♦Capítulo treinta y cinco♦

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DIPPER.

Estuvimos sentados allí un buen rato, hablando de boberías y luego él entró a un lugar de mi mente -de forma verbal- llamado recuerdos vergonzosos de Dipper. Reímos juntos mientras hablaba entrecortadamente eso.

Recibí de imprevisto un mensaje de Mabel, dijo que iba a dormir en donde Wendy, yo en ese momento no le tomé mucha importancia.

Un rato más tarde la noche se acercó, yo cabeceaba un poco por el cansancio hasta que Bill besó mi cuello, luego plantó una mordida allí que me hizo jadear.

¡¿Cómo se me espantó el sueño tan rápido?!

Continuó besando mi cuello, dejando sus marcas en mi fría piel, con ambas manos me tomó de la cintura y chasqueó los dedos llevándonos directo a casa, a mi cuarto más específicamente, se separó de mí y cerró la puerta con pestillo.

-Ya me hacía falta tocarte así - confesó sin pena, con una voz profunda que me hizo suspirar.

Se acercó nuevamente y se inclinó para plantar un beso en mi boca, mordiendo mi labio como acto seguido para meter su lengua y profundizar aquella muestra de afecto, que no era para nada tierna. Al separarnos un hilo de saliva unía nuestros labios.

Sin esperar nada -pues ambos ya estábamos desesperados- me tiró a la cama y se colocó en frente de mí, parado en el espacio que había entre mis piernas abiertas. Se quitó la camiseta gris que traía puesta dejándome ver su torso.

Me iba a dar algo ahí, se los juro.

Colocó una rodilla cerca de mi entrepierna y la otra al costado de mi pierna derecha. Nos movimos algo más arriba en la cama y me quitó mi camisa para luego lanzarla al suelo y continuar con besos en mi torso, mordidas en mi cuello y sus manos en mis muñecas a cada lado de mi cabeza.

Sentía el calor arropar mi piel ante la lujuria que se apoderaba de mi mente en totalidad. No podía pensar en nada.

En un instante me encontré ya en bóxer mientras que Bill se deshacía del jean que llevaba puesto, ya habiéndose quitado esa prenda me miró fijamente, acarició mi mejilla izquierda, luego quitó el flequillo que cubría la marca de nacimiento en mi frente para después plantar un beso allí.

-Seré más gentil que la última vez - sonreí a medias.

Claro, la última vez que lo hicimos se propasó un tanto, pero... Yo tampoco quise detenerlo, igual lo había disfrutado, pero en la mañana... Ah, no pude ni sentarme bien.

-Vale... -.

Me mostró tres dedos que yo lamí con algo de vergüenza -no importa cuantas veces hagamos esto, no dejo de tener pena- luego bajó su mano hasta mi entrada.

Introdujo uno y gemí algo fuerte, me tapé la boca rápidamente con un sonrojo exorbitante en todo mi rostro a la vez que movía su falange dentro.

Él con su mano libre me destapó la boca.

-Quiero oírte, Mason - sentí un escalofrío al escuchar de él mi nombre.

Introdujo un segundo dedo en mí y simuló un movimiento de tijeras que me hacía gimotear, a volumen alto.

Of My Property (BillDipp)Where stories live. Discover now