteniendo lágrimas que empezaban a formarse en sus ojos. Ella no entendía lo que sucedía, porque tampoco había escuchado, pero no tardó en abrazar a su hermano sintiendo como las lágrimas de él caían por su cuello. Algo malo se esperaba ya que su hermano nunca lloraba, no porque fuera un insensible, solo que jamás tenía razones para hacerlo y si en este momento él lloraba era por algo verdaderamente triste o preocupante. 

—Se fuerte Han....—Susurro Jin con melancolía y la pelinegra acaricio su espalda.

—Ya viejito... no llores... ¿Que es lo que sucede?—Pregunto en un tono infantil y dulce.

—Iras a otro lado—Habló en un tono serio y triste su hermano mayor.—No te preocupes, intentaremos visitarte todos los días si es posible.

—¿Otro lado?, ¿Dejare la casa, a Appa y Omma, y a ustedes?—Pregunto curiosa.—¿Viviré sola?, ¿Quien me cuidara? ¿Donde viviré? 

Las preguntas llenaban la mente de ella sin dejarse espacio y se tapaban unas con otras. Nunca en su vida tuvo tanto que preguntarse y tanto que temer, sin sus hermanos las sombras ocuparían más espacio en su habitación, sin sus padres las noches serian más frías y oscuras, sin la comodidad y libertad de sus cuatro paredes las cosas podrían descontrolarse. Su mirada viajó hasta el chico de cabello castaño y esta tenia una leve sonrisa mientras la observaba, y una sola pregunta ocupó el gran espacio en su mente opacando a las demás. ¿Y si me lastima como Yong-soo?

—No quiero irme con él....—Murmuró viendo a sus hermanos.—¡No pienso irme con él!

Sin previo aviso ella se levantó de su asiento alarmando a todos en la sala y miro con odio a todos. No quería ser alejada de su familia, de su hogar, de sus ángeles que aún estaban en batalla con sus demonios. No permitiría que le hagan eso y menos gente que la acusaba tanto justa como injustamente.

—¡Hanuel! ¡Compórtate!—La regaño su hermano aunque no quería hacerlo.—Te entiendo, no quieres dejarnos pero está dicho...

—¡No!, ¡No me iré ni porque me encadenen a él!—Gritó con los nervios de punta y Taehyung vio el leve temblor en sus manos, algo que veía en muchos de sus pacientes cuando iban a tener un episodio psicótico.—¿¡No entiendes!?—Lo tomo del cuello de la camisa haciendo que los guardias se alarmaran.—Te necesito....

Y con solo esa frase Joong la abrazo al igual que ella a él. La tristeza invadía a la chica como un virus y la mataba de a poco al saber que debería decirles adiós a ellos, su familia.